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Mis ojos se abren con lentitud al sentir el golpeteo de algo contra mi oreja, mi cuerpo duele como si miles de camiones pasaron por encima de el y vieron varias vueltas, el dolor de cabeza también se hace presente de seguro por el poco alcohol que ingeri, quisiera poder tener la capacidad de tomar demasiado como la tiene Jihyo, es impresionante lo mucho que puede aguantar, necesito que me dé clases sobre eso, al principio todo está tranquilo, bastante sereno y en silencio lo cual no me impresiona porque casi todo el tiempo es así.

Subo la mirada de mi pálida mano hasta arriba en donde me encuentro a Chaeyoung durmiendo con una pequeña sonrisa, me dieron cientos de mini infartos, trato de moverme pero se me hace imposible ya que sus piernas aprisionan a las mías como si no quiere que me vaya de ahí, mi corazón late con tanta fuerza como el suyo, deduzco que eso fue lo que me despertó, intento cerrar los ojos y volver a dormir para pensar en lo que está pasando pero la verdad es que no me siento paga nada mal aquí, es bastante cómoda.

Hago el intento de resbalarme para que no se de cuenta que le quiero alejar de su lado cuando es así pero por el simple miedo de que llegue a darse cuenta que estoy arriba de ella, no se cómo llegamos a esta situación, lo único que recuerdo con exactitud es colocarle el pañito en la frente y...el beso, mis mejillas parecen que van a reventar y pego un brinco lo que hace que se alerte, sus brazos me aprietan contra su cuerpo y con una esperanza casi nula la miro para ver si no está despierta pero es así, sus ojos están fijos en mi.

Trago saliva con dificultad y busco la forma de sonreírle que crea que todo está perfecto, pero en vez de una sonrisa con dientes, es una de labios apretados, mejillas abultadas y ojos achinados, se me queda viendo por unos instantes antes de sonreír, no entiendo que es lo que le está pasando, ésta cercanía no es propia de ella, ninguna de las veces que hemos estado juntas ha tenido la descendía de aunque sea rozar mi mano y ahora acepta que está acostada prácticamente encima de ella, no me están saliendo los cálculos de todo lo que está pasando.

— quédate aquí, eres bastante cómoda y suave —, cierro los ojos y entre abro los labios cuando sus manos van a mi cintura y me aprieta contra su cuerpo, no entiendo que es lo que me está pasando pero siendo que estoy sudando pero no lo estoy haciendo, mis manos se entumecen y creo que me voy a desmayar, es lo más probable por lo que está pasando, quiero estar relajada pero parece que eso no será posible teniéndola tan cerca, parece que se le olvidó lo que es el espacio personal, no me quejo pero si que es un tanto sofocante.

— ¿por qué ese cambio de parecer? —, no me dice nada solo me saca la lengua y hace que sonría levemente, no entiendo que me está pasando, esa fue una tonta sonrisa que no puede estar pasando, es que no, ¿recordara lo del beso?, siento que si fuera así no estaríamos tan pegadas de seguro hablaríamos del tema, como me gustaría saber de lo que le está pasando pero siento que no me dirá nada, miro hacia delante y veo la foto que tiene con esa señora siempre ha querido preguntar pero no arruinare el momento.

Me mira de reojo y se encoge de hombros, su sonrisa es lo más perfecto que he visto en mucho tiempo, se ve tan relajada como si las cosas que están pasando son tan cotidianas para ella como preparar la comida o jugar algún videojuego, porque si esto lo fuera estaría más que perdida, habría desinstalado el juego y de seguro enojada por no haber podido pasarlo por completo, ésta clase de cosas no son normales entre nosotras y creo que entre nadie que no sea una pareja o algo parecido, no somos más que amigas que compartieron un acto tan íntimo como lo fue ese beso.

Otra vez eso en mi pecho que no me deja respirar, es una sensación que aunque parece que debería hacer que me sienta mal no es así, sonrío como una completa estúpida, debo ponerme punto final a esto, alejarme y preparar la comida además de darle la medicina que necesita para poder estar mejor,— hay que comer y debes tomar las medicinas que te traje —, me siento con cuidado, el agua sigue ahí, el pañito está a un costado de la taza y las medicinas en la mesita de noche de color negro con pequeñas decoraciones de cristal

— te agradezco mucho lo que hiciste por mi anoche, se que tomaste... —, creo que era bastante evidente de hecho lo que sucedió debe ser un arranque de ebriedad y alucinación, tendría que dejar de pensar tanto en ello pero es que el cosquilleo en mis labios no me deja pensar con claridad,— hueles a alcohol —, mis ojos se abren como platos y huelo mi ropa, no siento ese olor, sigo buscando de dónde proviene y me quedo quieta cuando la veo reírse, parece que algo le causa mucha gracias,— tuviste que ver tu cara de susto —, es una chica que siempre haga hasta lo imposible e incluso lo más sencillo lata sonrojarme.

Ruedo los ojos y me levanto, mis piernas se mueven un poco lo que hace que pierda el equilibrio por unos mili segundos, si no es porque ella me tomo de los brazos y me acerco a su cuerpo hubiera tenido una caída aparatosa, el problema es que otra vez nuestro espacio se hace cada vez más corto al punto en el que lo único que siento es su aliento chocando contra mis sensibles labios, si supiera que sus ojos fijos en éstos me están volviendo loca no se qué diría.

fever ; 𝗺𝗶𝗰𝗵𝗮𝗲𝗻𝗴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora