08

1.3K 177 10
                                    

Me asomo en el salón, ella está ahí viendo la libreta que nunca me ha dejado tocar, quisiera saber qué es lo que hay ahí, hago un pequeño puchero y toco la puerta, ella me mira y sonríe, es tan hermosa cuando lo hace, quisiera que lo haga más seguido pero parece que su ceño fruncido sigue siendo su expresión más habitual, después de que conoció a la que yo creo es su primer amor, un chica quien no la valoró y que nunca mereció estar un segundo a su lado, me enoja que la hayan roto de esa forma.

De hecho extraño su largo cabello rosa se le veía espectacular, no es como que éste le quede mal, pero siento que era feliz porque siempre hablaba de el, diciendo que fue la mejor decisión de su vida eso de habérselo pintado así, mi corazón se entristece con el hecho de no poder hablar ayudado con eso, se que está mal que esté así pero aún así, esa necesidad de ayudar a las personas sigue en mi pecho y no la puedo quitar es algo que me ha costado evitar pero es que se trata de Chaeyoung, todo el mundo siempre quiere estar a su alrededor.

Camino con cuidado y veo como esconde la libreta, me intriga el hecho de saber que es lo que oculta, es de esa clase de chicas que no le dicen nada a nadie y aunque al principio me haya parecido lindo, ahora es un tanto frustrante, quisiera poder ver su arte y demostrarle con palabras lo excelente que es, porque de seguro que si, los pocos dibujos a los que le he echado una ojeada son perfectos, me impresiona el hecho de que alguien tenga esa capacidad, es alucinante.

Me le quedo mirando por unos instantes, tratando de jugar con ella buscar que decirle para que entienda que estoy aquí porque quiero contarle lo que pasó, pero me cuesta pensar en las cosas que pueda llegar a sentir o incluso decir, que es peor porque voy a saber qué es lo que cree de ello y lo que debemos hacer, lo más probable es que se niegue rotundamente a querer estar cerca de mi, lo cual me dolería bastante, veo por la ventana unos instantes y me doy cuenta que es más tarde de lo que pensé, tengo que apresurarme para llegar temprano a casa.

— ¿que te trae por aquí? —, no tengo ni la menor idea con que comenzar,— siento que vienes a decirme algo... —, entre cierra los ojos y suspira,— note que me estabas viendo mientras dibujaba —, esto si que no me lo esperaba, mis ojos se abren como platos y siento que mis orejas arden, no entiendo por qué estoy pasando tantas vergüenzas en tan corto tiempo,— lo sé porque voltee a verte —, estoy en completo silencio, no tengo ni la menor idea de que voy a decir a eso,— de hecho tengo, hice algo espero... —, abre la libreta y me lo enseña.

Soy yo, nunca pensé que me dibujaria y tan bien, sonríe y mueve la libreta con felicidad como si estuviera felicitandose porque lo que ha hecho, sus ojos brillan como dos faroles encendidos a mitad de una noche oscuro, una de las cosas que me atrapa de ella es eso, sus hermosos ojos.

— que te guste es algo que he hecho con todo el corazón —, la forma en como lo dice hace que mi cabeza vuele, es como si me estuviera tratando de expresar todo el cariño que siente por mí con un simple dibujo hermoso,— tengo que admitir que hoy te ves... especialmente hermosa —.

Eso que provoca en mi lo que acaba de decir es la cosa más extraña del mundo, mi pecho se hunde como si le hubieran dado un puñetazo, además, de sentir como todo mi cuerpo se duerme y cae ante todo lo que me dice, como si me estuviera derritiendo, tiene una forma tan particular de hacerme sentir bien que no comprendo si lo que siempre he sentido por ella ha sido amistad o algo que va más allá, cosa que es lo que quiero descubrir mientras le digo lo que pasó entre nosotras.

— es demasiado hermoso —, digo y sonrío un poco, no quiero desviar el tema, por el que vine,— hay algo que te tengo que comentar espero que no te impresiones demasiado, solo, tómatelo como algo casual —, asiente y se apoya del escritorio que está detrás suyo, acomoda su cabello hacia atrás y se cruza de brazos, sus ojos fijos en mi, me siento un tanto intimidada,— yo nunca he dado mi primer beso —, tremenda primicia.

— entiendo —, se limita a decir, antes de acomodar sus lentes hacia arriba, es algo que tiene cuando está nerviosa así que ambas estamos en la misma situación.

— el día que fui a tu casa a cuidarte —, eleva ambas cejas, quiero apresurarme pero es que es a la máxima velocidad a la que puedo ir,— comenzaste a quejarte y note que tenías fiebre así que hice lo que hacen todas las abuelas —.

— ¿pañitos de agua tibia? —, asiento y da un paso hacia delante, yo doy uno hacia atrás rumbo a la salida, no entiendo que es esta clase de danza que estamos teniendo pero no me está agradando tanto.

— la cosa es que me acerque mucho a ti y... —, mi voz esta temblando, quisiera poder hablar con claridad pero me es imposible, está tan cerca de mi que no entiendo.

— te besé —, me quedo paralizada, no sabía que ella lo recordaba o que fue consciente de lo que hizo, mu corazón late con fuerza cuando su mano derecha se posa en mi espalda baja y me atrae a su cuerpo,— como ahora —, frunzo las cejas confundida, no entiendo muy bien a lo que se refiere hasta que sus labios se posan en los míos como el viernes, mi cuerpo se deshace por completo al igual que mis pensamientos los cuales se desvanecen como la nieve en primavera.

fever ; 𝗺𝗶𝗰𝗵𝗮𝗲𝗻𝗴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora