La Línea Paralela 2

272.- EL DESASTRE DE LA NOCHE DE AYER.

"No hay más leña que arda", se agotaron todas las posibilidades, "ya no hay ni perro que ladre ni dueño que guarde", los excesos reventaron todos los enlaces de salvarse, las posibilidades de seguir hoy adelante, y como hay que seguir con lo que se tiró a cuestas, "quieras o no quieras, con Vida o con penurias", da igual la situación que valga, "si es vérselas que mirárselas", ahora hay que levantarse de las cenizas, "la vaca ya dejó de dar leche y los bolsillos se quedaron vacíos, con pañuelos llenos de mocos, que hasta las narices se han quedado vacías", tiritando de tanto derroche y estragos que hubo anoche, con tanta lujuria y excesos a ver como salimos de ésto, que por mucho que quieras, ni para el arrastre se salva uno de este desastre, "como no se salva ni el apuntador de lo que pase, aquí para salir no hay quien aguante", se ha pasado de pueblo a pueblo y de uno a otro le sigue el siguiente y de los que queden, "ésto ya no tiene ni cabeza ni pies", se lleve esto a alguna parte o en el cajón lo dejes, "como cuando no queda nada y ya no haya", "no se puede y no se pueda", pues "cada mochuelo se fuera o se vaya a su olivo" y si no se van o no se fueren, "no son mochuelos, son cargas en lo que ha quedado como cargadero", así que están o estén bien, "a donde se vayan y se queden, antes de que aquí estaban o viniesen", ahora como no hay más que lo que me toca, "me quedo con toda la mierda para que vuelva aquí la primavera", que para que nos visite, sea por teleconferencia, o haya que cavar sin piedad para salir por el otro lado, "como quien pisa Australia y no se da cuenta, para que reconozca uno de lo que lleva en las alpargatas" y después vayan diciendo, "quién no rie no llora",

Por mucho que quiera, aquí no hay quien pueda, "me hago el caminito por los canales de las tejas, barro por sus desagües todas las pellas que ayer ocurrieron por mi candela", la noche que queda atrás pasada, "me levanto arrastrando mi persona con mi Alma a cuestas y mi Corazón cogiéndolo con las manos envuelto en mis brazos con gasa y esparadrapo", aunque sea de noche y el lúcido Sol entre por las ventanas, "me acurruco en el sillón de la sala, pillo algo para mojar en caliente y endulzo mi resaca", lo que encuentro a mi paso, "más feliz que un ocho, con esto y un bizcocho y pasando de todo, hasta mañana a las ocho", me quedo sobado con el antifaz, se tapan mis ojos , a mis oídos les pongo el tapón "y aquí para echar un sueño, me duermo como un lirón careto".

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