¡Feliz Cumpleaños!

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Je... Buenas...

Sí, soy irresponsable y olvidadiza. Pero, sé que ahora, en lugar de detestarme por tardar más de 1 mes, dejo que lean.

Psdt: Hay una canción... me inspiré al oírla y dije... usémosla.

Lean el significado y escúchenla de fondo... es gonito así :3

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Las personas somos animales, es sencillo. El ser humano siempre va a tener instintos primitivos, tales como defender su territorio o incluso tener métodos de defensa.

El cuerpo espín utiliza sus púas para alejar depredadores, o en algunos casos, hace ruidos con ellas, todo para alejar a los que le pueden hacer daño, es capaz de lanzar sus espinas para detener cualquier amenaza.

Bueno, nosotros somos capaces de crear estos métodos de defensa, esas paredes o muros capaces de detener cualquier amenaza, hacemos una línea invisible entre lo que queremos que las personas sepan de nosotros y lo que no queremos que se vea.

-¿Estás bromeando, no?

-No- sonrió ampliamente-, Mikoto-san, se comunicó conmigo, me agrada esta familia.

-Solo Mikoto-san, el resto es...- antes de hablar, recordé lo ocurrido el día anterior con el hermano mayor de Sasuke- Son personas algo... frías, pero se esfuerzan en ser humildes...- vi a mi madre con una sonrisa- Me agradan bastante.

-Te invitaron a almorzar mañana.

-¿¡QUÉ!?- casi dejé caer los platos que tenía en la mano.

-¡Sakura!- mi madre se acercó a mí, tomando algunos cubiertos que estaban resbalando sobre la vajilla que estaba a punto de llorar en un pequeño espacio para que se secaran- ¿Te sientes incomoda con ellos? ¿No quieres ir, cariño?- preguntó algo angustiada.

-No es eso- negué rápidamente-. Lo cierto es que lo poco que he podido entender de esa familia, es que son bastante... temperamentales, fríos e incluso intimidantes, pero en realidad actúan por instinto... son buenas personas, me agradan cuando realmente muestran quienes son. Sasuke es así, pero llega a ser amable.

-Creí que llevabas apenas unas semanas siendo amiga de él- se burló mi madre, viéndome con una extraña sonrisa.

-Sí, pero soy observadora- arqueé las cejas con sarcasmo Y algo de gracia-. Así que... ¿De verdad me dejarás ir a la casa de personas que conoces apenas hace unos días?- la miré extrañada, pues era alguien bastante protector conmigo, de hecho, aún recuerdo los dilemas que crecieron con base a mi amistad con Sai y Shikamaru.

-¿Quién dijo que los conozco hace días?- noté la burla en su mirada.

-Sé clara, mamá- pedí con cansancio, acomodando los platos en el estante.

-Mira- señaló con la cabeza y empezó a caminar hacia la sala de estar. Por instinto la seguí, limpiando los restos de agua que aún quedaban en mis manos. Al llegar a un gran estante de fotos y plantas, mi madre tomó una imagen algo antigua, sabía que era de su infancia, pues había un grupo de varios niños posando a la cámara, por la calidad, fue evidentemente tomada hace más de 20 años-. Esta soy yo- señaló.

-Ya lo sé, oka-san, ya me has mostrado esto muchas veces- dije algo confundida.

-Este es tu padre- ignoró mis palabras y siguió con su exposición-, su mejor amigo, el que tú conoces como... Minato- ahora sí se había ganado mi atención. Mis ojos se agrandaron, e incluso mi boca se abrió, descolgándose.

¿Qué es el amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora