Dos días
Dos días llevamos viajando, vamos camino al narco más cercano en Colombia, hubiésemos llegado antes pero el avión en que íbamos a salir explotó antes de que subieramos, fue una suerte por un retraso inesperado, ahora los autos son forzados al máximo para llegar lo antes posible con quien maneja esa parte del continente.
Valentine ya nos espera, se ha corrido la voz de que una caravana de 20 camionetas blindadas está haciendo un recorrido desde los Estados Unidos, también se supo la muerte de mi cuñado, los refugiados en el bunker y los atentados así como las dos personas desaparecidas.
No nos detendrémos hasta dar con ellos, nadie quería darme información antes y mi familia está quebrada por ello, ahora van a decirme todo lo que saben o verán a quien más aman morir.
- Jefe - Uno de los hombres de Robert me alerta - Estamos por llegar
Al dar vuelta en una colina la casa es visible, muchos hombres corren como hormigas de un lado a otro, las balas no se hacen esperar pero rebotan de nuestros vehículos.
- Devuelvan el fuego
A mi orden de todas las camionetas las metralletas en el toldo se activan y comienzan a disparar contra la casa, eliminan a todos los que atentan contra nosotros, llegamos en poco tiempo.
Armados con lo mejor de lo mejor bajamos todos, Jace se acerca igual que Ragnor, Asmodeo, varios soldados de élite y todos los demás.
Cargamos las armas mientras uno de mis hombres vuela la reja con un misil pequeño, los soldados se adelantan eliminando peligros inminentes y nosotros entramos después, en la sala de la casa una mujer, un hombre y un adolescente están en el piso con las manos en la cabeza.
Me inclino hasta su nivel, de cuclillas con mi arma en su frente.
- Sabes a lo que vine, Valentine, no hagas esto más difícil.
Y el idiota debe pensar que no va enserio porque me escupe a la cara. Me pasan un pañuelo y me limpio el rostro.
- Traigan unas sillas, revisen todo de arriba a abajo, escondites, papeles, lo quiero todo.
Mis hombres se dispersan pero los mejores se quedan, las sillas son atornilladas al suelo, sujetan a las 3 personas de ellas. No hay tiempo que perder, cada minuto que pasa sin resultados es un minuto que mi Alexander y su hermana están perdidos.
Saco dagas de mi cinturón y las clavo en las piernas de la mujer de Valentine, ella grita con dolor pero la expresión de su esposo no flaquea, repito el proceso con su hijo, ésta vez su ceja se mueve un poco.
- Más vale que empieces a hablar, Valentine, mi paciencia se agota.
No habla y eso me pone furioso, este idiota cree que puede soportar ver a sus seres amados sufrir, cree que puede salir vivo de ésta sin decirme nada, cree que tendré compasión con ellos pero no, no, no, no.
Saco mi arma y le pongo un tiro en la pierna, grita, ahora si está gritando.
- ¡Habla!
Aprieta los dientes y me mira con odio
- No te diré nada
Error
- Bien, quieres jugar, juguemos - apunto esta vez al vientre de su esposa - tienes 3 segundos para decirme lo que sabes o ella va a sufrir.
Su hijo suplica que no le hagamos daño, su hijo grita que nos diga todo pero él sólo me mira con determinación. Jalo el gatillo, un disparo resuena por los muros y ella sangra mientras grita.