Latido de dos corazones al unísono

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Prov narradora

Los días fueron pasando muy lentamente para Zenitsu a quien lo tenían manteniendo reposo absoluto y encerrado en la habitación de Uzui, únicamente salía cuando su agresor salía de la casa, algunas veces Uzui tenía que salir de la casa y les pedía de favor a sus ex novias que cuidaran al rubio, este al pasar el tiempo con ellas se dio cuenta que la relación que ellos habían tenido nunca paso de las citas amistosas, dándole una gran paz al rubio.

Esa noche era viernes, noche de juegos, pero él no quería ser participe en los juegos, así que le rogo a Sanemi que le diera el turno de esa noche, este acepto solo si lo acompañaba Uzui, a regañadientes acepto, no era que le molestara, pero las últimas 2 semanas había estado muy sobreprotector y a Zenitsu le comenzaba a molestar eso, la noche llego, subió lo necesario para pasar allí la noche, el invierno había llegado a su fin, pero aún quedaban helados vientos residuales, se acomodó sobre una de las sillas que habían allí.

-oh ya estás aquí- una voz sonó a su derecha.

-tu eres el abuelo que se tarda- bromeo mientras se envolvía en una gruesa manta- te estuve esperando un siglo aquí arriba-.

-ay no exageres, traje un poco de chocolate caliente- alzo dos tazas humeantes, nadie se le iba a negar una taza de chocolate, Zenitsu alcanzo una taza acunándola entre sus manos dando pequeños sorbos.

- ¿Cómo van allá abajo? - pregunto sin mucho interés Zenitsu.

-pues están jugando Twistter, Rengoku es malísimo para eso, aplastó a Sanemi con su cuerpo cuando intento poner su mano del otro lado de la alfombra-.

-jaja me hubiera encantado verlo- realmente si lo habría disfrutado- está tranquila la noche- se acurruco en su asiento.

-puedes dormirte, hare la guardia yo- amablemente se ofreció.

-no muchas gracias, quien sabe que me harías-.

-nada que tu no quieras- volteo a verlo- yo soy el que se debería de cuidar de ti, podrías tocar ferozmente mi cuerpo y someterme- hizo un gesto abrazando su pecho dramáticamente, eso basto para que el rubio se soltara a reír, contagiando al mayor, quien había extrañado hacerlo reír, media noche paso entre risas y bromas, luego se pusieron a hablar de cosas filosóficas y profundas.

- ¿te puedo preguntar algo? - nervioso hablo Zenitsu.

-si adelante dime-.

-no sé si sea mi imaginación…pero desde que paso el incidente evitas tocarme- hablo sin verlo, se sentía un poco decepcionado la verdad.

-eso no es cierto- respondió de inmediato, sin que se diera cuenta, Zenitsu se acercó a él lo suficiente para que sus labios se rozaran, por inercia Uzui lo empujo de los hombros alejándolo, Zenitsu tenía una triste sonrisa.

-ves, tenía razón-.

- no…es solo que me sorprendiste- trato de excusarse.

-te doy asco ¿cierto? - dijo sin más descolocando al mayor, Zenitsu se alejó para volver a su lugar, sin dejar esa sonrisa- creo que también me daría asco tocar a alguien así- perdió su vista en algún lugar del jardín delantero.

-no es así Zenitsu- Uzui se inclinó para tomar su mano derecha entre las suyas- no me das asco, nunca lo pensé así es solo…no creí que quisieras que te tocara- Zenitsu no volteo a verlo- no me das asco, me muero por tocarte, pero no quería presionarte, desde hace tiempo quiero hacerlo, me muero por sentir tu piel contra la mía, kocho me comento que casi siempre después de ese tipo de incidentes no quieren ser tocados- los ojos de Zenitsu se iban llenado de agua con cada palabra, tímidamente giro su cabeza para poder verlo, se levantó de su asiento para ir a sentarse sobre las piernas de Uzui, este sin saber que hacer le dejo hacer lo que quisiera, Zenitsu se recostó en su hombro izquierdo.

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