Niños perdidos corriendo por la jungla, las antorchas iluminaban el camino.
Había una jaula hecha de bambú, en esta encierran a Neal quien al parecer estaba por caer inconsciente.
-Ya escucharon a Pan, ya saben qué hacer con él.- dijo Félix
En el campamento, los demás adolescentes jugaban a subir la cuerda siendo observados por Henry, que no parecía querer unírseles. Dallas –otro niño perdido- llega por su espalda y llama su atención.
-Auch- se quejó Henry. Se levantó de su asiento y volteo a ver quién o qué lo había picado.
-¿Así que tu eres el niño que Pan ha estado buscando todo este tiempo?- preguntó
-Pregúntale a él- contestó el menor
Dallas atacó a Henry y este lo esquivo dando un paso hacia atrás.
-¡Detente!- pidió el pelinegro
Los demás niños perdidos detuvieron su juego para ver qué pasaba con ellos dos.
-Si no puedes soportar esto ¿Cómo podrás tolerar lo que Pan guarda para ti?
Sin hablar, el menor voltea a ver una rama que estaba en el suelo y con un movimiento de cabeza Dallas le invita a tomarla.
Sin dudarlo, Henry toma el objeto y se pone en guardia. Empiezan a pelear hasta que una voz los interrumpe.
-Nada mal- dijo Peter; cruzado de brazos y recargado en el tronco de un árbol.
-Pero ¿No sería más divertido con espadas reales?
-Nunca he usado una antes- dijo Henry
-Estás en nunca jamás y tienes el corazón del verdadero creyente. Puedes usar cualquier cosa que desees.- dijo el rapaz caminando alrededor del niño hasta llegar a su espalda; poniendo su mano en el hombro continúo hablando- Solo tienes que creerlo.
Henry cerró sus ojos y creyó que portaba una verdadera espada.
Sintió la mano más pesada y al abrir sus ojos vio una hermosa espada plateada.
-¿Qué es lo que esperas? ¡Vamos!- animó Peter
Henry dio el primer ataque, Dallas solo podía defenderse y quedarse quieto para no salir lastimado.
Tanta era la fuerza del menor que poco a poco fue rompiendo la lanza; solo quedaba la parte donde se sostiene el arma, un último ataque y Henry rasguño la mejilla de Dallas.
-Lo siento, fue un accidente.- dijo el pelinegro soltando la espada. Dallas veía al menor con furia mientras su mano estaba herida.
-Henry... ¿No sabes qué es lo mejor de ser un niño perdido? Nunca te disculpas- dijo Peter dándole la espada que había soltado.
Los demás aplaudieron, gritaron por la victoria de Henry.
Los héroes estaban en la cueva de Baelfire, buscando una señal o idea para escapar de la isla.
Emma, Mary, Regina tenían una idea de atrapar a un niño perdido.
Después de que Killian y David fueran por el sextante que estaba en la montaña; Jones sujeto las lianas para subir al príncipe y antes de poder lanzarla.
-No lo subas todavía- dijo Peter a espaldas del pirata.
El capitán desinteresado soltó la soga y escuchó a Pan
-¿Qué quieres?- preguntó el pirata
-Ofrecerte un trato- respondió- regresa a trabajar para mí como en los viejos tiempos.