La Señorita Prima Siempre está Ocupada [GL]

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Todas las desgracias tienen una causa.

El aire estaba viciado y Jun Zishu no sabía cómo debía consolar a la persona que tenía delante. En realidad, Liu Qianqian no necesitaba consuelo, puesto que ya se había vengado.

"Podrían condenarte a muerte por asesinato o, como mínimo, a diez años de cárcel. ¿No te arrepientes? ¿Merece la pena sacrificar tu futuro por una persona así?".

"Claro que me arrepiento. También siento miedo. Pero al menos tengo tranquilidad. De todos modos, nadie espera nada de mí, así que mejor me muero", dijo Liu Qianqian en voz baja, con los ojos fijos en el suelo mientras dejaba escapar un suspiro.

En realidad, ya se había arrepentido muchas veces de su vida. ¿Por qué tenía que sufrir todas esas cosas? ¿Por qué sus padres no la querían? ¿Por qué no podía vivir en una familia feliz y satisfactoria como los demás? ¿Por qué tenía que sufrir acoso escolar?

Desgraciadamente, no tenía sentido hacerse todas estas preguntas. En el caso de la primera, su familia no era algo que ella pudiera elegir. En el caso de la segunda, aunque podría haber hecho algo al respecto, no tuvo el valor de hacerlo en aquel momento.

En la escuela primaria, si hubiera tenido el valor de defenderse de las chicas que la aislaban y acosaban, de vivir la vida con un poco más de valentía o de pedir un cambio de clase, quizá no habría sufrido acoso durante seis años.

En la escuela secundaria, si hubiera tenido el valor de discutir con la gente que difundía rumores sobre ella y de apartar la mano de su profesor, quizá no habría vivido una vida tan miserable.

Sin embargo, ella no tenía ese tipo de coraje. No se atrevió a defenderse. Simplemente se enfrentaba al mundo con baja autoestima, atormentándose a sí misma mientras los demás la atormentaban.

Liu Qianqian amaba y odiaba a Chen Yin. Se aferraba a Chen Yin como una enredadera a un árbol, aprovechando el calor que irradiaba. Pero, al mismo tiempo, temía la posesividad de Chen Yin.

Su vida era como el agua estancada, sin esperanza. Sólo había lo malo y lo peor.

Si Sun Chenxin no hubiera aparecido, Liu Qianqian sentía que nunca habría dado ese paso final.

Tal vez sólo viviría esperando y mendigando.

Jun Zishu sintió el impulso de sacar otro cigarrillo del bolsillo. Sin embargo, se pellizcó rápidamente y resistió el impulso.

"¿Por qué tiraste las partes del cuerpo en diferentes lugares?"

"Para que no pudiera volver a mí", dijo Liu Qianqian en voz baja, con el cuerpo temblando ligeramente.

"¿Dónde está la cabeza de Chen Yin?"

"Está en... Quiero esperar hasta que reciba mi sentencia. ¿Te parece bien?"

"¿Por qué no le dijiste la verdad a los padres de Chen Yin?"

"Es mejor que me odien a que se culpen y se sientan culpables".

Jun Zishu asintió y salió de la celda. Luego, dejó escapar un suspiro deprimente mientras cerraba la puerta de la celda.

El mundo no siempre era justo. Por eso había que trabajar duro para cambiar esa injusticia.

Cuando Liu Qianqian oyó los pasos de Jun Zishu alejándose, enterró la cara en las rodillas. Luego, en un lugar donde nadie podía verla, sonrió.

Era una sonrisa ligeramente extraña y satisfecha.

La verdad no siempre era lo que parecía. A menudo, la verdad que uno suponía conocer podía tener razones más profundas.

Liu Qianqian cerró los ojos y empezó a tararear en su corazón.