¡GROW A BOYFRIEND! [Taekook] [PAUSADA]

S i e t e

Aunque jungkook mandó a TaeHyung a dormir en el sofá, sintió por la noche como se acostaba a su lado, con la única excusa de "Tengo frío" para después dormirse junto a él.

Por eso, despertó con unos fuertes brazos rodeando su cintura a la mañana siguiente.

Levantándose de inmediato, lleno de timidez y con las mejillas rojas, salió de entre sus brazos escuchándolo quejarse entre sueño.

—Joder. —dijo, viendo su erección matutina, con las que dolía despertar la mayoría del tiempo.

Fue una suerte que haya podido salir de ahí antes de que TaeHyung fuera s darse cuenta. Se metió al baño, directo a la ducha después de despojarse de su ropa.

Está vez su problemita no se fue con agua fría y tuvo que darse una ayudadita con Manuela. Mientras lo hacía, la cara de aquel que se hacía llamar su novio llegó a su mente, justo llevándolo al orgasmo, por lo que no podía estar más avergonzado.

Terminó de bañarse, aún sin poder creer lo que había hecho, ya ni siquiera podría ver a TaeHyung a los ojos.

Se vistió en el baño, gracias al cielo había llevado primero su ropa para no tener que volver a salir.

Ya listo, con un traje negro ajustado a su cuerpo y su cabello azul atado en una coleta alta, salió del baño, con las mejillas rojas, aún era temprano, podría desayunar en casa.

La imagen que se llevó al salir del cuarto de baño hizo que su corazón se derritiera.

Un TaeHyung apenas despertando, con un puchero en los labios, ojitos entrecerrados, su cara algo hinchada y cabello alborotado.

Era, simplemente, demaciado para el pobre corazón de pollo de jungkook.

TaeHyung bostezó, volteando a verlo, en cuanto sus ojos lo captaron, una enorme sonrisa formándose en sus labios.

—Mi amor~ —canturreó alzando los brazos hacia él, jungkook no pudo evitar acercarse y sentarse a su lado.

Pronto, los brazos de TaeHyung lo rodearon y su rostro se escondió en su cuello, dejando un pequeño beso que lo hizo tensarse por lo bien que se sentía.

Debía de admitir que era muy lindo que en cuanto lo viera reaccionara de esa manera.

—Buenos días. —dijo él, abrazándolo por los hombros y acariciando su cabello, escuchándolo ronronear.

—Vuelve a la cama, conmigo.

Jungkook se sonrojò, eso se había escuchado tan bien y tan tentador al mismo tiempo.

—Tengo que ir a trabajar. —escuchó a TaeHyung lloriquear, por lo que sonrió chiquito.

—Es muy temprano. —se quejó, abrazándolo por la cintura y sentandolo en su regazo, sobre las sábanas, sin esfuerzo alguno.

El, rojo de la vergüenza, trató de salir de ahí, pero TaeHyung lo impidió abrazándolo fuerte. Jungkook podría acostumbrarse a eso.

—Si, pero... No puedo llegar tarde, apenas alcanzo a comer y tengo que irme.

TaeHyung volvió a lloriquear, viéndolo desde abajo, aprovechó que jungkook lo miraba para besar su mejilla, sorprendiendo un poco al de cabello azúl.

—Bien, vamos a comer.

Y jungkook no se esperó que TaeHyung lo alzará estilo princesa, hasta llevarlo a la cocina, descalzo y en pijama.

Sorprendido, solo se sostuvo de sus hombros, riendo cuando TaeHyung lo depositó sobre la isla de la cocina, quedando entre sus piernas.

Al parecer no se había dado cuenta de la posición, porque si lo hubiera hecho tal vez no estaría tan tranquilo abrazando a TaeHyung por los hombros.

El azabache se acercó más a él, abrazando su cintura con ambos brazos, ya lo suficientemente cerca apoyó su mentón en el pecho de jungkook, mirándolo desde abajo.

El de cabello azúl se derritió de amor, los ojitos somnolientos de TaeHyung daban mucha ternura.

—Tae-... —fue interrumpido cuando el mismo se acercó a dejar un beso en sus labios, dejándolo perplejo y con el corazón acelerado— ¿Por qué hiciste... Eso?

—Porque quiero, y puedo.

—N-No te he dado permiso.

—¿Necesito permiso para besar a mi novio cuando yo quiera?

Jungkook se quedó en silencio, viendo a TaeHyung esconderse en su pecho, ronroneando y casi quedándose dormido.

Tal vez ya era hora de que se hiciera la idea de que TaeHyung era su novio.

Mas tarde, cuando salió a trabajar, el de cabello azabache estuvo muy terco con querer encontrar esa cajita especial, dónde él guardaba sus dildos y consoladores.

Y lo encontró. Lo que no fue una buena idea.

Jungkook sabría que fue lo que hizo, cuando al llegar a casa de nuevo, el azabache salió de la habitación y bajó las escaleras de manera temblorosa, y entre quejidos dolorosos.

—¿Que te pasó?

Había dicho preocupado, cuando TaeHyung llegó hasta él para abrazarlo por su llegada ya que lo había extrañado mucho.

—Na-Nada.

Cabe decir que él estaba muy avergonzado por lo que había echo, y, definitivamente, no volvería a hacerlo nunca.

—¿Estás seguro? —dijo, mientras acariciaba su cabello.

—Puede y solo puede, que haya encontrado la cosa rara de ayer.

Entonces jungkook entendió y soltó una enorme carcajada, viendo a TaeHyung alejarse de él para que no viera su estado de vergüenza.

Agradecía ser lo suficientemente limpio y ordenado como para siempre limpiar y desinfectar sus juguetes después de usarlos.

—¡No es gracioso, deja de reírte! —pero jungkook ya estaba doblandose a la mitad de tanta risa, TaeHyung bufó cruzándose de brazos y desviando la mirada.

—Dios, TaeHyung. No puedo creer lo que hiciste.

—Yo tampoco.

—¿Te dolió mucho? —ya más calmado, se acercó a él nuevamente, acariciando ambas mejillas, TaeHyung dejándose hacer por el tierno toque.

Hizo un puchero viendo los ojos divertidos de jungkook.

—Si...

Jungkook volvió a reír.

—Ay no, cómo fuiste a hacer eso. Para que aprendas a no tocar mis cosas sin pedir permiso.

—Te juro que no lo volveré a hacer.

—Creo que lo que pasó fue una lección suficientemente buena para que lo entiendas.

TaeHyung asintió y unos minutos después, mientras cenaban, se le vino a la mente ¿Si a él le había dolido hacer eso, a jungkook no le dolía?

¿Para qué los tenía si hacer eso dolía?

—¿A ti no te duele?

—¿Que cosa? —dijo, con la boca llena de pollo frito.

—Meterte ese pene de plástico morado por la cola, ¿No te duele?

Jungkook casi se ahoga con un huesito.