La pesadilla de Zenitsu

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Prov narradora.

Zenitsu llevaba unos días deprimido, ciertamente el haber visto aquello fue mucho para él, durante el día se alejaba de su grupo para hacer sus deberes por separado, durante la noche se encerraba en su cuarto sin poder dormir, un sentimiento de inseguridad crecía día con día, Murata intentaba animarlo, pero era imposible, en este momento se encontraba en el jardín supervisando las siembras, de reojo vio a Uzui acercarse, intento disimuladamente huir.

-Zenitsu- lo llamo, este chasqueo la lengua un poco fastidiado- haremos una salida y no sé si quieres ir con nosotros, iremos a una zona nueva- Uzui hablo con cuidado, Zenitsu se lo pensó por unos segundos.

- ¿ya están hechos los grupos? - pregunto sin mucho interés.

-sí, si vas iras en mi escuadrón como siempre- sonrió.

-bien, necesito algunas cosas- en ningún momento hicieron contacto visual, Zenitsu de adentro a la casa viendo en la puerta de entrada a Sanemi, Genya, Murata, Aoi, Kaigaku, Suma, Makio y Hanatsuru, ellas al ver al rubio sonrieron, Zenitsu hizo su mejor esfuerzo para darles una sonrisa, cuando todos estaban listos emprendieron su viaje, iban hablando tranquilamente de vez en cuando bromeaban, Zenitsu caminaba detrás de ellos, Murata se detuvo unos momentos para dejar que su amigo lo alcanzara, su conversación estaba bien pero Zenitsu no se sentía de muchos ánimos, llegaron al lugar donde se supone que debía haber lo que estaban buscando, el lugar estaba repleto de caminantes, uno a uno fueron disminuyendo, se adentraron al lugar donde parecía haber de todo, se dividieron para buscar cosas personales, Zenitsu encontró una bolsa de dulces que eran sus favoritos, los metió dentro de su mochila, habían algunos juguetes que le llevaría a Nezuko, aparecido Suma frente a Zenitsu, cortésmente Suma le intento hacer platica al rubio quien casi todo el tiempo respondía monosílabas, se adentraron un poco más del lugar casi llegando por las bodegas.

Un caminante salió frente a ellos asustándolos, mandándolos al suelo por un tropiezo, ambos gritaron al mismo tiempo, a partir de allí el rubio vio todo a cámara lenta, Uzui fue el primero en llegar, agarro del brazo a Suma, la levanto y retrocedió, dejando a Zenitsu en el suelo, consternado no despego su mirada de como Uzui puso a salvo primero a la chica, giro su cabeza había la izquierda para encontrar una despedaza cara a unos centímetros de él, no tendría tiempo de reaccionar, una salpicadura de sangre llego a su cara, al abrir los ojos vio a Kaigaku enterrándole un chillo en la frente al caminante.

- ¿estas bien? - Kaigaku se inclinó para limpiar con su manga la sangre sobre la pálida cara frente a el- lo siento por salpicarte- se disculpó mientras lo ayudaba a pararse- no deberías de separarte de mí, me asegurare de no quitarte los ojos de encima- lo atrajo a su cuerpo para abrazarlo, el rubio seguía consternado y se dejó hacer, aunque eso le sonaba muy familiar, oh cierto es lo que solida hacer, pensó el rubio, Uzui se acercó a Zenitsu.

- ¿estas bien Zenitsu? No quise-.

-no quisiste dejarlo solo- Kaigaku lo interrumpió tratando de imitar su voz- deberías estar más atento grandulón, no solo salvar a alguien- aun con Zenitsu en brazos se alejaron de allí, realmente Uzui había cometido una estupidez, actuó de forma torpe, el rubio pudo morir y seria su culpa, claramente no quería que pasara eso, le tenía un gran afecto, pero las cosas estaban algo tensas desde que el rubio lo encontró en una comprometedora situación con las chicas que no fue su intención provocarla, siempre fue de esa forma, era muy animado y muchas veces sin que se diera cuenta coqueteaba con las personas, ser de esa manera lo cual no estaba bien, le estaba costando caro y gracias a eso el azabache se estaba aprovechando de la situación.

Kaigaku se encontraba consolando al rubio, acariciaba su cabeza y su espalda, se habían alejado del grupo para ‘’tener privacidad’’ según Kaigaku, Zenitsu no podía sacar de su cabeza como solo la salvo a ella, sintió su corazón estrujarse.

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