Capítulo 1: Somos novios

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En un lugar frío, en un pueblo a la orilla de un bello río. Rodeado de bosques que se pintaban de rojo y naranja cuando la brisa helada empieza a golpear el forraje, al igual que el cabello de la chica más inocente y adorada de la ciudad. Es la hermosa pelirroja de piel clara, grandes ojos grises, figura prodigiosa y encanto peculiar por su ternura.

A sus dulces 17 años a recibido un sin número de propuestas, cartas y regalos de los jóvenes de la ciudad. Pero el único que ha logrado ganar al menos una cita con la linda chica que acaba de salir del orfanato, es el propio huérfano de 19 años, Ulquiorra Ciffer. Con su efigie siempre sería, piel blanca como la nieve, cabello negro cual el ébano y ojos tan verdes como los bosques. El joven había pretendido a la pelirroja desde que era estaban en el orfanato. Por eso había aprovechado este tiempo desde que había dejado ese lugar para ponerse a trabajar, tener una casa pequeña y así ofrecer a la adolescente una buena vida.

El país no pasaba su mejor momento, ellos mismos eran víctimas de las consecuencias de la guerra, huérfanos ambos, habían encontrado consuelo el uno en el otro. El día que la chica dejó el orfanato, el pelinegro ya la esperaba con un pequeño ramillete de flores y una bolsa de chocolates.

- ¡Joven Ulquiorra...! - exclamó emocionada la doncella quien se lanzó al cuello de su novio

- A mí también me da gusto verte mujer... - dijo abrazando a la efusiva adolescente

- Hoy oficialmente soy mayor de edad para poder valerme por mi misma... - dijo la ruborizada niña

Finalmente se soltó del cuello del hombre. Le tomó de la mano, sujetó con la otra su pequeña maleta y tiernamente empezaron a caminar.

- ¿Quieres trabajar? - dijo el caballero

- Me gustaría saber que se siente por una vez ganar mi propio dinero sí... pero no sé hacer nada... - dijo la avergonzada mujer

- No digas eso. Eres muy inteligente, además recuerdo que te enseñaron a tejer, hilar y remendar en el orfanato, así que podrías aprender a ser costurera... - comentó el ojiverde

- Sería interesante... aunque ¿quien iba a querer enseñarme? - preguntó la pelirroja

- Dónde trabajó, la esposa de mi jefe es costurera. Ella seguramente te puede enseñar, por ahora como auxiliar, igual que yo empecé. Ahora ya soy contador... - dijo el caballero

- Es un plan perfecto... - dijo alegre la chica

- Hablando de planes toma... tus dulces favoritos... y no pude traer tus flores... pero te he traído estás... - dijo el de pálida piel

- Cómo siempre es muy amable joven Ulquiorra... ahora a ¿dónde vamos? - preguntó Inoue

- Te invito a comer a un restaurante no lejos de aquí y después vamos a casa... - dijo el apenado ojiverde

- ¿A casa? - cuestionó la intrigada dama

- No es la gran cosa. Es pequeña, pero ahí podremos vivir cómodos, además es nuestra, podremos ser muy felices y tener una familia en ella... - dijo completamente sonrojado Ciffer

A ella le dio un brinco el corazón, no podía negar que todo eso le emocionaba, ella no quería vivir sola. Aunque estar con su novio bajo el mismo techo la ponía nerviosa.

- Es un poco apresurado joven Ulquiorra... - dijo la avergonzada chica

- No te preocupes mujer. Te amo y te respeto, por lo que vamos a dormir en habitaciones separadas, cómo siempre hemos vivido... pero no quería que estuvieras sola en un lugar desconocido... tú sabes que soy un firme creyente de la institución del matrimonio... hasta que nos casemos... tú y yo... simplemente esperaremos para hacer el amor... - dijo amablemente pero sonrojado el caballero

Mi querido íncuboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora