Harry Potter y un viejo amigo (Traducción)

Capítulo 10 - Ordenando los Asuntos (Parte 4)

Historia escrita por Sinyk, disfrútenla

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Harry Potter, le pertenece a J.K. Rowling, así como de cualquier otro elemento de cualquier otra obra, creación que aparezca, créditos a quien corresponda.

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Al día siguiente, el viernes y solo dos días después de que Harry/Ignotus enviara las cartas, Bones llegó temprano a la oficina para comenzar lo que sabía que sería otro largo día.

Grimjaw no había dejado que el musgo creciera bajo sus pies el día anterior antes de enviar sus cartas de 'cese y desista', ya que el Profeta de esa mañana tenía los primeros informes sobre las empresas que recibieron esas cartas y se levantaron en sus varitas sobre ellos.

El Profeta no indicó que fue el nuevo regente de la Casa Potter quien lo había iniciado, ya que aparentemente aún no lo sabían. En cambio, culparon de todo a Dumbledore 'volviéndose senil en su vejez'.

Bones era un ávido lector de estrategas militares y recordó algo escrito por el general muggle francés, Napoleón Bonaparte, que decía: 'Nunca interrumpas a tu enemigo cuando está ocupado cometiendo un error'. Si el Profeta quería echarle la culpa de todo a Dumbledore, no tenía ningún problema con que siguieran haciéndolo.

Y, aparentemente, Grimjaw tenía una mentalidad similar, porque ninguna de las partes ofendidas tenía idea de que Bones era ahora el Regente de la Casa Potter.

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Black aún necesitaba ser entrevistado; al igual que los Dursley, nuevamente, según lo que el equipo forense encontró en la casa y durante las entrevistas a los vecinos; y toda la evidencia necesaria para ser correctamente cotejada y separada en cada uno de los casos. También necesitaba informar formalmente al Fiscal del Ministerio y al Interrogador Jefe (Juez) y hablar con la representación legal de los siete Acusados.

Solo estaba a la mitad de eso cuando su red flu se encendió y la cabeza de Minerva McGonagall apareció en las llamas. "¿Amelia?" ella preguntó. "Albus no está. ¿Puedo pasar?"

Bones dio un respingo, ya que era algo que se había olvidado de cuidar el día anterior. Entonces, por supuesto, McGonagall querría alertarla sobre su director 'perdido'.

Bones arrojó su varita a la chimenea, liberando el bloqueo y dijo: "Pasa, Minerva".

Un momento después, McGonagall salió y distraídamente desterró el hollín de su cabello, sombrero y túnica. Ella parecía, por supuesto, preocupada.

"Toma asiento, por favor, Minerva," Bones indicó una de las sillas de enfrente.

Después de que McGonagall se sentó, Bones se tomó un momento antes de decir: "Tengo malas noticias, Minerva. Albus Dumbledore murió ayer por la mañana de un ataque cardíaco masivo mientras se encontraba ilegalmente en las instalaciones de un niño".

McGonagall se quedó boquiabierta cuando se llevó la mano libre al pecho. Inmediatamente comenzó a temblar ligeramente.

Bones le dio tiempo para internalizar esa noticia.

"Iba a visitar al joven señor Potter", explicó McGonagall. "El joven señor Potter envió una nota en respuesta a su carta informándole que había sido aceptado en Hogwarts, afirmando que no tenía intención de asistir a Hogwarts mientras Albus fuera el director".