La Señorita Prima Siempre está Ocupada [GL]

Capítulo 72

El deseo de Jun Zishu era que Qian Xing encontrara la felicidad. Por eso, cuando escuchó las palabras de Qian Xing, le dio una palmadita en el hombro como si fueran los mejores amigos y empezó a planear cómo debía vengarse de sus acosadores.

Jun Zishu nunca aceptaba una paliza sin más. Cualquiera que se atreviera a intimidarla tendría que probar las consecuencias.

Así, mientras Shen Zheyan recorría el camino de los recuerdos, escuchó la noticia de que los discípulos del Palacio de Agua de Otoño habían sido golpeados hasta el punto de no atreverse a abandonar su secta.

Aunque, para sorpresa de todos, el Palacio de Agua de Otoño no sufrió ninguna muerte. Los miembros de la secta simplemente fueron golpeados hasta el punto de que sus rostros quedaron irreconocibles.

De los muchos miembros del Palacio de Agua de Otoño, el Señor del Palacio fue el que peor lo pasó, ya que gente desconocida lo atacaba en su habitación todas las noches. No importaba lo mucho que fortificara su habitación. Sus asaltantes lo encontraban y le daban una paliza incluso cuando se cambiaba de habitación.

Para empezar, a los demás nunca les gustó el Palacio de Agua de Otoño. Así que, después de que el Palacio de Agua de Otoño sufriera esta desgracia, la secta se convirtió rápidamente en el hazmerreír del mundo de los artistas marciales.

Mientras tanto, sin que nadie muriera en estos asaltos, el Palacio de Agua de Otoño no podía instigar una guerra aunque quisiera. La secta sólo podía digerir sus agravios y admitir que era inferior al Culto Demoníaco.

Después de la Secta de Agua de Otoño, las diversas sectas que participaron en la intimidación de Jun Zishu también se encontraron con la desgracia. Sin embargo, como no fueron la causa principal de que la identidad de Jun Zishu saliera a la luz, sólo les robaron algunos de sus tesoros.

En el caso de la Secta de la Montaña de la Espada, el viejo líder de la secta se despertó un día y se encontró mirando su preciosa Hoja de Agua Fría. La hoja colgaba justo encima de su cabeza con sólo un fino hilo que la sujetaba. El viejo líder de la secta se asustó tanto que tardó muchos días en recuperarse por completo.

La forma no extrema de venganza de Jun Zishu era como un juego de niños para los artistas marciales que veían frecuentemente el derramamiento de sangre. Así, aunque era agravante, los objetivos de su venganza no podían hacer otra cosa que agachar la cabeza.

Mientras tanto, cuando Shen Zheyan se enteró de las payasadas de Jun Zishu, pensó inadvertidamente en la sonrisa descarada de Jun Zishu.

En ese instante, un sentimiento de anhelo sin precedentes inundó la mente de Shen Zheyan. Entonces, después de que esa ola de anhelo pasara, empezó a esperar ansiosamente el día en que se reuniera con la descarada niña. Tenía el presentimiento de que ese día no estaba muy lejos.

Sin duda, la corazonada de Shen Zheyan dio en el clavo.

….........

Después de viajar por el carril de la memoria, Shen Zheyan llegó al lugar donde se reunió por primera vez con Jun Zishu: Ciudad Jinling.

La ciudad de Jinling seguía tan animada como siempre. En las partes visibles de la ciudad, la alegría y la prosperidad se podían ver por todas partes como de costumbre. En las partes ocultas de la ciudad, la gente también luchaba por sobrevivir como siempre.

Mientras Shen Zheyan caminaba por el barrio rojo de la ciudad de Jinling con su habitual túnica blanca, oyó una suave voz que la llamaba: "Estás muy hermosa, señorita guerrera. ¿Está interesada en experimentar una maravillosa primavera conmigo?"

La persona que hablaba era una chica con un vestido rojo. La chica se apoyaba en la barandilla del balcón del primer piso de un burdel mientras miraba a Shen Zheyan, con la cara medio oculta por el abanico redondo que sostenía.