𝚉𝚘𝚗𝚊 𝚁𝚘𝚓𝚊 •ᴊɪᴋᴏᴏᴋ•

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Maratón (1/2)

Se quedó tan en blanco que terminó poniendo incómodo a el oficial pelinegro, y es que no era para menos.

¿Le había pedido que fueran pareja?

Técnicamente novios, jamás alguien le había pedido eso, el nunca estuvo interesado en alguien y no conocía a más personas de su edad para estarlo, siempre trabajo con personas mayores y Yoongi fue la única persona —casi—  de su edad que conoció, pero lo suyo era una amistad... No una relación.

Sus ojos dudaron y se quedaron pensativos al suelo antes de hablar.

— Yo... — se aclaró la garganta, no quería oírse asustado aunque lo estuviera — Nose que decir, m...

— Puedes pensarlo, no soy un crío para pedirte una respuesta inmediata, meditalo con la almohada y dilo cuando te sientas cómodo, pero si hay una regla.

Jungkook levanto la vista algo interesado en eso. Jimin sonrió.

— Las cosas entre nosotros no cambiarán, no quiero que pienses que me rendire así de fácil si dices que no, soy un adulto que sabe lo que quiere y luchará por ello, así sean años. Las cosas no deben de ser incómodas, trato. — levanto la mano en su dirección.

El castaño lo miro con una ceja levantada antes de sonreír de costado y apretar su mano con la contraria.

— Solo dame unos días para decidir una respuesta, y por favor, deja de ser un pervertido. — esta ves lo regaño con ambas cejas levantadas.

— ¿Porque lo dices? No soy un pervertido.

— Oh claro, señor Quizás deba de castigarte de nuevo — imitó su voz de forma graciosa.

Jimin se echó a reír llamando su atención. El hombre apesar de ser mayor a el tenía una risa fascinante, una muy contagiosa y alegre, al oírla el sonreía como un bobo, se sentía como un estúpido al hacerlo pero no podía controlarlo.

Era su reacción natural.

— Está bien, dejaré de decir esas cosas en tu presencia, solo me gusta la forma en la que reaccionas — se encogió de hombros — Que puedo decir, amo el peligro.

— No soy peligroso. — rodó los ojos.

— Si vieras los ojos que pones cuando te digo cosas subidas de tono, no pensarías lo mismo.

— Oh vamos, señor oficial — lo miro directo a los ojos con una sonrisa de lado — deje de ser tan detallista en sus observaciones.

— Me declaro culpable.

Ambos se quedaron sonrieron antes de despedirse y quedar en verse al día siguiente.

Jungkook por su lado se fue muy contento a su hogar en busca de contarle lo que pasó a un humano con más raciocinio que el, Yoongi para ser exactos, esperaba pedirle un consejo y saber lo que el pensaba de la situación.

Pero Jimin no estaba tan tranquilo, el se fue pensativo y algo molesto con el mismo.

Al llegar a la comisaría dejo todos los documentos que le faltaban revisar sobre su escritorio y empezó a trabajar con la mente más distraída que nada.