𝙏𝙧𝙖𝙞𝙣𝙚𝙚 ✰ Una Historia Con Stray kids ✰

Capitulo 12

Desicion.

De encerio, siempre era lo mismo, me alejaba, y él volvía.

Me levanté de la cama y suspire antes de mandarlo a la mierda.

—Vete a la...

Se acercó rápidamente a mi y me tapo la boca con su mano derecha y con la izquierda tomaba mis dos manos. Mis ojos se abrieron de par en par.

— Cierra la puta boca, —su aliento caliente pegaba contra mi mejilla, de verdad estaba enojado — Yo hablo ahora... Bueno, hablar no es exactamente lo que quiero hacer ahora.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo de pies a cabeza. Era impresionante lo que causaba en mí con tan solo unas palabras.

Trague saliva lentamente para que él no lo notara.

Rio.

— Es tan patético que te exites con solo eso, crei que tenias mas aguante.

Levanté una ceja como señal de protesta, obvio no iba a dejar que supiera lo que ya era obvio.

— No intentes negarlo, se bien lo que pasa con tu cuerpo, —sonrió ladino — Después de todo fui yo el que estuvo adentro.

Un escalofrío pasó de mi cabeza a mis pies. Tener a chan tan cerca se había vuelto una costumbre que no quería dejar, debo admitir que no esperaba que me siguiera a la habitación, pero ahora que está aquí no podré sacarlo.

Hice un paso hacia atrás, cosa que no sirvió porque el me siguió el paso. Estaba entre sacarlo y correr hasta el baño y encerrarme ahí, o, comerle la boca, una de dos.

Si, los dos eran una buena opción.

— ¿Qué quieres? —dije mirando al suelo, porque si lo miraba mis piernas iban a temblar.

Tomó mi cara entre sus manos y la giró hacia él. Mis ojos seguían en el suelo por lo que solo tenía una vista periférica de él.

—Mirame —negué— Que me mires blake.

Bien.

Gire mis ojos y ahí estaba su mirada. No se si me reprochaba lo mal que estaba o que él tenía el control aquí.

—¿Qué quieres? —puse mis ojos en los suyos.

Lo hice a un lado y pase.

— Rápido Bang no tengo todo el día.

Se sentó en la cama y yo me senté en el borde de la ventana.

Tenía su mirada en mi. Apoyó sus manos en la parte de atrás de su cuerpo cayendo hacia atrás, eso hacía que las venas de sus brazos resaltaron más de lo normal. Sacudí mi cabeza y puse mi mirada en sus ojos.

—¿Qué? ¿Te comió la lengua el ratón? —pregunte levantando una ceja.

Sonrió.

—¿Qué pasó con Félix? —su pregunta me descolocó un poco.

—¿A qué te refieres? —me hice la desentendida.

ladeo su cabeza apoyándola en su hombro.

— Vamos Blake, sabes bien de qué hablo.

Bueno, en términos de saber no sabía mucho en este momento.

— Tu y Felix, Felix y tu. Su pierna entre las tuyas. Su boca está a centímetros de la tuya. Como lo mirabas Blake —apretó su mandíbula —¿Sabes cómo hierve mi sangre? Estuve a punto de romperle la boca, y luego te veo con ese patético rubio, ni siquiera es natural.