No Strings (Chucky X Andy)

Devon

–Vale mamá, que te vaya bien en el curro.– Decía Devon dándole un beso a su madre.

–Ten cuidado ¿si? Ignora a todos esos alfas toca-cojones.

–Ya lo sé, no hables así.

Devon volteaba los ojos por oír aquello una millonésima vez. Era normal su preocupación, pues la policía trabajaba todo el día y apenas podía pasar tiempo con su hijo y protegerlo. Ella en el fondo deseaba que Devon encontrara a su otra mitad y que lo cuidara y protegiera para poder quedarse tranquila, lo que no sabía es que el chico ya lo había encontrado, pero desgraciadamente estaba comprometido. Si ella se enterara de eso seguramente iría al colegio a regañar a ese Alfa y a emparejarlo con su hijo.

Y eso es lo que quería evitar.

Devon estaba a favor de que cada persona pudiese elegir a su pareja libremente, sin verse forzado a unirse por un tonto destino. Incluso si su Omega llorara por dentro tenía que ignorarlo, y eso lo hacía leyendo cosas de misterio o escuchando algún podcast de la misma temática, incluso, los hacía él mismo.

Con un beso en la mejilla de su madre salió de su casa acomodándose la mochila y caminó hacia la escuela con los auriculares puestos, de pronto todo a su alrededor dejó de tener importancia para él.

Lo que no contaba es que una mano tocaría su hombro y asustado se giró bruscamente, encontrando al causante. Su corazón latió fuertemente y su interior gritaba eufórico.

–Oh, soy yo tranquilo.– Era Jake quien le sonreía inocentemente, aunque Devon pudo leer sus ojos de tristeza.

–Hola Jake... ¿qué tal?– Devon apartó la vista y empezó a caminar, el de rulos le siguió el paso.

–Supongo que todo bien... bueno hace una semana que no sé nada de Andy, desde que tuve una pelea con... con otro alfa.– Miró a los lados nervioso y bufó molesto.

El moreno le miró incrédulo, no sabía que había tenido una pelea con otro alfa.

–¿Os... peleasteis por ese chico? –Preguntó y efectivamente dió en el blanco, Jake negaba como si no pudiese creérselo, gesticulando con ambas manos. – Yo creía... que ya estabais comprometidos.

–¿Eh? No no, a mi me gusta Andy y al parecer al otro también. Nos peleamos y al final Andy fue con él a calmarlo y me dejó solo. Desde entonces no lo he vuelto a ver, me preocupa que le haya hecho algo.– Jake miraba al frente con un sin fin de pensamientos de lo ocurrido últimamente.

Pensaba en la botella de cristal que yacía en su habitación, aquella verde y amarga que tuvo que beber y que le envió aquella persona misteriosa que le escribió la carta y el informe médico. Si, al final llamó a esa mujer y le exigió más detalles sobre dicha fórmula y lo que ocurriría si la tomaba.
De momento no notaba algún síntoma tras 12 horas de la toma.

–¡Jake! Ya hemos llegado.

–Ah si perdón, estaba pensando en... déjalo. ¿Qué me decías?

–Nada es igual. Nos vemos después Jake.– Devon se despidió abruptamente y se alejó del mayor hacía otra dirección, dejándolo más confundido.

Las clases comenzaron y Jake escribía por décima vez en la semana en su chat con Andy, donde sin sorpresa, no obtenía ninguna respuesta. Todo al alfa le daba vueltas, se sentía mareado, ansioso y distraído. Pidió permiso a la profesora y sin esperar respuesta se fue de la clase ante las atentas miradas de sus compañeros.

–¿Qué me pasa? – Se agarraba el pecho donde su corazón palpitaba.

Quizás sea algo de ansiedad... Estoy muy angustiado por Andy.