Ésa noche Skye no durmió. Hacía varios días, casi 2 semanas que Chase y Marshall habían desaparecido. La pregunta que rondaba las cabezas de los cachorros era la misma. ¿Quién sería el siguiente? Everest no pegaba el ojo para dormir, y mucho menos Ryder. Todos con preocupación.. o angustia. Habían buscado a sus amigos durante todo ése tiempo. En la montaña de Jake, el propio Jake no descansaba tranquilo, investigando cada monte cercano, cada cueva en cada rincón de Bahía Aventura.
Pero nunca entró a la cueva correcta.. la del Lago.
En el fondo, el Río organizaba a sus hijos para una batalla contra la superficie. Todas sus bestias tendrían esa inquietud de saber quién no volvería de ésa semana. Exploraban para saber debilidades. Sus dones se sobrecargaron. El Mar estaba listo para proteger sus dominios de su hermano más pequeño. Sus bestias acuáticas se prepararon y esperaron pacientes para la batalla que vendría con el eclipse lunar.
La luna llena se volvía oscura, más ausente que nunca. Los ciudadanos no entendían ese olor tan fétido, que sería la advertencia del Mar, intentando advertir a la ciudad del inminente ataque. Algunos se fueron por ése olor, dado que algunos se enfermaban. El Lago no se organizaba, dado que sus hijos eran menos y muy poco experimentados.
Por la mente de Ryder venían pensamientos oscuros, los que lo atormentaba durante las noches.
Everest: Mi Marshall.. ¿Dónde estás?
Un susurro escuchado por el Lago. Antes de que caiga la noche, Marshall renació del lago con un nuevo don. Cuando el lobo de ojos rojos miró el cielo nocturno, las estrellas brillaron con una calidez muy amigable. El suspiró extrañando a Everest, a Ryder y a sus amigos del Cuartel.
El invierno azotaba todo el país, con ventarrones, granizo y congelando su bahía. Las calles estaban cubiertas de nieve, los semáforos congelaban la piel al mero contacto.
Entre todo éso, un espíritu invernal corría de aquí para allá. Una ventisca más fresca que las demás, con rastro de nieve y copos helados, se dirigió al Cuartel. Observó detenidamente a Skye, mientras otro espíritu igual observaba a Everest. Informaron de los sentimientos al Invierno, el cual poseía el corazón más gélido que su estación.
Invierno: No me interesa. El Río atacará, y no pienso menguar mis intentos de frenarlo. Si he congelado sus aguas y he hecho ésto, es salvando esa ciudad.
Espíritu invernal: Pero señor..
Invierno: He dicho!! Mis tropas seguirán atacando.
Marshall había escuchado al Invierno. Su nuevo don le permitía escuchar y ver a los espíritus naturales. Se sorprendió al descubrir que la tierra le susurraba buenas cosas. El Lago mismo sonreía para el. Las estrellas formaron el rostro de Everest, con la esperanza de que Marshall detuviera al Río sin tener que pasar el Invierno más frío del mundo.
Marshall: Puedo verlos.. oírlos... Habrá una guerra. Debo ayudar.
Marshall corrió hasta Aruth y Kiela, contándoles todo.
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Un Amor Invernal
FanfictionUn día de Invierno en Bahía Aventura, donde todo parece normal. ¿Cierto? Marshall y Chase encuentran una cueva en la montaña de Jake, en dónde descubrirán que todo lo que parecía ser malo, en realidad no lo es. Dónde si mueren.. podrían volver. Le...