MI REBELDE DONCEL /"YOONMIN"/ [Edición]

18

__ Mi Rebelde Doncel __
__ YoonMin __

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Las semanas siguientes, Jimin se quedó encerrado en la habitación, tan solo salía para alimentarse, tomar un baño y curar y limpiar las heridas que estaban ya sanas.

Los últimos días, Jimin no tenía animos de nada, y las damas que lo acompañaban día y noche lo sabían y su preocupación había crecido más por el estado de ánimo del menor.

─ Estoy cansado ─ dijo mientras le daba la espalda a las dos  chicas, que están mas que cansadas. Al tartar despertar al menor que no quería moverse ni separarse de la suave cama.

─ Joven Jimin, levantase, lleva semanas así, nos preocupa su salud ─ hablo Eun-ji, con una leve molestia.

Las damas intentaron quitar las sábanas que cubrían al menor ─ Joven Jimin ─ Suspiro cansada ji-suk ─ su salud empeorará si no sale por lo menos al patio, el clima esta muy bonita como para ser ignorada

─ no quiero salir ─ se envolvió más con las colchas

─ Jimin-Shi, vamos, sal de aquí ─ ambas damas se encontraban ya agotadas, suspiraron con fuerza rendidas decidieron salir, sabían que el menor saldría a comer algo, así que aprovecharían ese momento para persuadir al menor.

Jimin al oír que no había nadie, decidió sacar su cabecita para ver, sonrió victoriosamente al ver que estaba solo otra vez.

Faltaba poco para cumplir un mes en ese lugar, suspiro pesadamente serrando sus ojitos que se encontraban cansados quedando dormido otra vez

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─ ¿Que? ¿Cómo qué aún no sale de su habitación? Son más de medio día ─ bufo molesto el Rey, al enterarse de la situación actual de Jimin.

─ No Majestad ,dice no sentirse bien. Y no sale de su habitación ─ agrego el eunuco que estaba preocupado por el estado del menor.

Yoongi se levantó de su cómodo almohada donde se sentaba ─ saldré a dar una visita, no me sigan ─ sin más salió de sus aposentos

A pasos seguro se dirigió a la casona de cierto menor que hacía sus berrinches por no querer salir.

Sabia que estaba cometiendo un error al ir a buscarlo, pero había algo en él, que quería saber cómo se encontraba, lo inquietaba saber que el menor no quería salir, ¿Y si estaba mal?
Suspiro pesadamente mientras caminaba, se encontraba con varias personas que hacían una reverencia en nuestra de respeto a su poderío.

Al llegar a la puerta principal de la casona, dudo por un momento ingresar, los soldados que cuidaban la puerta hicieron una reverencia.

Ingreso, serio mostrando una molestia en su rostro que era muy notable, vio que había varias damas que iban de un lado a otro, con pasos firmes se dirigió a la puerta donde estaban dos damas hablando entre ellas.