Trago Amargo

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Je. Me emocioné con poner música en este capítulo, y es que este mes fue de celebraciones con mis amigos y familia, así que me inspiré.

Así que, sigan leyendo con algunos audifonos y Spotify o Youtube a la mano, aquí hay un mix de bastantes canciones... Así que,  disfruten.

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Cinco canciones más, y nuestros cuerpos parecían al borde del colapso, las demás personas, las luces y alguna máquinas de humo en otras habitaciones, hacían del ambiente un lugar difícil para respirar, lo suficientemente asfixiante como para querer salir de allí corriendo, pero, las jodidas canciones eran cada vez mejor que la anterior.

–Vamos por algo de beber –pidió Hinata en medio de un largo jadeo, respirando casi ahogada.

–Si... necesito aire y un vaso de agua –solo me concentré en salir de la habitación, reconociendo el camino hacia la cocina, siendo casi la única habitación en la casa visible. La única sin luces azules que aturdían a la vista.

– ¡Al fin! –festejé en cuanto Sasuke y yo estuvimos en la cocina, lejos de tantas personas y respirando con más tranquilidad.

– ¿Agua o zumo? –noté que, sobre una isla de madera y mármol en la cocina, había una gran variedad de bebidas, de todo tipo, desde vodka, hasta grandes jarras selladas de bebidas sintéticas de fruta.

–Lo que sea que refresque mi garganta –Le pedí a Sasuke, quien no se había alejado de mí en toda la fiesta, cuidando que nadie me empujara demasiado en la pista de baile improvisada en medio de una habitación vacía.

–Hmp, bien –Le vi servir dos vasos, uno con agua y el otro con lo que parecía ser bebida tropical.

–No ha pasado ni una hora, y ya estoy exhausta –musité rendida, había bailado como si mi vida dependiera de ello, además, con este vestido me era un poco complicado soportar tanto peso sobre mis pies y esos incómodos zapatos.

–Ten, molesta –antes de que acercara el vaso a mí, lo detuve.

– ¿Podrías... servir un poco de licor en él? –pregunté lentamente.

– ¿Estás loca? –dijo enojado, negando rotundamente.

– ¡Vamos! Es como un coctel, ¿sí?

–No es no, Sakura –blanqueé los ojos, tomando el vaso de bebida de frutas.

–Bien, yo misma me lo serviré.

–No –me detuvo con más fuerza, prohibiendo que acercara mí bebida a las botellas de licor transparente que estaban más cerca de mí.

– ¡Déjame! –Hice un puchero– Solo quiero probar algo de alcohol, no me embriagaré.

–No mezcles bebidas –se cruzó de brazos, parándose de tal modo que no pudiera alcanzar las botellas–. Si lo haces, más te alcoholizarás, y peor aún, con algo así de dulce –señaló.

–Vamos... Está bien, solo un poco... –le hice el gesto más suplicante, acercándome a él, dejando mi vaso en la mesa de madera a sus espaldas, acorralándolo indirectamente en la isla de bebidas y mi vestido– Sasuke-kun... por favor...

–Es mejor que te abstengas de beber, molesta.

–Oh, por favor, todos vamos a beber hoy, no me excederé.

–Tsk, por milésima vez: No –no me lo podía imaginar como padre o como hermano mayor, sin duda era tan estricto que no flaqueaba, incluso teniéndome frente a él, rogando como si el licor de aquella casa fuera suyo.

¿Qué es el amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora