Ahora se encontraban en la habitación de Lisa. Rosé la estaba maquillando. No entendía mucho de maquillaje pero aún así dejaba que Rosé lo hiciera ya que había hecho un curso de maquillaje, por lo que le había comentado.
-Un poco de gloss y ya.- Jennie se vió al espejo tras terminar. Parecía otra persona, durante esos días allí se había dejado estar y le importaba mucho producirse, era consciente que era una chica atractiva, aunque tampoco solía usar esto a su favor y muchas de sus amigas decían que no lo aprovechaba.
-Estas hermosa, deberías vestirte así mas seguido. Vamos abajo, seguro esta el chofer esperando.- Le dijo Rosé al mismo tiempo que la tomaba del brazo.
Bajaron las escaleras y en la sala principal se encontraron a Lisa y algunas personas de las pandillas. Lisa estaba vestida con un traje y un top debajo. Lisa miro de arriba a abajo a Jennie, posando toda la mirada en su cuerpo, Jennie odiaba que la mirara de esa manera y lo único que hizo fue "desconcentrarla" para que la dejara de mirar así.
-¿No usas vestidos y me obligas a mi a usar uno? - Dijo Jennie, un poco molesta. Hubiese preferido usar un traje como el de Lisa en vez de un vestido, aunque a ella le quedaba mil veces mejor.
-¿Qué dices? Ese vestido te queda bien.- Dijo echándole otra mirada, haciendo sonrojar un poco a Jennie. - Yo nunca te obligue a comprarte un vestido, te dije que compraras algo formal y tu fuiste a por eso, y si te hable de un vestido no me acuerdo, tampoco me importa, además no eres tú quien va a hacer negocios como para vestirse en traje.
-Ese vestido te queda genial, ¿te gusta como la maquille?- Preguntaba Rosé, aún con su tono de emoción.
-Si, me gusta, apúrense o llegaremos tarde. - Dijo Lisa antes de salir por la puerta principal.
Unos minutos más tarde ya se encontraban allí. Rosé se la había pasado hablando en todo el trayecto, Lisa parecía escuchar pero la única que contestaba era Jennie. Había mucha gente haciendo fila, todos estaban con trajes muy elegantes. Jennie nunca había estado en un lugar así, estaba un poco incomoda rodeada de gente diferente a ella pero Lisa y Rosé la hacían sentir un poco mejor.
Mientras estaban haciendo la fila, Jennie pudo notar que una mujer de casi su misma edad corría hacia ellas haciendo el mayor esfuerzo posible por no caerse, aunque estuvo todo el camino tambaleándose. Estaba también vestida muy elegante, con un vestido negro y una cartera con el "dior" escrito de un tamaño gigante.
-Roseanne. - Dijo la chica al llegar hacía ellas, con la voz entrecortada ya que se encontraba bastante agitada por todo el tiempo que paso corriendo. - Te. Voy. A. Matar.- Se tomaba un segundo por cada palabra para respirar.
Rosé, que se encontraba de espaldas a esa mujer, se dio vuelta con una cara que resultó bastante chistosa para Lisa y Jennie, se notaba en sus ojos tal preocupación y miedo al notar la presencia de la chica.
-Jisoo, ja ja.- Soltó una risa incomoda y giraba mas lento que una tortuga, queriendo evitar mirarla.- Perdóname, me olvide que venías con nosotras, estaba con Jennie, esta es Jennie.- Dijo, tomando violentamente de los hombros a Jennie para mostrársela a Jisoo, acción que tomó por sorpresa a Jennie.
-Oh, un gusto, soy Jisoo, amiga de Rosé.- Dijo, sonriendo hacía Jennie y estirando su mano para saludarla, como si su enojo hubiese desaparecido.
-¿Amiga? Eso no decías anoch- La frase de Rosé no pudo ser terminada por el arrepentimiento que sintió tras notar que la expresión de enojo volvía a la cara de Jisoo.
Jennie ignoró aquello, ya que no entendía a lo que se referían, y correspondió el saludo presentándose ante Jisoo.
Continuaron hablando y Jisoo se sumó al grupo, ahora estaban las cuatro esperando a entrar.
-Señorita Manobal, no es necesario la entrada, usted ya puede pasar.- Dijo el hombre que se encontraba junto a la entrada y quien revisaba las entradas a tal "fiesta". Lisa solo brindó una sonrisa forzada a aquel hombre y tomó de la mano a Jennie para entrar. Jennie no entendía tal acción pero hizo como si nada pasara para evitar la burlas de Lisa. Aunque el chiflido que soltó Rosé desde detrás la hizo querer reírse.
Rosé, al ver que la tomaba de la mano, trato de chiflar, aunque esto se había quedado a medio hacer porque Jisoo le pegó un codazo para que se detuviera.
-LISA, VUELVE AHORA MISMO, DILE A ESTE ESTUPIDO QUE NOS DEJE PASAR, PARA LO UNICO QUE SIRVE ES PARA IR AL GIMNASIO.- No hacían ni cinco segundos desde que habian pisado el lugar y ya estaba Jisoo peleándose con el guardia, quien la tomaba como si fuese un muñeco para que se marchara del lugar.
Lisa retrocedió, aún con Jennie de la mano, para decirle a aquel guardia que las dejaran pasar. El guardia obedeció. Jennie no entendía porque le tenían tanto respeto, realmente no sabía el poder que tenía aquella familia.
Ahora estaban todas dentro. Muchos hombres se acercaban a Lisa a saludarla, parecían ser conocidos de ella.
-No me sorprende verte por aquí, Lisa. - Decía un hombre alto, tatuado y vestido de traje, que probablemente era algún otro mafioso.- ¿Es tu novia?- Preguntó por Jennie, quién casi se atraganta con su propia saliva tras escuchar tal pregunta.
-Creo que eso no es de tu incumbencia, siempre tan metido en mis temas personales.- Contestó Lisa, se trataban con bastante confianza.
Se despidieron y avanzaron las cuatro hacia una mesa.
-¿Por qué no le dijiste que no somos nada?- Le pregunto Jennie, en un susurro, para que Jisoo y Rosé no escucharan.
-¿Por qué te preocupa tanto, Kim? Lo hice a tu favor, para que tu reputación sea aún mejor y para que se te suba un poco el ego, ya se que te mueres por estar conmigo.- Respondió Lisa, como si nada.
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HOLAAAAA, perdón por la inactividad, estoy en épocas de exámenes y tengo que estudiar demasiado, voy a tratar de actualizar lo mas rápido posible, escribi esto literalmente en mi clase de inglés porque no tengo tiempo, espero que sepan entender y gracias por el apoyo a toda la historia🥹🥹💓
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Girl Boss - Jenlisa
Teen FictionLa historia perturbadora de una chica espeluznante, quien parecía poder matar a cualquiera con sus miradas penetrantes, y su vida como la hija de uno de los hombres mas peligrosos de Corea del Sur. Del otro lado, una niña que creció con resentimient...