¿Saben que es más peligroso que una princesa rebelde? Una princesa con una debilidad, una que verdaderamente ama; una por la que haría cualquier cosa por más bizarra que fuera. Realmente haría todo por esa persona.
Hasta destruir a su propia debilid...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Desembarco del Rey, 11 años.
—¡Daerys! —Oí como me llamaban —. ¡Daerys!
—¡Suéltala! —escuché otra voz a lo lejos.
Escuché las voces de mis hermanos asustados llamar a los guardias. Pero nada me hacía parar, sentía frustración, enojo, mucha ira que poco a poco consumió mi mente, dejándola en blanco con solo un objetivo claro. Dañar a la muchacha que estaba justo debajo de mi tratando de taparse de los golpes que le estaba proporcionando.
Quería que se callara pero ella no lo hizo por más que se lo pedí. Ella seguía insultando a mis hermanos, llamándolos bastardos. No sabía quién era, solo la había visto algunas veces, era parte de la servidumbre.
Sentí como unos fuertes brazos me separaron de la mujer que lloraba desconsoladamente, su rostro estaba completamente lleno de sangre junto con pequeñas cortadas. Sonreí el verla así. Justo como deberían quedar todos los que se metieran con mi familia. O peor.
—¿Qué fue lo que hizo, princesa?
Me trataba de soltar de quien me tenía aprisionada pero no aflojaba su agarre sobre mi. Giré mi cabeza para verlo, sir Harwin Strong, me relajé al ver que era él. Al ver que no iba a hacer nada me soltó cuidadosamente. Observé como se llevaban a la muchacha con el maestre.
Vi como también soltaban a mis hermanos, que los tenían a presionados unos guardias para que no se cercaran a mi.
—Ella insultó a mis hermanos.
Él me dió una mirada para que siguiera hablando.
—Los llamó bastardos.
Él asintió serio.
—Prin...
—¡Daerys!
El llamado de mi madre interrumpió a sir Harwin.
—Por todos los dioses, ¿qué hiciste? —preguntó revisándome —. ¿Estás bien, mi dulce niña?
Asentí dejándome abrazar por ella.
—Solo defendí a mis hermanos de ella, madre.
—¿Qué les hizo? —preguntó llamando a mis hermanos para que se acercaran.
Ellos vinieron directo a abrazarme.
—Nos llamó bastardos, mamá. Daerys nos defendió. No la regañes, por favor —Luke habló rápidamente.
Volví a ver a mi madre y ella estaba viendo a Harwin. Hace poco me enteré de que Laenor no era nuestro padre. Yo era la más parecida a ellos, en cambio mis hermanos no. Sus cabellos castaños oscuros al igual que sus ojos no eran para nada parecidos a nuestro padre, pero si a Harwin. Nunca juzgué a mamá al saber la historia completa, y los gustos de mi padre. Ambos hablaron conmigo y me contaron de su acuerdo. Algo de un pato y un ganso que nunca entendí cuando estaba pequeña, pero al ver lo cercano que era mi padre a su caballero me enteré de todo.
