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—Shonen, ¿sabes cómo puedo ver a mis admiradores?—el mayor se rascó la cabeza en señal de confusión por la gran cantidad de opciones que tenía la aplicación. Podía comprender ciertas cosas básicas, sin embargo seguía siendo difícil de averiguar cómo encontrar cuentas de admiradores para observar las cosas que hacían o decían sobre él.

—¡Dale a la lupa que está abajo y pon tu nombre!—comentó Izuku mientras no paraba de hacer las flexiones de su rutina diaria. All Might no levantaba los ojos del pequeño aparato en lo que su heredero ocupaba su mente en otra cosa.

—¡Mira! ¡Hay muchos dibujos sobre mí! ¡JA JA JA!—exclamó con felicidad All Might. Se encontró con mucho arte de sus admiradores, personas ocupando su merchandising, e incluso fotos que el mismo All Might se había sacado con algunos fans cuando hacía sus labores de héroe por las calles de Japón.

Rió un rato por la emoción y continuó scrolleando para ver más de lo que hacían las personas... hasta que concibió una idea que a Izuku no le gustaría.

—Joven Midoriya, ¡dime como puedo seguirte! —Izuku paró de hacer sus flexiones por un instante. Intentó fingir que lo ignoraba pero era inútil ante las insistencias de su maestro.
Le mintió diciéndole que no usaba Instagram, sin embargo All Might refutó comentándole que ya lo había visto usando la aplicación en sus tiempos libres o durante las clases regulares. No tenía otra escapatoria.
Izuku tomó su celular de su bolsillo y buscó el usuario de su mentor en la búsqueda de Instagram y le dio al botón de seguir.

—Y-ya te seguí.

All Might esbozó una sonrisa al ver una notificación nueva de la cuenta de Izuku, y decidió devolverle el seguimiento. Sin embargo, quiso seguir viendo su perfil por mera casualidad, y se encontró con todo el infierno que Izuku se traía escondido en sus bolsillos.

—Joven... ¿quiénes son estas personas?—All Might cambió su expresión de un momento a otro y levantó su mirada fijándola en el peliverde. Esperó una respuesta que nunca llegó  y siguió insistiendo. —Izuku, ¿quiénes escribieron esto?

—No es nada, All Might.—Izuku, con un suspiro largo entre sus palabras trató de evitar la mirada de su mentor en un fallido intento por evadir su pregunta. All Might se acercó a él y le ordenó que se pusiera de pie.

—¿Por qué te están molestando? ¿Desde cuándo lo hacen? —el mayor realmente se veía preocupado, pero Izuku trató de fingir indiferencia para que no le tome más importancia... pero All Might insistió con firmeza y obligó al menor a hablar. —¿Qué pasaría si tu madre supiera de esto?

—No lo haría, ¿verdad?—Izuku levantó sus cejas en señal de debilidad, no obstante su maestro continuara firme esperando alguna explicación. El peliverde bajó la cabeza y se ocultó bajo todo su cabello, casi asustado, y por un momento, Yagi pensó en que había sido demasiado duro intentando hacer que dijera algo al respecto.

—¿Por qué no has dicho nada de esto, shonen?—preguntó poniendo un mano sobre su hombro.

—Esto me sucede desde pequeño, no es la gran cosa...—su voz comenzó a entrecortarse mientras trató de mantener la compostura. Izuku no quería parecer débil frente a la persona que le enseñó a ser fuerte.

—¿No te lo parece? Midoriya, ¿no es por esto que siempre te echas abajo? Esto que ocurre es muy serio.—All Might perdió un poco la paciencia, sin embargo él bien sabía que tal vez estaba siendo muy brusco en una situación así; ya no era solamente un entrenador, ahora se trata de los sentimientos de ese chico lleno de inseguridades que trata de ser fuerte ante cualquier adversidad.

—No se lo digas a nadie... por favor...

—¿Por qué no habría de hacerlo? ¿Shonen?—se desconcertó al sentir la fuerza del menor contra su pecho. Sus lágrimas comenzaron a brotar sin parar y no encontraba un lugar seguro donde ocultarse, hasta que All Might lo envolvió con sus delgados brazos y lo unió aun más a él.

—N-no empeore esta situación... por favor... N-no necesito más problemas...—con ese comentario, Toshinori comprendió el silencio del joven antes tales insultos diarios. Por un lado, quiso seguir el deseo de su alumno, pero por otro lado se sentía incapaz de poder dejar que todo esto siguiera ocurriendo frente a sus narices.

—¿Me prometes que me pedirás ayuda cuando lo necesites, hijo?—el corazón de All Might estaba igual de sensible que el de Izuku en ese momento de tanta vulnerabilidad. Sólo quería escuchar que este lo llamaría si necesitara lidiar con esto.

—L-lo prometo.

Cyberbullying | KatsuDekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora