-𝑐𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑜𝑐ℎ𝑜

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Ryujin abrió lentamente los ojos, incorporándose en su cama y estirándose.

Espera... ¿Cama?

Miró a su alrededor, estaba en su habitación.

Pero, ¿Cómo? Según recordaba se había dormido en el sofá.

Después de pensarlo por un rato decidió que lo resolvería en otro momento, tenía hambre asi que se levantó y fue hacia la habitación de su madre.

Abrió la boca para decir los buenos días, hasta que se dio cuenta que Jihyo no estaba durmiendo sola.

Bajo la mirada para pensar mejor las cosas.

Tzuyu siempre dormía en el sofá ¿Hicieron una excepción? Al parecer sí.

-Hija -Una voz familiar llamándola la sacó de sus pensamientos.

Levantó la vista, Tzuyu y Jihyo estaban incorporadas en la cama abrazándose, con sus brazos estirados indicándole que se uniera.

Ahí se dio cuenta, que Tzuyu la llamó hija.

Una inmensa sonrisa adornó su rostro.

-¡Papá! -Rápidamente corrió hacia la cama mientras reía y se unió al abrazo.

-Pensé que se demoraría más en captarlo -Rió Jihyo.

-Soy integilente -Dijo Ryujin.

-Inteligente, cariño -Corrigió Tzuyu.

-Eso-Rió -¡Ahora podremos salir más seguido! Podremos ir más al parque, salir a jugar, jugar en casa, me podrás ir a dejar a la escuela, po- -Fue interrumpida por la risa de ambas mayores.

-Rapeas bastante bien Ryujin -Le acarició la cabeza la castaña, Ryujin habló muy rápido -Y con respecto a lo que decías, si, ahora podremos ser aún más unidas de lo que éramos antes -Y eso es mucho.

La menor no se quería despegar del abrazo de la más alta, el saber que ahora Tzuyu la llamará "hija" la hacia demasiado feliz.

Después de todo, su sueño de tener un papá se hizo realidad.

Después de desayunar, Tzuyu tuvo que ir a buscar algunas cosas a su departamento, ya que pasaría el fin de semana con su familia

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Después de desayunar, Tzuyu tuvo que ir a buscar algunas cosas a su departamento, ya que pasaría el fin de semana con su familia.

Familia... Era tan hermoso decirlo así.

"Ya tenemos una familia... Nunca pensé llegar tan lejos en éste cuerpo..."

"No llores voz número dos, sé que es difícil de creer..."

"¡También estás llorando voz número uno!"

"¡Ya cállense! ¡Dejen de llorar, par de idiotas!"

"... ¡Les dije que dejaran de llorar, no que lloraran más fuerte!"

Después de debatir con las voces de su cabeza se dio cuenta que ya había llegado, abrió la puerta, encontrándose con una sorpresa del otro lado.

𝗨𝗻 𝗻𝘂𝗲𝘃𝗼 " 𝗽𝗮𝗽𝗮́ " 𖦹 JITZUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora