Octavo Capítulo: El Lago se prepara.

91 6 0
                                    

Aruth: ¿Seguro de lo que me dices Marshall? El Lago nunca cambia los dones.

Kiela: Amor.. eso no es cierto.

Aruth lo piensa: Olvidaba eso. ¿Pero cuál es la probabilidad de que sea cierto lo que dice?

Marshall: Señor, por favor. Le digo la verdad. El Mar ya está preparado para defenderse. El Invierno ha congelado al Río sólo para darnos tiempo. Pero una vez que acabe el invierno.. nada detendrá al Río.

Kiela: Hazle caso Aruth.

Aruth suspira: Preparen las tropas. Preparen a nuestros hermanos.

Marshall: Gracias!!

Aruth: Pero harás algo por nosotros.

Marshall: Lo que sea.

Aruth: Su tienes tu don, lo usarás para convencer a sus espíritus para ayudarnos contra los hijos del Río. Siguen siendo más. Seguramente más experimentado y numerosos. No seríamos un rival digno. Convence a los espíritus naturales de que nos ayuden.

Marshall: Considérelo hecho.

El lobo de ojos rojos corrió hasta la entrada, la cual daba al Lago. Allí estaba, una mujer vestida con ropas transparentes, hecha del agua del lago.

Lago: Marshall. Hijo mío. ¿Qué necesitas?

Marshall sonríe: Esto... Madre. ¿Los espíritus naturales nos ayudarían a ir contra los hijos del Río?

Lago: Irán hijo. Pero me temo que mi hermano Río no es tan fácil de vencer. Intentaré convencer a Mar. El podrá distraer al Río mientras tanto.

Marshall: ¿Y los espíritus invernales?

Lago sonríe: Yo me hago cargo de ello.

Marshall: Gracias madre.

Lago: Y buena caza, Marshall.

Marshall volvió directamente con Aruth, el cual esperaba una respuesta del Árbol. El viejo lobo negro estaba mirando fijamente al tronco de ese Árbol, pero no mostró signos de saber de la presencia de Marshall.

Kiela: Marshall. Qué bien que has vuelto. ¿Llamas a tu hermano Chase?

Marshall: De inmediato.

Al cabo de un rato volvió con Chase. Ambos lobos miraron a Kiela. Se habían acostumbrado bastante al ambiente de la cueva del Lago. Miraron a su jefa con respeto.

Kiela: Necesito que hagan algo.

Chase: Haremos lo que sea.

Marshall: Si. Por el Lago.

Kiela: No es por el Lago. Es por la ciudad.

Ambos lobos se miraron entre ellos, sin captar lo que Kiela intentó decirles. Al darse cuenta de que no entendieron sólo suspiró.

Kiela: Ustedes van a liderar a nuestros hermanos contra los hijos del Río. Según un explorador, el ataque será en 3 días, durante la Luna llena. Para entonces debéis estar preparados.

Marshall: ¿Podemos hablarlo?

Chase: No hace falta. Aceptamos.

Kiela: El objetivo no es matar. Si mueren los hijos del Río, el Río mismo atacará. Sólo déjenlos fuera de combate.

Chase: Pan comido!!

Marshall: Me gustaría visitar la ciudad..

Kiela: ¿Seguro Marshall? Los humanos no toleran animales salvajes.

Marshall: Vale la pena intentarlo. Quiero hablar con Ryder y con.. Everest.

Chase: Si es así, te acompaño.

Kiela: Sea. Tened cuidado ustedes dos, o nos meterán en un problema.

Un Amor InvernalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora