𝙏𝙧𝙖𝙞𝙣𝙚𝙚 ✰ Una Historia Con Stray kids ✰

Capitulo 6 2/2

Parte dos

Paparazzi.

El beso de Chan no era romántico y lento, todo lo contrario el beso de Chan era demandante y posesivo, sus labios eran tan suaves y la forma en la que su lengua entraba en mi boca tocando la mía es jodidamente excitante. Alce mi pierna a su cintura y él agarró mis dos piernas alzandome, pegándome más a él.

Chan tenía una notoria erección y la estaba presionando contra mi entrepierna haciéndome jadear.

El lo notó y se separó para tomar un poco de aire.

— ¿Tan mojada tan pronto? —dijo riendo ladeando la cabeza a un lado de forma burlona.

— Es tu culpa, además —moje mis labios llamando su atención —. No soy la única que está caliente.

Presione mis piernas contra las suyas haciendo que su erección se frotara más contra mi, ganándome un gemido de Chan.

— ¿Oh tan… —su boca cayó mi boca de un beso aún más intenso que el anterior. Soltó una de mis piernas para agarrar mi cuello y hacer presión sacándome un gemido.

Se separó de nuevo.

— ¿Qué decías? No te escuché —exclamó a centímetros de mi boca tentándome.

No podía dejar de ver sus labios y bien que se veían todos rojos y mojados.

— Chan… por favor —dije casi en un susurro.

Río de nuevo burlón.

— ¿Qué quieres?—tomó un poco más leve mi cuello acercándome —. Vamos Blake, ¿Que dijimos de las palabras? Úsalas y yo te daré lo que quieres bebé.

Era imposible que te exitaras con solo palabras, pero existe Christopher Bang así que no es tan imposible.

— Channie, follame, por favor —rocé sus labios y él me miraba ahora serio.

Baje mi mano de su pecho, y la pasé por su abdomen aún con la mirada en sus ojos, hasta llegar a su pantalón. Sonreí mirando como sus labios se abrían.

— ¿Qué pasa Chan? ¿No te quieres meter entre mis piernas? —Hice un puchero.

— No te das una idea de cómo me quiero meter entre tus piernas, y no de una forma gentil —su nariz rozó la mía.

Ah quiero que me parta en dos ahora mismo.

Chan era de esas personas que te dan diez orgasmos seguidos y después te dicen, ¿Otra ronda? Cuando literalmente te tiemblan las piernas. Algo latía en mi y no era exactamente mi corazón.

— ¿Y qué estás esperando? —tome la banda elástica de su boxer y la solté haciendo que gruñera en mi cara.

Soltó mi cuello y su mano subió a mis labios.

— ¿Qué puedes hacer con esa boquita, Blake?

Ah, te puedo hacer de todo menos decir la tabla del nueve.

Sonreí de mi propia respuesta.

— Lo que tú quieras que haga —rrspondi viendo como sus ojos se tornaban negros de lujuria.

Chan bajó su mano de nuevo hasta mi cuello y fue bajando hasta llegas a mis jeans. Ágilmente desabrochó el boto, bajo el cierre, y metio su mano rozando mi humedad.

Sonrió porque sabía lo que había causado dn mi.

— La nena está mojada y quiere que channie se meta en sus bragas —diho en tono burlón y lo que channie lo dijo con un poco de ironía —. ¿Quieres sentirme Blake?