Amor Imposible | Halime Sultan

Capítulo 2

2 de Julio del año 1637
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Mientras caminaba, respire para serenarme.

Cuando estaba cerca de los aposentos de la Sultana Kösem, Murad salió con hielos apoyado en su mejilla cortada.

— Majestad — hice una reverencia

El siguió caminando sin prestarme atención, podía ver qué estaba molesto.

Ya no le veía caso ir allí, seguro Murad ya dijo su versión de la historia.

Me voltee y caminé de vuelta a mis aposentos.

Entre en mis aposentos y me senté en el diván.

Estaba tratando de saber por qué Murad está molesto conmigo.

De pronto, una mujer muy sucia entro sin avisar mientras dos Aghas la sostenían por los brazos.

— ¿Que ocurre? — pregunté exaltada

— Sultana Halime, ayúdeme por favor, regreseme a mi casa — suplico la mujer

Inhale profundo antes de comenzar a hablar con esta mujer.

— ¿Cuál es tu nombre? — pregunté

— Sofía — tartamudeo un poco

— Bien, Sofía, es imposible, no podrás ver a tu familia otra vez, le perteneces al Sultán — mire a los Aghas para que se la llevarán

Ellos asienten y se llevan a la mujer

— ¡Por favor, ayúdeme! — pidió la mujer desesperada

Suspiré cansada, ninguna de estas mujeres volverán a ver a su familia.

Estuve mirando a la nada por unos minutos hasta que me di cuenta de que tengo que conseguir más criadas para mi.

Me levanté del diván y caminé hacia el patio de las concubinas.

— ¡Atención! Su excelencia, la Sultana Halime — anuncio un eunuco

Todas las mujeres se levantaron y agacharon la cabeza.

Vi Lalezar quién caminaba por allí.

— Lalezar — llame caminando hacia ella

— Dígame Sultana — ella hace una reverencia

— Eh venido aquí, porque necesito unas cuantas criadas — expliqué

La Khalfa asiente y le hace una señas a las mujeres para que hagan dos filas.

Me acerque a una mujer de la primera fila.

Una mujer de cabellos rubios, ojos azules, podía ver su inocencia.

Las mujeres aquí reciben un nombre al llegar, un nombre que las representen.

— Mi nombre es Lucrecia — respondió la mujer

— ¿Cuántos años tienes? — pregunté

— Tengo 15 años — respondió con timidez

— Bien — mire a Lalezar, Lucrecia se puso al lado de la Khalfa

Mire a la mujer que anteriormente había irrumpido en mis aposentos, no le preste atención.

Seguí caminando entre las mujeres y me detuve en frente de una mujer de cabellos castaños.

— Ve con Lucrecia — demandé

La mujer hizo una rápida reverencia y camino hacia Lucrecia

Decidí que solo necesito a dos criadas, prefiero calidad antes que cantidad.

Me fui y Lalezar me siguió al igual que las mujeres.

Cuando llegamos a mis aposentos, me siento en el diván.

— Lucrecia, tu nombre ahora es Ayşe — declaró

Dirigí mi mirada a la mujer de cabellos castaños, pensaba que nombre ponerle a la joven mujer.

— Tu nombre ahora es Esma — declaró con una suave sonrisa adornando mi rostro

Las mujeres sonrieron, Lalezar se encargaría de saber todo lo que tienen que hacer.

Un Agha entro en mis aposentos, hizo una reverencia y empezó a hablar.

— El Sultán la ha invitado comer en sus aposentos — el Agha se va, sonreí, me gustaría pasar tiempo con el

Me levanté del diván y me fui, caminé hacia los aposentos de Murad.

Eh visto que la Sultana Kösem, tiene intenciones de casarme con algún Paşa.

Pero es mi deber como Sultana, casarme con alguien a quien no amo.

— Abran, el Sultán a solicitado mi presencia — le dije a los Aghas que custodiaba la puerta

Los Aghas asienten y abren las puertas.

Entre y ví a Murad sentado en un gran sillón, al verme, sonrió con alegría.

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