Solo Si Preguntas Tú

cap.18 eres mi salvavidas

Pov. Paula

Salí de la redacción con un cabreo monumental. No me podía creer todo lo sucedido justo unos minutos atrás. Andaba por la calle con mi caja que pesaba más a cada paso. Más tarde tendría de volver para recoger mi moto ya que con la caja no podría conducirla.
A medida que mis pasos aumentaban y más cerca estaba de casa, más preocupada estaba. Ahora estaba cabreada conmigo misma, como se me ocurre dejar así el trabajo por el que tanto he luchado. Además si cumple con su amenaza no trabajaré nunca más de lo que me gusta.
Llegé a casa esperando encontrar a Sara. No estaba y mis lágrimas empezaron a brotar si pausa. La necesitaba mas que nunca, tenía de hablar con ella, ella sabría como calmarme y como darme esperanza. Agarré el móvil y llame a su número.
-Sara!- dije intentando calmar mis sollozos-.
-Paula! Que te pasa? Estás bien? Donde estás?
-Estoy en casa, donde estas tu?- no podía parar de llorar-.
- Con Ana. -Su voz era pura preocupación-. Estate quieta, ahora vengo.
-No, quédate con Ana, yo estoy bien-dije autocovenciendome-.
-como que estas bien, puedo escuchar tu llanto!
-de verdad, quedate con Ana.
-estoy en camino.

En menos de media hora, Sara cruzaba el portal. Entró encontrándome hecha una bola e el sofá con una mantita por encima y por lo menos cincuenta bolitas de pañuelos de papel tirándose por mi alrededor.
Sara se acercó corriendo a mi, se agachó y me abrazo fuerte, haciendo que mi llanto volviera con más fuerza. Levante un poco la cabeza y vi a Ana observandonos a cierta distancia, dejando el espacio e intimidad que necesitaba en aquel momento.
-Que ha pasado?- pregunto Sara a mi oído sin soltarme del abrazo-.
-he dimitido.
-que??- dijo incrédula, ella sabía lo importante que era ese trabajo para mi-.
-no quiero hablarlo ahora.- dije volviendo a llorar-.
-esta bien!- me soltó un poco solo para girarse y mirar a Ana- Cari, puedes traerle un vaso de agua porfavor.
-no teníais que venir- dije una vez Ana no podía escuchar-. Yo puedo esperar.
-Ni de coña, si tu estás mal yo estoy contigo, me oyes?! -asentí-
-Que haré ahora? Me quedé sin nada.- Ana llegó con el vaso de agua y me lo dio- gracias, Ana.
-necesitas algo más?
-no, gracias. -mire a Ana por que sabía que con Sara no tenía nada que hacer-. Estoy bien, iros a disfrutar de vuestra cita.
-nos quedamos!- sentenciaron las dos al unísono-.
-haznos sitio- Sara me empujó para caber en el sofá a mi lado y que Ana quedará en el otro lado- de momento miramos una peli.-agarró el mando de la televisión y empezó a buscar- a ver.... un drama no, que no quiero que se inunde mi piso- consiguió sacarme una sonrisa- que os parece esta españolada de las tontas. Si no nos reímos aquí, es que es realmente grave.

La película terminó, aunque era divertida, no me reí mucho y ellas lo notaban.
-Veo que es mas grabe de lo que creí. -Sara sabía, que mis dramas los pasaba mejor con películas malas, cuando eso no ayudaba era cuando realmente se preocupaba-. Ven, levanta -me dijo dándome la mano para ayudar-. Ve a darte un baño con espuma, intenta relaxarte, nosotras haremos algo para comer.
-No tengo hambre.
-vas a comer. Ahora a la bañera. -dijo autoritaria.- a lo que yo le hice caso-.

Cuando salí del baño, vi desde el fondo del pasillo la mesa parada para cuatro. Por un momento me extraño, pero en seguida escuche su voz. Que hacía aquí?- me pregunte- A la que Alexia me vio corrió a mi y me abrazo fuerte. Fue una sensación tan extraña...solo por un simple abrazo ya sentía paz y a la vez me daba pena que me viera hecha un asco.
-que te ha pasado?-pregunto preocupada, aún que sabía que le habían contado lo poco que sabian-.
-que haces aquí? -contraataque yo-
-AnaMaria me ha dicho que estabas mal, y no me he podido quedar en casa sabiendo que no estás bien. -la abrace más fuerte, realmente no sabía que la necesitaba tanto-. Espero que ha mi me cuentes que ha pasado. No me gusta verte así.
-Luego te lo cuento. Ahora solo quiero estar contigo. -ella se acercó más y me dio un tierno beso que me dio la tranquilidad que estaba buscando-.
-ven a comer. No acepto un no- dijo al ver mi cara- vas a comer.

Comí. Comí poco pero mucho más de lo que hubiera hecho sin ellas. Le dije a las chicas que ya estaba mucho mejor y que se fueran. Aún me sentía más culpable al verlas allí, sabía perfectamente que había estropeado su cita y aun que ella no le daban importancia y me decía que como buenas amigas están siempre que las necesiten ya habían hecho bastante.
Alexia me dio la razón, ella también era conocedora de su primera cita. Al final alexia tubo de prometer quedarse conmigo y llamarlas si fuera necesario y con esto accedieron a marcharse.

-ahora, me vas a contar que te paso?
-dimití.
-por qué? A ti te encanta tu trabajo?
-querían que hiciera un artículo que va en mi contra.
-no te entiendo.
-querían que investigara quien es tu nuevo amor. "Si haces un artículo desvelando el nombre de la chica, subiran los subscriptores"- imitando la voz del jefe-. "recuerda que tienes un contrato de prueba" todo eso me dijo mi jefe.
-entiendo. Pero no hubiera sido mejor intentar hablar? Seguro le convences de hacer algo más.
-Joan me propuso inventarnos un artículo con muchas palabras sin terminar de decir nada.
-es buena idea.
-no lo es!- dije enfadada-.Yo soy periodista deportiva no de la prensa rosa y por encima de todo no miento.
-lo sé! Y que harás ahora?
-no lo se. Morir de hambre-dije entre sonrisa para cortar un poco la seriedad de la conversación-.
-no, eso no lo permitiré.
-la verdad no lo sé. Es posible que tenga de volver al pueblo. Me ha amenazado que si habla nadie me va a contratar.
-menudo idiota! -dijo enfadada-. Otra cosa como saben que me gusta una chica?-pregunto coqueta-.
-Por el video de Jenni del otro día.
-joder!, lo siento Paula.

Me acorruqué en su pecho y pusimos algo de música de fondo. Ella estaba acariciando mi pelo y eso me relajaba. Ya estaba muchísimo mejor.
-sabes!-dijo alzando mi barbilla para que le mirara en los ojos-. Creo que ese idiota se va a arrepentir muchísimo de haberte dejado ir.
La mire confusa, que me quiere decir? Al ver que no decía nada, siguió.
- me han llamado esta mañana desde Francia.
-desde Francia? No me digas que fichará por el lyon, porque me suicidó, ya te lo digo..
-como quieres que deje el club de mi vida?!
-si no es eso, que quieren los franceses?
-puede que estés delante de la mejor futbolista del mundo.
-no....-la mire y las dos sonreímos- NOOOO- grité- juramelo!
-jajajaja te lo juro, estas delante de la nueva balón de oro!
-madre mia!!! -De la emoción salte a sus labios regalándole el mejor beso que pude.-
- eres la primera persona que lo sabe, te pido discreción.
-por supuesto soy una tumba. -volví a saltar encía suyo y a dejarle besos por toda la cara mientras ella no paraba de reir-. Eres la mejor, te lo mereces tanto!! La primera con dos balones consecutivos!
-la exclusiva es toda tuya, amor.
Amor. Me ha llamado amor. Quien me viera pensará que soy bipolar de la depresión más absoluta a la euforia.
-amor.- repetí inconsciente-.
-te molesta? Porque eso es lo que eres.
-me encanta! -Y esa vez mis besos fueron a su cuello,y allí oliendo su aroma me vino una gran idea.- sabes? conozco a una chica que creo un canal en streaming que de momento tiene pocos seguidores. Pero les veo muy buen futuro. Mañana la llamaré.
-si es lista te fichará sin pensarlo.- dijo eso agrande de la cintura y sentándome encima suyo.-
Empezamos a besarnos poco a poco, mis labios fueron de su cuello al lóbulo de su oreja donde aproveché para decirle: -quiero hacerte el amor-. vi como su sonrisa aumento, se aseguró de tenerme bien agarrada y se levantó conmigo a cuestas con mis piernas enredadas en su cintura y sus manos en mi culo. Fuimos a la habitación me dejó encima de la cama sin parar de besarnos y le hice el amor.
-has estado genial.- me dijo mientras recuperaba la respiración.
-la próxima vez estaré mejor.- me levanté para darle un buen beso aún con su sabor en mi boca-. Ahora ya se como hacerlo y sobretodo como te gusta.
-lo espero con ansias.
-te quedas a dormir?
-claro, no te dejaré sola.
-que suerte tengo de tenerte, eres mi salvavidas.
-o tu eres el mío. Ven- dijo abriendo sus brazos para que me acostara-.
Y así abrazada nos quedamos dormidas.