Segunda ronda

96 13 0
                                    

Prov narradora

El regreso de Rengoku y su grupo con nuevos integrantes sorprendió a todos, Zenitsu no tardo en presentarle a Murata a sus nuevos amigos, Murata se alegró por que el rubio pude hacer amigos, en extrañas circunstancias, aun no amanecía pero Sanemi insistió que fueran a descansar, Uzui se negó pidiéndole un turno como siempre, sin ganas de comenzar a discutir Sanemi cedió, todos se dispusieron a dormir, algunos cayeron rendidos ni bien se acostaron en la suave cama que les asignaron, a Uzui le toco su turno, pero en vez de quedarse sentado en el porche de la casa se dispuso a dar una vuelta por los alrededores, se tomó su tiempo para dar la inspección, lo hizo más para despejar su caótica mente, talvez faltarían 3 horas para que amaneciera, no se sentía cansado, casi nunca podía dormir por las noches, al regresar a su puesto habitual se encontró una cabellera rubia, quien estaba sentado en el suelo con su cara ente sus piernas, se acercó rápido a ver si el rubio necesitaba algo.

-no creo poder dormir- susurro Zenitsu, sin moverse- estoy cansado, pero no puedo dormir- levanto su rostro melancólico.

- ¿es por lo que paso en el centro comercial? - me senté junto a él.

-creo que si- acaricio sus piernas- no quiero volver a sentirme así- Zenitsu elevo su mirada hacia el oscuro cielo- Shinobu-san dijo que pudo a ver sido por estrés-.

- ¿fue mucho para ti ver eso? - Uzui pensó que fue estúpido haberse sentido molesto por nada.

-al parecer si, no es que estuviera preparado para ver eso, tampoco creo que lo estaré- abrazo sus rodillas y recargo su cara en sus brazos, girando su cabeza hacia el mayor, sonrojándose antes de hablar- gracias po-por ayudarme, no te agradecí- apretó más sus rodillas.

-no tienes por qué agradecerme, ya tuve mi paga- respondió cínico, sonrió anticipando lo que seguiría.

- ¿sí? ¿Cuál fue? - Zenitsu pregunto verdaderamente curioso, la sonrisa del mayor se ensancho, se inclinó hacia su oído izquierdo.

-algo suave y sedoso sobre mis labios- accidentalmente sus labios rozaron la zona sensible del rubio, este se separó rápidamente cubriendo su oreja, su sonrojo aumento- aunque si Rengoku no hubiera interrumpido estoy seguro que habría sido violado allí- se abrazó de forma dramática, el rubio se levantó avergonzado dispuesto a entrar y dejarlo a él solo- ya no hablare de eso- Uzui lo tomo rápidamente del brazo- lo prometo- hizo esos ojos que era imposible negarse a algo, suspiro derrotado, volvió a sentarse en donde estaba hace unos momentos, Uzui no volvió a tocar el tema en toda la noche, el hablar sobre trivialidades hizo que al pequeño se sintiera somnoliento, quedándose dormido en el hombro del mayor, en esa noche Zenitsu no tubo pesadillas y durmió mejor que en una cama.

Los días pasaron con normalidad, los nuevos integrantes se incorporaron rápidamente al animado grupo, todos los días desayunaban juntos, Zenitsu se acercó mucho más a Murata, pasaban todo el día juntos, ocasionalmente las noches que iba a buscar a Uzui fueron remplazadas por la búsqueda de Murata, está de más decir que Uzui estaba molesto, algunas veces le rogaba a Sanemi que se llevara a ese mocoso para ayudar con el reforzamiento del muro, para tener al menos 5 minutos con el rubio.

Uzui estaba exagerando un poco las cosas, Zenitsu no pasaba todo el día junto a Murata, se habían acercado pero no como lo planteaba Uzui, no iba a buscarlo en la noche porque inesperadamente ya no tenía pesadillas, estas fueron remplazadas por el encuentro que tuvieron, por ende evitaba al mayor, no era que fuera nuevo para el soñar cosas eróticas con hombres, antes había tenido un par de novios, pero desafortunadamente no pasaban a 3ra base, cuando Sanemi le ordenaba que ayudara a Uzui claramente no se podía negar, trataba de hacerlo rápido para tener un respiro de sus alborotadas hormonas, le gustaba pasar su tiempo con él, aunque algunas veces fuera un completo idiota, un sinvergüenza que no dudaba en alardear de su belleza, un insensible algunas veces, un gran oyente, lo que más odiaba sin duda es que fuera tan estúpidamente guapo, los últimos  5 días estuvo ignorándolo de manera descarada, casi todos se dieron cuenta.

Parásitos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora