Pretty Little Liars [Fanfict] - An Almost Perfect Secret (En Español)

Temp. 1, capítulo 1 (Piloto).

   

     PALO DE ROSA, PENNSYLVANIA.

     Hoy era una noche de tormenta en particular, unas vibras y sensaciones se emanaban dentro del granero de los Hastings. Un ruido curioso se lograba escuchar, eran risas sonoras por todos lados, dulces voces diferentes como una melodía de una canción relajante; algunos comentarios en tono de habladuría muy jocoso y expectantes se lograba oír. Además, no se podía obviar el gran olor a alcohol que se desprendía dentro del ambiente de dicho lugar. Entre bromas y chismes de adolescentes, se mostraban seis chicas muy unidas.

     Mientras se compartían el vaso de alcohol, una de ellas cuyo nombre era Spencer, le dio un trago a aquella bebida. No obstante, algo llamó la atención, la luz comenzó a titilar hasta que el lugar quedó en completa oscuridad. Dicho suceso dejó a las chicas confundidas. ¿Qué estaba sucediendo con exactitud y por qué tan de repente? Aria, la chica con algunos mechones color rosado brillante, yacía un poco asustada. De repente, optó por encender la linterna que recordaba que estaba en una de las mesas donde ella se había sentado, por la parte de atrás. Las velas no eran una opción, estaban en uno de los estantes y sin oscuridad alcanzaban a ver. Con la linterna logrando una mejor visión, de pie se colocó.

     —¿Qué pasó? —preguntó Emily.

     —Debió ser la tormenta. —respondió Spencer.

     —¡Genial, y a mí que me encanta la oscuridad! —comentó Nora sarcástica.

     —Chicas, tenemos a una miedosa entre nosotras. —dijo su hermana gemela, tratando de mantener la atmósfera calmada de antes.

     —Eso no es cierto, Jane.

     —Duermes con la lámpara de la mesita prendida, Nor.

     —A Tex le gusta dormir así.

     —¡No metas al loro en esto!

     De golpe, un ruido exaltó a las chicas interrumpiendo su insignificante discusión.

     —Afuera hay algo. —susurró Aria.

     Todas voltearon en dirección a la puerta del granero que estaba siendo abierta a una pequeña velocidad: —Chicas... —Hanna, la rubia, fue la primera en hacer notar lo asustada que estaba, contagiando a las demás como si de una gripe se tratara. Las seis chicas se juntaron temblando. Con Aria adelante alumbrando, se aproximaron lentamente hacia la entrada que estaba entreabierta. Otro ruido se escuchó, aunque esta vez algo diferente, un pedazo de vidrio se había estrellado, y gracias a esta ocasión, las chicas gritaron.

     Estaban a punto de descubrir quién había sido el causante de tal desastre, hasta que apareció frente a ellas volviéndolas a asustar.

     —¡Cuidado!