Entonces luego de dejar las pocas cosas que había en la casa en su lugar, la poca suciedad que había la hizo desaparecer, se vio un poco aburrida en la soledad de la casa. Tal vez trabajar no era tan malo, con un par de horas sería suficiente para mantenerse ocupada y ganar algo extra. También servía para ayudar a su novio, cuando se casaran ese dinero podría servir para los gastos de su boda o incluso en unos años para cubrir las necesidades de sus hijos.
En ese momento se abrió la puerta, por lo que corrió la dama a recibir a su prometido. Con una sonrisa la mujer vio entrar al cansado ojiverde.
- ¡Buena noche joven Ulquiorra! ¡Bienvenido...! - dijo la niña
- He llegado... - dijo el hombre
- ¿Cómo le fue en el trabajo? - dijo la pelirroja
- Hay mucho que hacer cuando llegan los nuevos productos al almacén... pero tengo buenas noticias... - dijo el caballero
- ¿Buenas noticias? - preguntó la chica
- La señora Momo Hinamori, la esposa de mi jefe... Aizen Sosuke... te aceptó como aprendiz... solo 4 horas al día... solo de lunes a viernes... - dijo el prometido
- ¡Qué bien!, ¡así podré ayudarle! - exclamó la chica abrazando al hombre
- Solo dime ¿cuándo quieres empezar? - dijo el de pálida piel
- Mañana sería un poco apresurado. Pero pasado mañana que le haya avisado a la señorita Hinamori... podré ir más confiada... - dijo Inoue
- De acuerdo, ahora vamos a preparar la cena... - dijo coqueteando el caballero
- Por supuesto... - dijo la chica
Así pasaban tiempo juntos, era algo tierno e inocente. Luego de un par de días la rutina cambió ligeramente al ir juntos al trabajo, en áreas diferentes. La dama se iba temprano, con ese tiempo era suficiente para limpiar la casa, así recibir al novio en la noche. En unas semanas el joven había reunido suficiente dinero para comprar una sorpresa para su prometida. El viernes después del trabajo fue a la tienda, había visto ese regalo por semanas, solo hasta ahora podía comprar ese objeto tan especial. Por lo que ese sábado invitó a su amada al parque, allí muchas parejas casadas y familias con sus niños. Era una escena amena, como el anhelo del futuro intrínseco en sus corazones.
- ¿Quieres algún dulce? - dijo el caballero
- No joven Ulquiorra, por ahora estoy bien... - dijo con una sonrisa la pelirroja
El pelinegro respiró hondo, de su largo abrigo sacó del bolsillo una pequeña caja, se puso frente a ella, puso una rodilla en el suelo y le ofreció el regalo. Esto sonrojo a la chica, quien de inmediato puso sus manos sobre su rostro.
- Se que te lo propuse el día que dejé el orfanato. Pero hoy quiero que sea oficial... con este anillo te pido que seas mía... - dijo el ruborizado hombre
Los presentes alrededor se detuvieron a ver tan hermosa declaración. Orihime ya no cabía de la vergüenza, al ser el centro de atención de las miradas.
- Por supuesto que aceptó joven Ulquiorra... pero por favor póngase de pie... - dijo la tímida adolescente
El de pálida piel estaba tan emocionado que apenas logró tomar la mano de ella para colocar el pequeño anillo con forma de flor azul, con un diminuto diamante al centro, era un halo muy especial, no era el típico anillo de compromiso, era único como el propio Ciffer.
- Pero venía acompañado de un juego de horquillas... - dijo el caballero poniendo en la roja melena de su amada los dos pasadores
Ella miró un poco las dos piezas en su cabello. Le parecían un poco infantiles, pero no iba a arruinar la bella sorpresa de su novio.
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Mi querido íncubo
FanficUlquiorra y Orihime son una dulce pareja de novios que están próximos a casarse. Sin embargo la amargura llega a sus vidas por culpa de la guerra. Intentando proteger a su prometida Ciffer muere. Pero ahí no termina su historia del ojiverde sino que...