Capítulo 4

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3 de Julio del año 1637
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Era un hermoso día por la mañana, había amanecido de muy buen humor, no iba a dejar que alguien arruinara eso.

Estaba en mi cama leyendo un libro sobre como hablar Ruso.

— Sultana — llamo Ayşe

— ¿Que sucede? — pregunté

— La Sultana Kösem ha solicitado su presencia en sus aposentos, es algo urgente — informo Ayşe, suspiré, si es urgente debe ser de algún tema serio

Me levanté de mi cama y caminé fuera de mis aposentos, respire profundo antes de comenzar a caminar hacia los aposentos de mi querida abuela.

Mientras caminaba, desde otro pasillo, ví a Farya pelear con una concubina.

— ¿Que ocurre aquí? — pregunté mientras caminaba hacia ellas

— Sultana, la Sultana Farya me estaba amenazando — hablo la mujer con lágrimas rodando por sus mejillas

— Vuelve al Harén — ordeno

La mujer hace una reverencia y se va

Farya estaba nerviosa, con la cabeza agachada.

— Vuelve a tus aposentos — le ordenó a Farya — No tengo tiempo para discutir contigo.

Me dió la vuelta y sigo caminando hacia los aposentos de mi abuela.

Cuando llegó, logro escuchar llantos que provienen desde adentro.

Entro en los aposentos y me encuentro con Gevherhan y Atike llorando.

— Querida abuela — hago una reverencia

Kösem le hizo una seña a Atike y a Gevherhan para que se vallan.

Gevherhan agarró su vestido con sus manos y lo alzó un poco para después salir corriendo fuera de los aposentos, Atike camino lentamente hacia la puerta de los aposentos, salió con la mirada a bajo.

— Seguro te estás preguntando por qué estás aquí — comenzó hablar — Encontré un esposo adecuado para ti, tiene un buen puesto en el imperio, es uno de los Paşas más cercanos a Murad, todo saldrá bien.

— Cómo usted desee — hago una reverencia y me dió la vuelta para irme

Mientras caminaba me encontré en uno de los pasillos a Farya y Silahtar Paşa.

— Debes recordar que no quiero que nadie sepa sobre esto — advirtió

— Lo se Sultana, nuestro Sultan jamás sabrá del asesinato de Şemsişah — Prometió

No aguante y seguí caminando para atraparlos con las manos en la masa.

— ¿Que ocurre aquí? — pregunté a Farya

— Mi Sultana, solo estábamos hablando sobre cosas sin importancia — respondió Farya

Asentí y me fui a mis aposentos, me pose sobre le diván y suspiré.

Mi momento había llegado, el mismo destino de todas las Sultanas de nacimiento, casarse con un buen hombre para asegurar un buen futuro.

No sé con quién me casaré, lo sabré en su momento.

Pase toda mi vida encerrada en un gran palacio, no quería ser como mi madre, tuvo muchos hijos de diferentes matrimonios, todos murieron a corta edad, menos yo.

Antes de la Sultana Kösem, se pensaba que traer al mundo a una niña, la mujer seria vista como débil ante los ojos de los demás, pero no fue así conmigo, nací en Estambul, y aquí moriré.



9 de Noviembre del año 1637

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Todo estaba echo, hoy era el día de mi boda, estaba nerviosa, muy nerviosa a decir verdad.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de las puertas abriéndose.


El Sultan Murad irrumpe en mis aposentos, parecía tranquilo, pero podía sentir su enojo.

— Majestad — hago una reverencia

— Ven — Murad tomo mi mano y me jalo fuera de mis aposentos, no sabía a dónde me llevaría

Me llevo hacia una extraña habitación, en la habitación había una ventana, cuando mire por allí, ví a varios hombres arrodillados con la cabeza agachada.

— ¿Que es esto? — pregunté a Murad

— Si no te casas conmigo, no te casarás con nadie — murmuró

Sin mostrar algún miedo, volví a centrar mi mirada en los hombres, creo que son Paşas.

Habían más de 8 Paşas, de diferentes edades.

No sabía que hacer ante las palabras de Murad, yo soy su familia, soy su sangre, el amor entre nosotros no está bien visto.

La Sultana Kösem se va a enojar mucho, pero no creo que a Murad le afecte su opinión.

— Hablé con mi madre — susurro detrás de mi

— ¿Hablaron sobre que, majestad? — pregunté

— Tu serás mi esposa — declaró poniendo sus manos sobre mi cintura

— ¿Que pensará mi madre sobre eso? — pregunté

— Eso no le va a importar, estoy muy seguro de eso — era cierto lo que decía, mi madre siempre prefirió a Kasim, se preocupaba muy poco por mi, así que no creo que intente hacer algo

Si casarse entre primos es mal visto, cómo será que un tío y su sobrina se casen, causará muchos disturbios.

Pero conociendo a Murad, matará a quien sea que se interponga entre sus decisiones.

Me volteo para mirar a Murad, lo veo frente a mi y es bastante alto.

Pero yo soy casi de su altura.

Llevo sus manos a mis mejillas y puso su dedo pulgar en mi labio inferior, sin previo aviso, unió nuestros labios en un beso apasionado.

No me resistí, no hice nada para detenerlo, solo me deje llevar.

Por instinto, puse mis brazos alrededor del cuello de Murad, aferrandome a el.

No nos separamos hasta que nos faltó aire.

— Quién sea que se interponga en lo nuestro saldrá muerto — me miro con una media sonrisa en su rostro

Sonreí ante sus palabras, era de esperarse, le gustaba matar gente por diversión.

Murad me beso una vez más antes de tomar mi mano y llevarme a sus aposentos.

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Amor Imposible | Halime SultanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora