Ya llevaba varios días viviendo en esa casa. No sabía mucha información sobre la familia, tampoco podía averiguarla demasiado rápido si quería disimular.
Seguía todas las indicaciones de Lisa, era algo extraño pertenecer a una pandilla de hombres, la mayoría la miraban extraño, sabía que si no era por la presencia de Lisa le podían hacer cualquier cosa, de algún modo la hacía sentir protegida aunque dijese que tendría que defenderse sola.Estaba en una de las habitaciones de la casa, donde había muchas maquinas para hacer ejercicio y un saco de boxeó. Jennie había aprendido a boxear para desquitarse y lo hacía bastante bien, ahora que vivía en esa casa y no tenía mucho que hacer a excepción de ayudar a la mafia tenía mas tiempo para practicarlo.
-La señorita Manobal nos pidió que guardáramos las carpetas con los archivos de Park, cuando regrese recuérdale que deje las llaves aquí. - Comentaba una de las sirvientas a la secretaria.
Jennie escuchaba atenta, aunque seguía golpeando el saco de boxeó para que no se dieran cuenta de lo que estaba haciendo. Realmente quería saber toda la información que tenían sobre sus padres.
Unos minutos después de la charla, ambas se marcharon dejando las llaves donde lo tenían planeado. La gente de allí ya tenía bastante confianza en ella, especialmente porque vivía junto a ellos, siendo la única en la pandilla en hacerlo. Se acercó hacía las llaves, no sabía donde quedaba esa habitación y la casa era bastante grande, pero debía aprovechar el momento ya que Lisa no se encontraba en la casa y tenía las llaves a su disposición.
Bajo las escaleras lo más despacio posible. Supuso que la habitación se encontraba en el piso del medio. En el recorrido vio a muchas sirvientas, pero ninguna comentaba nada, no había nada "extraño" en la actitud de Jennie y las llaves estaban en su bolsillo, así que nadie podía saber lo que estaba haciendo.
Recorrió todo el piso y no encontró la habitación, así que decidió bajar al subsuelo. No habían casi habitaciones allí, casi nadie bajaba. Era un lugar bastante oscuro y frío. Después de recorrer un largo rato los pasillos y probar las llaves en unas cuantas puertas, encontró la indicada.
La abrió cuidadosamente, como sí alguien la esperara adentro. No había nadie, pero habían cinco estantes que llegaban hasta el techo llenos de carpetas. Se acercó, cada una contenía el nombre de la gente que trabajaba en la casa o los nombres de los miembros de la pandilla. Iba a ser difícil encontrar a sus padres, primero por la cantidad y segundo porque estaban muertos, ni siquiera sabía si aún conservaban algo de ellos.
Estaba en el suelo, viendo cada archivo. Para su curiosidad, eran solo archivos de gente. No contenían mucha historia, solo sus perfiles con datos como nombre, edad, lugar de nacimiento, entre otras cosas.
Llego a una carpeta que le llamo la atención, era roja, casi bordo, de un material mucho mas fuerte que el de las carpetas que ya había revisado. Entonces, justo en ese momento, toda la imagen que había tardado tiempo en olvidar, la cual la atormentaba día y noche después de lo sucedido había vuelto, como si todo estuviese ocurriendo en ese mismo momento...
flashbacks
No podía estar más feliz, no había mejor ilusión para una niña de 8 años que poder volver a ver a sus padres después de tanto tiempo. Su niñera, a quien quería como su segunda madre, se había comunicado con sus padres hacia muy poco tiempo. Era muy pequeña, y le mentían con la excusa de que sus padres estaban en un "viaje de trabajo", cuando se encontraban trabajando ilegalmente para la mafia mas peligrosa del país para lograr mantener a su hija.Su niñera la había dejado allí, donde suponía que se encontraría con sus padres. La niñera se había ido, sabía que sus padres llegarían y no quería "interrumpir" un momento privado para ellos. Era de noche y estaba en un callejon, habían locales, pero parecía todo muy lejano a la ciudad.
Y lo pudo ver, un auto se acercaba, en ese auto pudo ver a sus padres, junto a alguien que conducía vestido de traje. Sus padres la miraban desde la ventana con mucha ilusión, incluso con lagrimas en los ojos. Bajaron del auto y el chofer se marcho, corrió a abrazarlos a ambos, ninguno de los tres podían estar más felices. Llevaba 5 meses seguidos sin verlos, era un poco duro para ella, para los padres igualmente. Seguía siendo una niña pequeña y alejarse de ella era doloroso.
Ese abrazo fue el mas cálido para sus padres, ya hablaban de un millón de planes. Sus padres le contaban emocionados y un poco apurados que de ahora en mas iban a poder pasar mucho mas tiempo juntos ya que no había ningún "viaje de trabajo" cerca.
Pero justo en ese momento, lleno de ilusiones para familia, Jennie, con 8 años, vio como una moto se acercaba. Jennie, como cualquier persona, pensó que se trataba de alguien que simplemente entraría a alguno de los locales. Estacionó detrás de ellos, sus padres estaban volteados, mirándola y hablándole de los miles planes que tenían, pero Jennie ya no escuchaba, su mirada estaba fija en aquel hombre. Se saco el casco, tenía una especie de mascara, Jennie pensó que parecía uno de esos ladrones típicos de las películas, sabía que algo no andaba bien. El hombre avanzó, sus padres no lo habían notado, y de pronto ¡Pum!, el hombre en un segundo saco una pistola, cuando Jennie quería gritar, ya era demasiado tarde;la bala había pegado en la cabeza de su padre y ya estaba muerto frente a sus ojos.
Su madre, que aún la estaba mirando a ella, le hizo notar a Jennie que tras el sonido del disparo su expresión cambió completamente, sus ojos se abrieron enormemente, su expresión era terrorífica, como si supiera lo que estaba a punto de ocurrir, y de pronto, ese hombre sin piedad, dio un segundo disparó, directamente a la cabeza de su madre;cayó muerta al lado de su padre.
Jennie no sabía que hacer, no reaccionaba, no grito, no lloró, no pidió ayuda, había sido todo demasiado rápido. El hombre, como si no hubiese lastimado a nadie, se subió a su moto y se fue. Jennie pudo observar que este tenía en su mano una carpeta, parecía bordo. Jennie esperaba que ese hombre la matara a ella también, pero no lo hizo; la dejó llena de sangre, frente a los dos cuerpos ya muertos de sus padres, sabiendo que iba a ser la imagen mas traumática para el resto de su vida, que nada iba a ser como antes. Ella se quedó allí, observando, de pronto se sentía todo frío, notaba que todo se movía, como si de pronto todo el mundo se hubiese parado y lo único que existía era la imagen de semejante delito.
La gente de los locales salió corriendo a ayudarla, muchos llamaron a ambulancias y policías, se gritaban el uno al otro en la desesperación de no poder y no saber como ayudar. Unas señoras llevaron a Jennie a su local, eran como unas abuelas, le hacían miles de preguntas: "¿son tus padres", "¿quién disparó?", "¿por qué estabas sola aquí a estas horas?" pero Jennie no reaccionaba, no entendía. No entendía como su vida había pasado de el mejor día a uno imaginable, como una persona podría haberla traumado de por vida, ¿qué había hecho ella para merecer esto? Era una simple niña con el sueño y el deseo de vivir una vida junto a su familia, y justo cuando se estaba por cumplir, vio todos sus sueños caer y desvanecerse enfrente suyo, toda su infancia pasar como si no se tratase de una niña, todo se había derrumbado.
En ese momento supo que ya no había esperanza, hubiese preferido morir junto a sus padres que tener que lidiar con la vida irreparable que aquel hombre le había dejado. Pensaba en una cosa:karma. Quería e iba a ser el Karma de ese hombre, porque lo merecía, porque Jennie ya no sentía nada, porque ya no sentiría lastima de matar a alguien si se trataba de esa persona...
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Girl Boss - Jenlisa
Teen FictionLa historia perturbadora de una chica espeluznante, quien parecía poder matar a cualquiera con sus miradas penetrantes, y su vida como la hija de uno de los hombres mas peligrosos de Corea del Sur. Del otro lado, una niña que creció con resentimient...