cap.23 vuelta a casa

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Pov. Paula

Si os preguntáis como fue con mi madre, pues la mujer intentó apoyarme, su incomodidad era notable aún así se le veía la intención de acoger a Alexia y que las dos estuviéramos cómodas en su casa, aún que ella no lo estuviera. Hubo un momento en el que estábamos sentadas en el sofá y mi madre sentada enfrente nuestra en su sillón favorito, estaba feliz en ese momento la conversación era fluida hasta que Alexia puso su mano encima de mí pierna. Un comportamiento que con Pablo pasó desde el primer momento y no pasó nada, es más les veía cara de orgullo, pero esa vez su cara cambió y la seriedad volvió a lo que Alexia retiro rápido su mano.

Cuando nos íbamos llegó mi padre. Al verme se paro pensando si avanzar o volver a salir. Al fin, entró vino directo a mi y me abrazo. Pude respirar, en el fondo mi padre no me odiaba. Se separó de mi cuando vio a Alexia.
-hola-le dijo tendiendole la mano desde la distancia, mucho mas serio de lo normal-.
-hola- contestó ella con timidez-.
-no lo entiendo- me dijo mi padre mirandonos-. Porque es ella, no?
-si, papá! Ella es Alexia- le dije mientras notaba salir mi sonrisa-.
-de verdad que no lo entiendo- repitio-.
- que no entiendes papá?
-que os pasa?-dijo mirándonos- sois dos mujeres hermosas, de verdad que problema tenéis?-iba a abrir la boca para protestar cuando siguió-hija! Si Pablo te hizo algo...igual a tí Alexia, si alguien te ha hecho algo, podemos ayudaros.
-papá que dice!! -ya me molestaba- nadie nos ha hecho nada..
-tranquila- me dijo Alexia apretando mi mano-.
-papá, solo me enamore de una persona excepcional. Puedes entender eso?
-estas segura que no confundiste ese amor que dices con una gran amistad?
-que dices!!- grité enfadada-.
-mire señor -por primera vez Alexia decidió hablar- entiendo que le puede ser difícil de entender. Pero yo a su hija la amo, no como amiga, la quiero en mi vida como mi pareja.
-eso no está bien- dijo mi padre para dentro, aún así todas las presentes lo oímos-.
-señor solo le pido que me deje demostrar que hare feliz a su hija.
-Ramón deja ya a las chicas, se les hace muy tarde- le dijo mi madre sin saber como salir de esa conversación que cada vez estaba más estancada y no llegaria a nada bueno-.
-esta bien- dijo más que resignado-. Ni puedo prohibirte con quien ir, eso sí hija no me pidas que actúe con naturalidad de un día para otro. -vino a abrazarme-. Me esforzaré, de verdad que lo haré pero ahora mismo no puedo, necesito tiempo para asimilar. -me soltó de su abrazo-. Venga chicas, fuera de mi casa que no quiero que os pillé la noche y conduzcan con prisa.
Cuando me fui a despedir de mi madre pude ver como mi padre se acercaba a Alexia y le decía algo a escondidas.

Por fin llegamos a Barcelona. La mayor parte del viaje fue en silencio, me sentía culpable, aún la insistencia de Alexia de que no me preocupara yo sabía que se había metido en problemas por mi culpa. Fallo a su equipo por mi y ese sentimiento no salía de mi cabeza.
-vamos a mi casa?- pregunto Alexia mientras no sacaba la vista de la carretera-.
-no, necesito ir a mi casa.
-vale, pero yo tendré de ir a por Nala, no me gusta dejarla sola tanto tiempo.
-mejor ve con Nala y a mi me dejas en mi casa.- a lo que ella saco la vista de la carretera para verme-. Ya nos vemos mañana.
-porqué? Estás bien? Estamos bien?
-estamos muy bien- dije poniéndole una mano en su muslo- solo necesito hablar con Sara, lo entiendes verdad?- pregunté con miedo a lo que ella asintió-. Hablar a solas.
Llegamos delante de mi casa, aparcó en doble fila para que saliera.
-gracias!
-por qué me das las gracias?
-por venir a por mi, por apoyarme, por quereme, por ser como eres.
-si, es por eso, también tengo de darte las gracias, no crees- me izo reír, y negé con la cabeza divertida-.
-te quiero- salió de mi casi sin querer-.
-y yo a tí, pequeña!
- me das un beso?
Se acercó y me beso. Fue un beso tierno sin prisas y lleno de amor, nos lo estábamos diciendo todo sin necesidad de hablar.
Seguíamos besandonos cuando nos interrumpió un flash, me separe de golpe y vi a Carlos pegado a la ventana del coche. Pronunció un gracias chicas y se fue corriendo.
-MENUDO HIJO DE SU MADRE!-grité-.
-amor, tranquila. Sube a casa y descansa. Yo me encargo de intentar paralo, llamaré al club a ver si me pueden ayudar y conseguimos parar esa exclusiva.
-te quiero- digé y salí del coche-.

-Hola!-dije alto para que Sara me pudiera oir-.
No obtuve respuesta. Supuse que estaba en su habitación, se oía su música bastante fuerte. Así que me quité las zapatillas deportivas y me dirigí hacia allí.
Llamé la puerta y volví a gritar un hola.
Su música paro, y enseguida abrió la puerta.
-pau!! Como fue? Estás bien?
-estoy mejor!
-no me mates por dar la dirección a Alexia..
-de hecho, gracias por eso!
-espera, espera- dijo agarrándome la cara y empezando a observar me como si estuviera buscando algo- quien eres?
-callate idiota!!
-ah mira, pues si que eres mi amiga- dijo riendo y haciendo que yo también estallara de risa.- donde está?
-quien?
-quien va a ser?! Alexia.
-le dije que se fuera a su casa.
-porqué?
-no lo se, en aquel momento me pareció lo mejor.
-y ahora no?
-necesito contarte lo que pasó, hablar solo contigo, a solas quiero decir. Pero también la necesito a ella...
-vale, respira. Como siempre Pau, vamos por pasos. Primero me cuentas y si luego la quieres ver vas en su busca.
-es muy tarde Sara!
-y? Créeme no le importará.
Nos sentamos al sofá, yo tumbada encima de sus muslos y Sara acariciando mi pelo. Sabiendo perfectamente que el hecho de tocarme el pelo me relajaba. Le conté todo, desde mi llegada y la insistencia de mi padre con Pablo, a como se decepcionó ante mi salida de armario, como mi hermano me apoyo y mi madre aún sin entender intentó apoyarme como supo. Y que cuando Alexia y yo nos íbamos, volvió mi padre y al final intentó entender sin conseguirlo. Pero que eso ya era un logro.
Por su lado ella me contó lo mal que lo pasó Alexia y la insistencia para que le diera la dirección donde me encontraba. Saber eso me hizo sentir mal, como podía hacer sufrir así a un a persona tan dulce?!

Por su parte Alexia así que piso su casa, agarró el teléfono y llamo a todo el que se le ocurrió que podía tener algo de poder para frenar la exclusiva. Después de dos horas de distintas conversaciones, consiguió el objetivo. Mañana no saldría, aún así sabía que pronto daría a la luz, ya que para asegurarse de que no saliera tenia de pagar tal cantidad de dinero que no le daría ni para comer. Tenían de pensar algo más, o en una semana estaría en los quioscos.

Solo Si Preguntas TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora