Mi querido íncubo

Capítulo 4: Soñando sin Sueño

- ¿Pasa algo? - preguntó el muy confundido ojiverde

- Iré enseguida por mi hermano mayor... - dijo la menuda

- No es nada joven Ulquiorra... me presentó yo soy Unohana Yachiru y la chica de allá es Kuchiki Rukia... lo que pasa es que no aparece en la lista de recepción... - dijo la dama

- Supongo que es normal... yo no... solo quiero saber señorita... ¿cómo llegó al puente fronterizo? - dijo el de pálida piel

- ¿Puente fronterizo? Caballero es el que cruzó para llegar aquí... es normal que este confundido... todos pasan por ese período de adaptación pero al igual que la madurez no siempre llega... - dijo la mujer

- ¿Cómo llegué a la ciudad de Kreuzlingen? Y ¿mi prometida Inoue Orihime...? - dijo nervioso el muchacho

- ¡Ho por Lucifer! Joven Ulquiorra... ¿usted está hablando de Alemania y Suiza? - dijo la chica

- Sí... yo estaba ahí... cuando ese hombre (señalando al ladrón) nos amenazó... - dijo el contador

En ese momento llegó la otra alada de grandes ojos violeta acompañada de un hombre muy elegante de cabello negro y ojos rasgados.

- Creo que hubo una confusión. Él no debería estar aquí... - dijo la mayor

- Rukia obtén su gafete del corazón... - dijo el recién llegado

La menuda fue hasta Ciffer y con su mano sacó de su pecho un pergamino como el del otro sujeto, cosa que llamó la atención del ojiverde.

- ¡Esto imposible hermano mayor...! - exclamó la más pequeña

- Es un error que nos beneficia. No es común que algo tan bueno nos llegue solo. Así que hay que aprovechar lo que se nos regala... joven... - dijo el serio recién llegado

Entonces la de ojos violeta le susurro.

- Ulquiorra Ciffer... - le dijo al oído la menuda

- Joven Ulquiorra... ¿Qué es lo que usted busca? ¿Qué quiere o desea? - preguntó el hermano

- Buen día... - dijo el ojiverde

- Soy Kuchiki Byakuya... - dijo el otro hombre

- Señor Kuchiki. Solo quiero regresar con mi prometida. Yo prometí cuidarla... quisiera tener una familia... quiero que ella sea feliz... - dijo algo abrumado el de pálida piel

Esto hizo al intruso poner su mano en su barbilla para pensar un momento.

- Nada es casualidad. Por algo ustedes se encontraron con él. Siendo subcubos, pueden ir al mundo terrenal llamados por el deseo inconsciente de la lujuria, si él quiere ver a su amada, solo debe convertirse en un íncubo... - dijo solemne el supervisor

- Pero hermano mayor, su gafete del corazón dice claramente: "Puro, inocente, cariñoso, valiente y sacrificio". Por lo que probablemente ni siquiera haya tenido sexo alguna vez... - dijo la pequeña

Esto solo hizo sonrojar al ojiverde.

- ¡Jamás le hubiera faltado al respeto a mi prometida! ¡Porque la amaba la procuraba! ¡Podía esperar hasta nuestra boda para poder estar con ella...! - exclamó nervioso el del pergamino

- Eso significa que aunque la respetabas, alguna vez la deseaste, soñaste con ella, tu cuerpo se sintió inquieto al estar junto a ella... ese es el principio de la lujuria... con eso será suficiente, por ahora deben de enseñarle a como ser un demonio... - dijo el recién llegado

- Pero yo solo quiero regresar con mi prometida... - recalcó Ciffer

- Y lo harás una vez que te gradues de la escuela... pero sólo si es con honores... no te preocupes... ellas te ayudarán... - dijo el hermano