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𝐧𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐨𝐦𝐧𝐢𝐬𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 シ︎

Las uñas de t/n se clavaron en la espalda de Aidan cuando éste se hundió profundamente en ella, en su interior. Se arqueó hacia él mientras su miembro empezaba a deslizarse con fiereza entre sus paredes vaginales. La boca de Aidan buscó la de t/n al momento. Antes de quedar totalmente abrazada por su beso, consiguió emitir un grito placentero.

-Oh, Aidan. - Se sujetó de su espalda, clavándole las uñas una vez más. Él estremeció. T/n le pasó la mano por la mandíbula, bajando por su cuello y luego besándolo allí. Él se tensó. Tensó cada parte de su ser. Tensó la mandíbula, como si el hablar estuviera más allá de su capacidad. Ella sonrió y volvió a capturar sus jugosos labios.

Él se movió con rápidez, rozando todas las terminaciones nerviosas de su sexo, intentando devastarla. Ella no pudo evitar arquear las caderas otra vez hacia él. Quería dárselo todo. Tenía sus brazos rodeando el cuello de Aidan y se mordió el labio en una fuerte embestida para contener un grito gutural. Luego respiró temblorosamente.

Cada duro centímetro de Aidan en su interior se amoldaba a ella de manera tortuosa, pero lo quería, lo quería allí e iba a aceptarlo durante toda la noche si eso era lo que él quería.

Él se movió, flexionando las caderas, llegando a los lugares más sensibles de su vagina, pasando de uno a otro de manera que cada uno inflamaba a los demás hasta que, finalmente, todo su cuerpo entró en un calor inmenso. Incapaz de detenerse, t/n soltó los hombros de Aidan para no hacerle más daño y se agarró a las sábanas con una fuerte y potente desesperación. Aidan le mordió el punto donde se unían el hombro y el cuello, luego le mordisqueó el lóbulo del oído y volvió a sus labios, entregándole pasión, deseo, lujuria y mucho más, pero siempre sin olvidarse de la ternura y el cuidado.

Sabía combinar cada cosa a la perfección. Aidan era ideal.

Las gotas de sudor cubrían su frente y parte de su pecho, su cuerpo estaba tenso.

Pronto cambió el ritmo de las embestidas, volviéndolas más veloces aún. Unos envites que la hicieron entrar en combustión. Su cuerpo se revolvió bajo él, como si quisiera escapar, pero sin querer hacerlo.

Lo que se acercaba era fuerte, lo más fuerte que jamás había sentido en su vida, y todo se lo estaba entregando un desconocido que había conseguido volverla loca en minutos. Ella notó un intenso palpitar. Sus latidos se convirtieron en un conjunto terremoto bajo su pecho. Ella gritó su nombre una y otra vez, sin poder contenerse, entre gemidos, jadeos y momentos en los que creía que iba a ahogarse.

Aidan llegó al clímax, acompañándola. Se tensó y la abrazó, rodeándola con su cuerpo, dejando de penetrarla pero manteniéndose en su interior. Las paredes vaginales de t/n se contrajeron brutalmente contra la polla de él y eso le supo a cielo, tanto a Aidan como a ella. "Oh Dios, jamás me había sentido tan bien dentro de ninguna mujer". Pensó Aidan y salió de su interior a duras penas, pues no quería hacerlo, pero necesitaba dejar respirar a t/n durante unos momentos para que volviera a recuperar la conciencia.

Se acostó a su lado, casi devastado al igual que ella y ladeó la cabeza para mirarla. Ella se había llevado una mano al pecho y miraba al techo con los labios separados y respirando con agitación.

-¿Y bien? - Preguntó Aidan con una sonrisa. T/n lo miró inmediatamente como si no diera crédito a lo que preguntaba.

-Dios Aidan, eres maravilloso. - Lo halagó, casi deseando volver a tenerlo entre sus piernas.

-Oh nena, tú eres más maravillosa. - Aidan se movió lo suficiente para alargar un brazo y rozarle la mejilla con el pulgar. Luego se colocó más cerca de su cuerpo y le dio un beso suave en la boca.

-Quiero repetirlo. - Susurró ella cayendo en sus encantos una vez más, queriendo estar con él durante otro intenso orgasmo.

-¿Qué? - Aidan la miró con cierto brillo en los ojos, como si hubiera algún tipo de música allí. Lo único que se oían era los latidos acelerados de los corazones de ambos.

-Hazme el amor una vez más, Aidan...sólo si quieres. - Finalizó algo avergonzada. El rostro de Aidan mostraba sorpresa, como si no hubiera esperado aquella orden y t/n sintió que había dejado ir la lengua más allá de lo debido. Se ruborizó y casi escondió el rostro en la almohada.

-¿Si quiero? - Repitió Aidan, entonces sonrió y t/n se sintió instantáneamente aliviada. - Ahora mismo no hay otra cosa que quiera más. - Le besó la boca, luego la nariz, en la mejilla y en el cuello. - Quiero estar aquí, contigo, desnudos, haciéndolo hasta el amanecer. ¿Qué te parece? - Ella dejó que Aidan volviera a encargarse de sus senos, entonces asintió con una sonrisa en su rostro.

-Me parece perfecto.

𝐖𝐡𝐞𝐧 𝐓𝐰𝐨 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫𝐬 𝐅𝐚𝐥𝐥 𝐢𝐧 𝐋𝐨𝐯𝐞 [ᴀᴅᴀᴘ] (𝓐.𝓖.) [✔︎]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora