𝗨𝗻 𝗻𝘂𝗲𝘃𝗼 " 𝗽𝗮𝗽𝗮́ " 𖦹 JITZU

-𝑐𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑠𝑒𝑖𝑠

Era un sábado a medio día, Jihyo y Ryujin estaban sentadas en una banca en el parque esperando a la castaña.

Planearon pasar la tarde juntas.

La menor estaba sumergida en sus pensamientos cuando de pronto alguien cubrió sus ojos.

Sonrió esperando el "¿Quién soy?" para poder abrazar a Tzuyu.

Pero en lugar de eso escuchó un ladrido.

¿Un perro le estaba tapando los ojos?

¿Cómo?

¿Tan grande es?

Se hacia miles de preguntas tratando de encontrar una lógica.

-¿Quién soy? -Preguntó una voz.

¿El perro también podía hablar?.

-Un perrito -Respondió segura.

-¿Eh? -Destapó los ojos de la menor y se puso enfrente.

No era un perro, era Tzuyu.

Pero... ¿Y el ladrido? ¿Sabía ladrar?

Una lengua pasó por su mano, asustándola.

Bajó la mirada y ahí encontró la respuesta a sus miles de preguntas.

-Ella es Kaya, la traje para que paseara un rato -Explicó Tzuyu.

Jihyo, quien estaba riéndose por las caras de confusión que ponía Ryujin por fin habló.

-Es muy linda -La acarició -¿Quién la cuida cuando trabajas? -Preguntó curiosamente, Tzuyu trabajaba bastantes horas.

-Mi hermana, vive cerca de mi departamento y trabaja en casa, asi que aprovecha de ir y cuidarla.

-Oh, ya veo -Entendió Jihyo.

Ryujin acarició a Kaya, recibiendo unas cuantas lamidas.

Un brillo se desprendió de sus ojos, era muy suave.

Siempre quiso una mascota, daba igual cuál fuera.

Pero el departamento es muy pequeño, además casi nunca estaban en casa.

-Venga, vayamos a ponernos en algún lugar -Dijo Tzuyu, buscando con la mirada un buen lugar.

Asintieron y se pusieron de pie, decidieron ponerse abajo de un árbol ya que brindaba sombra.

La más alta sacó una pelota de tenis de su mochila y se la ofreció a Ryujin.

-Juega un rato con Kaya -Le ofreció, al ver la gran sonrisa también que esbozó la menor sonrió.

Tomó la pelota y miró al animal, el cuál estaba dando vueltas mientras ladraba emocionado.

Tiró la pelota y casi instantáneamente Kaya salió corriendo tras ella.

En menos de tres segundos ya estaba devuelta con la pelota en la boca, entregándosela a Ryujin para que la tirara nuevamente.

Siguieron jugando por un rato hasta que Jihyo las llamó para comer.

Kaya devoró su comida y se echó a dormir un rato.

Hablaban de diversos temas, también Tzuyu contaba chistes que solo a Ryujin le hacían gracia.

-Si quieres puedes ir a jugar a los juegos -Le dijo Jihyo -Nosotras te veremos desde aquí.

-Si, además creo que Kaya tardará un buen rato en despertarse -Rió Tzuyu al ver a su perro boca arriba mientras soltaba leves ronquidos.