¿Qué es el amor?

Epilogo: ¿Qué es el amor?

¡Hola!

¡Bienvenidos al...! ¡Último capítulo!

Gracias por llegar hasta aquí.

Antes de comenzar, quiero dedicar este capítulo a todos los lectores que han llegado hasta aquí. A todos los tengo muy presentes, por eso mismo, trato de estar al pendiente de sus comentarios y responderlos.

En específico, dedico este epilogo a:

@lilylune27 (eres una persona increíble. Gracias por comentar y leer todo. De verdad, gracias), KarenMakai, xunarayyy, Meimisaki18_, pao_tM, Luz02m, y a IvonCaspi (pronto sibiré algo que tengo preparado, de la mano de ella :3)

Sin más... Este capítulo tiene un poco de todo. Incluidas un apr de lágrimas... Pero bueno, todo a su tiempo.

¡Disfruten!

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-.-.-.-.-.-Sakura-.-.-.-.-.-.-

Paz.

Esa paz y tranquilidad que te cubre cuando sabes que estás en el lugar indicado, con la persona indicada, y en el momento indicado...

El aroma a corteza de pino, la frescura del ambiente, y dos fragancias combinadas, me hacen sonreír.

Mis ojos se acoplan a la luz que deslumbra desde el enorme balcón. Todo aquí es perfecto. Quiero poder abrir las cortinas, nada más para disfrutar de la vista del monte Takao, entre la neblina mañanera. Estiró mi mano con cuidado, sabiendo que hay un par de brazos rodeándome, y un torso desnudo adherido a mi espalda.

Tomó el control de las persianas, y luego de un suave sonido, las cortinas dejan esa vista que había fantaseado.

Parecen ser cerca de las 8 am. Siempre me despierto a esta hora, cuando tengo turno nocturno, y llego a dormir a mi casa.

Sé, por la respiración pesada y alejada de Sasuke, que está completamente relajado, así como yo. Cada que inhala, su piel roza la mía, y siento como si fuese la mejor caricia del mundo.

Aquí es donde me siento distinta.

Todo con él es distinto.

Lo de anoche...

Había tenido sexo muchas veces. Pero nunca había hecho el amor de ese modo.

Y sé que a él le pasó exactamente igual.

–Hmmm –escucho un gruñido cansado desde su garganta, mientras sus brazos se ajustan a mí, como si estuviera estirándose. Bastan unos segundos, para que ya esté despierto, y un poco más consciente de dónde está, y con quién.

También recuerdo cada vez que, con otros hombres, como Shisui, siempre tenía que pensar en la pronta salida. Era una ley, que en cuanto terminamos, era hora de partir cada quien a su destino.

Ahora, sabía que no debía preocuparme por eso. Ya estaba donde debía.

–Mm... Buenos días –su mano se coló por entre las sábanas, subiendo por mi abdomen, hasta bajo mis pechos. Justo sobre mis costillas.

Me dio un abrazo tan suave y reconfortante, que solo pude sonreír, suspirando con merecería.

Besó mi hombro desnudo, y con sus labios acarició cada centímetro de mi piel.

–Buenos días.

Sasuke no era cariñoso. Eso no era difícil de deducir, ¿no?

Pero ahora, era tan contrario. Estaba llenando mi mañana de caricias y mimos que nunca creí sentir de su parte. No era nada morboso. Sino, demasiado dulce y tierno, digno de un amoroso despertar.