Capítulo 4 Un nuevo día

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La luz del amanecer brillaba a través de las ventanas  del castillo y sobre mi rostro. En el momento en que los rayos del sol tocaron mi rostro, me desperté de mi letargo. Y mientras me encontraba sentado frotándome los hombros, bostece pesadamente, mientras que todavía me encontraba cansado por el entrenamiento de la mañana anterior. De hecho, la mayor parte de mi cuerpo estaba adolorido. Sin embargo, eso no me disuadió de lo que tenía que hacer. Vistiéndome rápidamente con ropa sencilla y holgada comencé con mis ejercicios diarios, que duraron más de una hora. Cuando regrese al castillo me encontraba cubierto de sudor, y con todos mis músculos adoloridos. Solo después de bañarme durante media hora me sentí lo suficientemente cómodo como para comenzar el trabajo que tenia hoy. Mi nueva actitud había sorprendido no solo a mi familia, sino también a los sirvientes del Castillo. Despertarme temprano, hacer ejercicio, comer carne e interesarme por los asuntos de la baronía eran todas las cosas en las que mi antiguo yo rara vez participaba. Después de que me bajó la fiebre, me había convertido en una persona completamente nueva a los ojos de quienes me conocían. Esta percepción podría no ser del todo falsa, considerando que había dos conjuntos de recuerdos contenidos en mi mente. Aunque no estaba seguro de si seguía siendo la misma persona que era antes o si simplemente había sido iluminado por los recuerdos y el conocimiento de James Shepard que poseía o si en realidad era mi yo anterior habitando el cuerpo de Erick. Nada de eso me importaba realmente; ya que después de todo a lo que a mí respecta, mi identidad era la de Erick Von Reichmann, y ahora tenía el potencial de transformar la tierra de mi familia en un imperio industrial con los recuerdos que obtuve de mi experiencia cercana a la muerte. Aunque me llevaría mucho tiempo y esfuerzo lograrlo, ahora estaba convencido de que mi destino era llevar a la baronía de Kufstein a la era industrial. A decir verdad, tenía poca autoridad en el dominio y no podía seguir mintiéndole a mi madre sobre de dónde había conseguido los planos de los inventos tan singulares; ya que después de todo, mi obstinada madre no había confiado en mi palabra y prefirió buscar un ingeniero que le pudiera verificar la funcionalidad de mis diseños. La persona que buscaba aún no había llegado. Por lo tanto, todo lo que pude hacer fue educarme más sobre los asuntos del reino. Habiendo elegido comer dentro de los confines de la biblioteca del castillo, donde repase la información importante sobre la historia de las finanzas de la baronía. Rápidamente me sentí consternado por mis hallazgos. A pesar de ser una región tan rica en recursos, los antepasados de la familia Von Reichmann no habían logrado capitalizarla. Sacudiéndome la cabeza en silencio mientras cerraba el libro mayor y pensando para mí mismo 'Esto es lo que sucede cuando dejas una casa de guerreras para actuar como administradoras todo poderosas sobre una parcela de tierra que tiene casi 610 kilómetros cuadrados de tamaño y contiene casi 20,000 personas'. Sabía que se limitaban a la tecnología medieval, pero a pesar de ser una región tan notable por nuestras reservas de hierro, apenas habían invertido en la extracción de un recurso tan valioso. Y lo poco que se extraía se vendía como mineral a las grandes ciudades de todo el reino. Había usos mucho mejores para tales materiales. Nuestra economía se basaba en gran medida en la agricultura de subsistencia; y básicamente éramos un estado feudal atrasado. Incluso la ciudad más cercana no era más que una aldea agrícola sin ninguna industria sustancial. Estaba empezando a ponerse me dolor de cabeza mientras continuaba leyendo sobre las primitivas tierras de mí familia. Justo cuando estaba a punto de maldecir en voz alta, note que mi joven sirviente se escondía detrás de una de las estanterías mientras me observaba desde lejos.En el momento que se dio cuenta de que lo había descubierto rápidamente se a rodillo suplicando perdón como un ratón asustado ante la mirada de un dragón hambriento. Evidentemente, los cambios en mi comportamiento de los últimos días asustaron al joven sirviente. Haciendo que empezara a pensar que su joven maestro había sido poseído por alguna clase de demonio. Tomando un sorbo del vaso de agua, para aclararme la garganta le dije—no has cometido ninguna falta, que te preocupes por mi estado no es motivo para que te disculpes así que por qué no te levantas del suelo y te sientas aquí conmigo, si tanto te preocupa mi comportamiento— a lo que él respondió enderezándose — yo qui-quiero decir joven maestro eso es imposible para mí ya que solo soy un humilde sirviente de su familia  al que Dios a bendecido dejándome servirle, no merezco el honor de poder sentarme al lado del joven maestro — — Viktor llevas muchos años sirviéndome, si no recuerdo mal desde que tenias cinco años ¿verdad? Y desde entonces has cuidado bien de mi, por eso no te considero un sirviente sino que te considero más como un amigo así por favor ven y siéntate a mí lado y acompáñame mientras termino de revisar estos libros—con lagrimas en el rostro —joven maestro no puede imaginar lo feliz que me hacen sus palabras— Durante gran parte del día, Viktor y yo lo pasamos  en la biblioteca mientras estudiaba todos los libros, con los asuntos financieros del reino, la producción agrícola y minera, así como los de los poderes de la región. Como miembro de bajo rango de la nobleza, había señoras poderosas que gobernaban a mi madre. Los Von Reichmann éramos familia directa de la familia Von Habsburgo, que eran los gobernantes del ducado de Austria y el condado de Tirol. Y por alguna casualidad del destino mi hermana mayor al igual que mi hermano menor se encontraban actualmente comprometidos  con los hijos de la condesa Von Habsbur.  Mi hermana mayor se encontraba prometida con el hijo varón de la condesa Von Habsburg y mi hermano menor con la heredera de la familia Von Habsburg ambos comprometidos con uno de los dos hijos de las hijas de una rama de la familia Von Habsburg, lo que se consideraba un gran honor para la casa de Von Reichmann. Curiosamente, a pesar de ser un hombre adulto, yo permanecí soltero. En gran parte debido a mi mala salud y las preocupaciones de si viviría o no lo suficiente para engendrar una hija. Personalmente no me importaba;ya que después de todo, en mi vida anterior, yo era un hombre que había fracasado total y absolutamente en conseguir una novia hasta bien entrados los veintitantos años.  A menos que hiciera algo importante, tampoco podría conseguir una esposa en esta vida. Aunque no me preocupaba esa posibilidad, la búsqueda de una novia se volvería mucho más fácil cuando finalmente me pusiera en forma con algo de músculo. Solo por mi apariencia, estaba seguro de que podría encontrar una hermosa novia, incluso si ella no era más que una plebeya. Aunque, dudaba que mi familia consintiera tal relación. Después de todo, esto era todavía la época feudal y la nobleza no se casaba con los plebeyos. Dejando a un lado estos asuntos por el momento. Si tuviera que elegir a mi pareja, primero necesitaba autoridad para respaldar mis afirmaciones de que ahora me encontraba sano. Después de pasar la mayor parte del día repasando los asuntos de la baronía, en compañía de Viktor note que el sol ya se había puesto y, por lo tanto, decidí que ahora sería un buen momento para preguntar sobre los hallazgos de mi madre sobre mis diseños. Seguramente ya debería de haber preguntado a algún ingeniero. Debiendo de haber al menos uno de ellos sirviendo a su madre. Volviendo a colocar los libros en el lugar que les correspondía y dando a Viktor el resto del día libre salí de la biblioteca, caminando por los pasillos del castillo hasta llegar a la puerta del estudio de mi madre. Antes de que pudiera tocar a la puerta pude escuchar la conversación desagradable que se estaba llevando detrás ellas.Desde detrás de las puertas las voces que podía escuchar eran de tres personas distintas una de un hombre y dos de mujer , una de las cuales reconocí  como la de mi madre—No me importa la experiencia elegante que Lady Graetz; he estado en el campo de la ingeniería durante más de veinte años, ¡y digo que los diseños son brillantes! ¡Funcionarán exactamente como su hijo ha descrito a mi señora!— Una burla siguió a la afirmación del viejo, seguida de lo que sonó como una voz femenina y mucho más joven —Señora, no escuche a este viejo cascarrabias, es un hombre y mas  importante un plebeyo. No tiene la educación que yo he recibido. Le aseguro, que estos diseños no son más que garabatos de un niño que cree saber algo sobre ingeniería— En ese instante podía decir que la declaración que la mujer había hecho sobre el convertidor Bessemer  era totalmente errónea y podía afirmar que la mujer era una idiota sin ningún conocimiento de ingeniería y que confiaba en su estatus como noble para respaldar sus afirmaciones .Al final, mi madre no me decepcionó; después de escuchar a sus dos ingenieros discutir los diseños, dejó escapar un largo suspiro antes de afirmar su autoridad—Lady Graetz, puede dejarnos ahora. Tengo mucho que discutir con mi ingeniero jefe—Aunque no podía ver a través de la puerta, pude adivinar la expresión en el rostro de la tonta en este momento y sonreí con satisfacción.De repente, la puerta se abrió y me encontré cara a cara con la mujer conocida como Lady Graetz. La mujer tenía alrededor de veintitantos años y tenía el cabello castaño claro en forma de cola de caballo con ojos verdes. Iba vestida con un jubón demasiado adornado que indicaba la riqueza que poseía. Era exactamente la típica niña mimada idiota que esperaba ver. Después de examinar el anillo en su dedo, que mostraba la cabeza de un jabalí grabada en él, pude adivinar la identidad de la mujer que tenía delante. La mujer se llamaba Greta Graetz y era hija de uno de los caballeros femeninos de mi madre. Haciendo me una  ligera suposición, del tipo de  persona que había logrado el puesto de ingeniero jefe supuse que sería el tipo de hombre que había conseguido su posición actual a base de sangre, sudor y lagrimas como uno de los ingenieros de su madre. Incluso para los estándares de este mundo, el conocimiento de ingeniería de Lady Graetz era una broma. Una noble mimada como ella no tenía necesidad de prestar atención a sus estudios lo suficientemente bien como para volverse competente en este campo. Después de ver a la joven, que acababa de calumniar mis diseños pasivamente, le mire a la cara la cual se volvió amarga. Lo último que la joven mujer quería ver era al hijo mediano de la baronesa parado fuera de la puerta, escuchando sus comentarios descorteses. Sin embargo, el daño ya estaba hecho, y simplemente la mire como si estuviera mirando a una tonta. Después de que se marchara furiosa, escuche la voz autoritaria de mi madre detrás de la puerta—Puedes entrar— Evidentemente, la baronesa había estado al tanto de la existencia de su hijo fuera de la puerta del estudio todo el tiempo. Habiendo entrado al estudio, me encontré siendo observado intensamente por mi madre y un hombre que rondaría los cuarenta y cinco años que, según ella era el ingeniero jefe de la baronía. Con estas dos autoridades mirándome no pude evitar sentirse nervioso como si estuviera a punto de ser regañado...

El señor del aceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora