Los días pasaban y para Jennie la rutina siempre era la misma, aunque seguía sin entender porque Lisa la trataba "diferente" a los demás, en parte ella se aprovechaba de eso.
Era un viernes, estaba practicando boxeo hasta que oyó que alguien bajaba las escaleras. Era lisa, noto que recién volvía de una reunión ya que estaba vestida con un traje como casi siempre.
-Deja de golpear a esa cosa y escúchame. Hoy en la noche hay una especie de fiesta, en realidad no lo es, simplemente vamos a apostar, a ver a prostitutas bailar en un tubo y tomar. No se si eso para ti es considerado una fiesta, como sea, vas a ser mi acompañante esta noche, el chofer te esta esperando afuera para que vayas a comprar algún vestido que te guste, yo te lo pagó. Es un evento bastante formal, así que elige las prendas adecuadas.- dijo para después darle la espalda y volver a subir. Se detuvo al oír la pregunta de Jennie.
-¿Vas a ver a prostitutas? - Preguntó. La pregunta la venía atormentando desde que lo había dicho, se le escapó y para su mente fue como un alivió haber soltado esa pregunta, aunque lo primero que pensó es que parecía una estupida por haber preguntado eso, y definitivamente lo era. Lisa había soltado varias carcajadas tras escuchar eso, de todas las cosas preocupantes que había dicho la única que le llamo la atención fue tal estupidez.
-¿Te molesta acaso?- Respondió Lisa.
-Nunca dije eso...
-Están allí para eso, al fin y al cabo reciben una buena cantidad de dinero, y al final termino haciendo que se acuesten conmigo. - Todo lo que había dicho era mentira. Era verdad que había prostitutas, pero ella iba a hacer negocios, no a gastar su dinero en ellas, y mucho menos se había acostado con prostitutas, si con varias mujeres, pero Lisa quería que le rogaran a ella, no ella rogarle a las demás chicas y aún peor, tener que pagarles por eso cuando ella es quien les da placer. Solamente lo había dicho para ver la reacción de Jennie y reírse un rato más.
-Sabes, no es bueno consumir ese tipo de cosas...¿Eres lesbiana? - Y allí iba otra vez, parecía que estaba rapeando de lo rápido que había formulado esa pregunta, como si estuviese desesperada por saberlo.
-¿Te importa? Esta el chofer afuera, no lo hagas esperar.
-Contéstame antes.- Odiaba a Lisa y también odiaba que se hiciera la difícil, Jennie le estaba dando un papel completamente diferente a como era ella en realidad y contestaciones como estas dejaban salir a luz a aquella personalidad.
-Callate, Kim, deja de darme órdenes o las vas a pagar.- Dijo para finalmente subir las escaleras y dejarla en aquel cuarto.
¿Por qué actuaba así?, ¿por qué hacia esas preguntas? No podía estar celosa, tenía bien en claro que estaba allí para matarla, no le caía bien, era todo lo contrario a ella y su manera de tratarla la volvía loca, pero aún así seguía obedeciendo como una inútil. Salió de su burbuja de pensamientos y partió finalmente hacia el centro comercial.
Luego de un tiempo, llegaron. Ni siquiera sabía donde estaba, pero era un centro comercial con marcas super caras, Chanel, Gucci, Prada...
-¿Tengo que comprar aquí?- Pregunto a el chofer. Estaba asombrada, eran marcas que nunca podría haber visto siquiera de frente y los precios eran una barbaridad.
-Si, la señorita Manobal pagará todos sus gastos, disfrute.- Dijo el chofer, volviendo a subir al auto.
Entro a Versace. Era donde más vestidos había. No sabía cuál elegir, no estaba muy acostumbrada a usar vestidos y usar uno de esa marca era un cambió totalmente rotundo. Vio uno rojo vino que llamó su atención. Se probó varios pero creía que ese era uno de los mejores, aunque también era de los mas caros. No quería comprarlo incluso sabiendo que no era su dinero, pero si no lo hacía Lisa se burlaría por eso.
Lo compró y se dirigió al auto, lista para irse.
-¿Eso solo? Compre unos zapatos y accesorios, en Chanel hay buenos.- Le dijo el chofer.
-¿No cree que es demasiado dinero?
-Lisa dijo que comprara todo eso, hágale caso.
Y así lo hizo, bajo de nuevo y se dirigió a chanel. Habían muchas cosas lindas, eligió unos tacos negros no muy altos ya que siempre se caía con estos junto una cartera y algunas pulseras. Ahora si tenía todo listo.
Volvieron a la casa. Al llegar noto que Lisa no estaba, pero había una mujer alta, con pelo muy largo y rubio sentada en la mesa, hablando con las sirvientas.
Entró a la casa un poco confundida con las bolsas en la mano.
-Ella es Jennie, de quien te hablamos, ahora vive aquí con nosotras. - Le comento una de las sirvientas a esa chica, la cual giro para verla.
-Oh, hola. - Inmediatamente se paro para saludarla con un beso, parecía muy amable. - Me hablaron mucho de ti, estaba muy emocionada por conocerte, me llamo Roseanne, soy amiga de lisa, es un gusto conocerte.- La estaba mareando de tantas palabras, la trataba como una reina cuando se encontraba sudada y con ropa deportiva y ella con joyas y un vestido de parecía de Saint Laurent. Le había caído bien.
-Me llamo Jennie, aunque ya te contaron, es un gusto conocerte para mí también.
-¿Compraste ropa? Cuantas bolsas, ¿podemos ver que compraste? - Comentaba ansiosa.
-Si, claro.- Respondió dándole las bolsas a Roseanne, quién las llevo a la mesa para verlas junto a las sirvientas.
Jennie estaba agotada, solamente había ido a comprar y se sentía como si hubiese escalado una montaña.
-Wow, es hermoso, ¿vas a venir a la fiesta de hoy? Supongo que lo usarás allí, si no te invitaron te invitó yo, es una muy buena oportunidad para usarlo. - Roseanne seguía hablando desde la mesa y Jennie le contestaba tirada en el sofá.
-Que bueno que vas a venir, ¿estas saliendo con Lisa? Nunca lleva a nadie como acompañante. - Dijo totalmente despreocupada, aunque esas palabras la hicieron ahogar a Jennie con su propia saliva.
-N-no, no estamos saliendo, vine aquí para pertenecer a las pandillas.
-Que extraño, eres muy privilegiada por ser tratada así, Lisa odia a la gente de la pandilla.
-También me odia a mí.- Respondió Jennie.
-No lo creó, no te compraría todo esto si te odiase tanto.
-Lo hace solo para usarme esta noche, supongo que por reputación.
-Como sea, no le hagas caso a Lisa, vamos a cambiarnos, te ayudaré.
-¿Ya?, ¿No es muy temprano? - Respondía Jennie quien era arrastrada desde el sillón por Rosé para poder levantarse.
-¿Estas loca? Maquillarse cuesta siglos, tenemos que empezar ya.
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Girl Boss - Jenlisa
Teen FictionLa historia perturbadora de una chica espeluznante, quien parecía poder matar a cualquiera con sus miradas penetrantes, y su vida como la hija de uno de los hombres mas peligrosos de Corea del Sur. Del otro lado, una niña que creció con resentimient...