No Strings (Chucky X Andy)

Atado

Fue cobrando la consciencia poco a poco, despertándose de un eterno sueño del que fue sometido y al que no recordaba muy bien.
Solo deslumbraba un par de imágenes en su cabeza de él encaminándose a los barrios bajos después de haber robado una suma de dinero, y en ese entonces ya no recordó más.
Trató de abrir los ojos, y vió completamente negro, se dió cuenta un par de segundos después de la presión ejercida sobre la parte superior de su cabeza, y es que le habían vendado los ojos. Se maldijo así mismo, no fue capaz de reconocer un posible enemigo, ¿Eran aquellos mafiosos con los que peleó?¿Aquel jefe de la mafia? A él no se le escapaba nada, era tan sumamente bueno en lo que hacía que se podría decir que tenía una vista de trescientos sesenta grados.

¿Entonces que falló en él?

Trató de zafarse de las cadenas que lo aprisionaban, sin mucho éxito, se restregaba por el suelo (bastante sucio, llegó a la conclusión que se trataba de un lugar abandonado) para evitar liberarse de alguna manera, pero diablos, quien sea que le haya hecho esto era realmente bueno. Nunca pensó que aquel día llegaría pronto, pues en los líos que se mete no son para menos precisamente, día tras día estaba en riesgo de muerte o de secuestro. Como parecía ser este caso. Fue que se calmó cuando notó un olor dulce a manzana en la sala, embriagandolo, agudizó sus sentidos y se concentró más en aquel olor. No estaba acostumbrado a recibir olores agradables por donde solía frecuentar, lo que significaba una cosa...

Omegas. Pero aquel olor era diferente.

Había oído de una organización que raptaba Alfas, ¿Acaso estaba en una de esas situaciones?¿Porqué él? Nunca mató a ninguno de ellos.

Tuvo la idea de usar su voz de Alfa para quien sea que estuviera en la sala y al que no podía ver le sacara de esa situación o almenos le dijera que pasaba. Pero justo cuando fue abrir la boca, un trapo fue introducido en ésta desde atrás, al hacerlo le provocó arcadas y quejas, notando como efectivamente le hacían un nudo desde la nuca. Seguido oyó una voz femenina que le dijo:

–Ah, ah, ah, eso no servirá con nosotras guapito. Más te vale pórtate bien o te irá peor.– Dijo aquella voz para después ser jalado del cabello y tirado hacia delante y atrás.
Suspiró sin ver ninguna otra salida más.

El resonar de los tacones de aquella mujer avisando de que se iba fue alejándose poco a poco hasta que ya no escuchó nada más.

El tiempo pasaba para él realmente lento, ya no sabía ni la hora que era, ni el día, y solo pudo acostumbrarse a aquella sensación de soledad e incertidumbre, incluso le quitaron el vendaje de los ojos, donde pudo ver casi con claridad el lugar tan espantoso en el que se hayaba. Pensó tal vez que ni él sería capaz de hacer algo así ni tan solo a su peor enemigo.
Día tras día fue pasando, hasta cumplir la semana, en ese tiempo un chico venía a darle de comer dos veces al día. Los primeros días Charles intentaba de todos medios poder usar su voz y que aquel chico le sacara de allí, una vez que logró cuando apartó el trapo para darle de comer y el pelirrojo lo usó, dándose cuenta que no tenía ningún efecto en aquel Omega.
Abrió los ojos en par en par llevándose una mirada seria por aquel chico y dijo sin titubear:

–Estoy entrenado para ello.– Le volvió a amordazar una vez le dio de comer.

Y simplemente Charles vió como se iba por donde había venido. ¿Eso era acaso posible? Dios, no quería imaginar la de cosas que estarían haciendoles a estos Omegas. No le buscó explicación y sencillamente dejó de intentarlo, al parecer aquel chico corrió y se chivó a su jefa porque varias chicas incluida ella le visitó y no se le veía muy contenta.

Y recibió su primer golpe en toda la mejilla, casual o no en el lado en el que estaba su herida, algo infectada por no haberle prestado la suficiente atención. Charles rió, no podía evitarlo, la fuerza con la que golpeó aquella chica era notoria y no se detuvo al oír aquella risa maniática, más bien la enfurecía.