Capítulo 3

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2 de Julio del año 1637

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Entre en los aposentos y Murad estaba sentado en un cojín en el suelo, al frente suyo había una mesa llena de comida.

— Majestad — hice una reverencia

— Ven, sientate conmigo — invito

Hice caso y me senté junto a el

— Mi madre y mis hermanas llegarán más tarde — Murad cogió con su mano un pedazo de ave cocinada y se lo comió

Antes de que pudiera decir algo, las puertas se abrieron, Lalezar entro con un bebé en brazos.

Me levanté y fui hacia Lalezar para que me entregara al bebé.

— Su nombre es Zeynep — informo Lalezar

En pocos segundos logré que la hermosa bebé se calmará.

— Yo me encargaré — le dije a Lalezar

Lalezar miro a Murad esperando su aprobación, el asintio.

La Khalfa hizo una reverencia y se retiró.

— ¿Dónde está su madre? — pregunté

— Está muerta — respondió

— Oh... — me senté otra vez junto a Murad con la bebé en brazos

— Seguro extraña a su madre, nada podrá hacerla olvidar a su verdadera madre — acaricie un poco la delicada mejilla

— ¿Cómo ha estado Fátma? — pregunto

— Está bien — respondí con una suave sonrisa

— Serías una gran madre — murmuró Murad

— ¿Usted cree? — le dije sonriendo felizmente. — La Sultana Kösem tiene intenciones de casarme con algún Paşa importante.

Su reacción no fue la que esperaba, solo bajo la mirada un poco molesto, no quise seguir hablando y me concentre en Zeynep.

Las puertas se abrieron nuevamente, ví a esa mujer, Farya.

— ¿Que hace ella aquí? — pregunta molesta

— Ten más respeto por tus superiores — regaño molesta

— ¿Que quieres? — dice Murad

— Me dijeron que comerías solo, quería acompañarte.

— Será mejor que me vaya, para que tengan una buena cena — me levanté con Zeynep en brazos y hice una reverencia a Murad

— Tu no te irás — Murad me detuvo

— Murad... — Farya fue interrumpida por Murad

— Vete — ordena

Farya sin hacer una reverencia, se va corriendo, chocando con mi hombro.

Quise decirle algo, pero me contuve.

— Siéntate y espera — ordeno en un tono tranquilo pero a la vez me daba miedo

Sin protestar, me volví a sentar a su lado.

— Casi me hace soltar a Zeynep — yo suspiré

— Ella no era así — murmuró

— Si no le molesta, ordenare que lleven a Zeynep con alguna nodriza para que la cuide — espere a que Murad me diera su aprobación

Sonreí cuando el asintio, me levanté y fui hacia la puerta, sabía que Murad me miraba atento.

Entregue a Zeynep a una de las mujeres que andaban por allí.

Después, volví hacia Murad

— Espero que todos lleguen pronto, ya tengo hambre — pensé en voz alta

Me volví a sentar y platique con Murad sobre muchas cosas, me gustaba hablar sobre sus batallas, sus victorias y derrotas, me gustaba saberlo todo.

Cuando pensé que no iban a venir, la Sultana Kösem y las demás Sultanas entraron en los aposentos, me levanté con rapidez para hacer una reverencia.

_ Mi bella Halime — Kösem puso su mano en mi mejilla y la acarició suavemente

— Es bueno verla de nuevo, mi Sultana — sonreí

Toda la familia más cercana a Murad estaba allí, Kösem, Gevherhan, Atike, Kasim, Ibrahim, todos estaban compartiendo lo que parecía ser una familia unida por el amor y la armonía.

— Que bueno que todos compartamos en familia — dijo la Sultana Kösem con una gran sonrisa en su rostro

Mi madre me decía que la Sultana Kösem no sonreía mucho.

Sin darme cuenta, Murad tenía entrelazada su mano con la mía, nadie le prestó atención a eso.

Cuando todos terminamos de comer, ya era casi de noche, el sol ya se estaba ocultando.

Todos se retiraron, menos yo, que seguí al lado de Murad por un buen tiempo.

— Debo irme — recordé al mirar por el balcón — Que tenga buenas noches, majestad — lo abrace, el me correspondió

Me levanté y me fui a mis aposentos con una gran sonrisa que no podía borrar de mi cara.

Cuando llegue, ví a Kasim ojeando mis libros de la estantería.

— Quería desearte buenas noches, solo eso — fue lo primero que dijo cuando me vio

— Será mejor que se vaya a descansar, a sido un día agotador — sugerí

El se me acercó y me abrazo suavemente, beso mi frente y se fue.

Fue un día emocionante para mí, a comparacion de mi otro palacio, en el palacio de mi madre no sucedían cosas interesantes, lo único que era interesante es cuando madre se casaba con algún otro Paşa.

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Amor Imposible | Halime SultanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora