¡GROW A BOYFRIEND! [Taekook] [PAUSADA]

C u a t r o

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Los labios de TaeHyung son suaves y se mueven con delicadeza sobre los suyos, aún no puede reaccionar por la sorpresa pero cuándo lo hace TaeHyung ya se ha alejado de él y lo mira desde su lugar con una bonita sonrisa cuadrada que hace a su corazón latir desbocado.

Era la segunda vez en el día que TaeHyung lo tomaba desprevenido y lo besaba en los labios, y para que mentir, él no había hecho nada para separarlo, por alguna extraña razón besarlo se sentía demaciado bien, lo hacía sentirse tranquilo y en casa.

Algo que no sentía hace mucho.

No le dice nada, se queda atónito en su lugar, dispuesto a ignorar el sentimiento de paz en su interior, porque ese beso se sintió tan bien que quisiera volver a repetirlo. Pero prefirió seguir con lo suyo en la computadora para esconder su rostro sonrojado de TaeHyung.

—N-No hagas eso.

—¿Por qué no? ¿No te gustó? —dijo con picardía, y si no fuera porque siguen en el aula jungkook se le hubiera lanzado a besarlo de nuevo.

—Yo no dije eso. —la vergüenza lo estaba consumiendo, y la sonrisa autosuficiente que TaeHyung le regalaba no le estaba ayudando.

—Bueno, entonces no te molestará que vuelva a hacerlo.

Jungkook retrocedió en su lugar al ver a TaeHyung acercarse sigiloso a él, colocó una mano en el fornido pecho del pelinegro evitando que se acerque más de la cuenta y haga que explote debido a los nervios que siente.

Aunque sus acciones decían una cosa, sus ojos decían otra completamente diferente, porque cuando vio a TaeHyung frente a él, lo primero que hizo fue dirigir su vista a esos carnosos labios rosados, TaeHyung lo notó y sonrió de lado.

—Tampoco dije eso.

—Es que no has dicho nada, mi amor. —el pelinegro río y él se sintió tan bien al escuchar esa risa.

—Ya déjalo así, tengo cosas que hacer.

—¿Por qué no salimos? Es receso, deberías comer,  yo tengo hambre.

Cierto, lo había olvidado. Prefirió quedarse en el aula a terminar de revisar unos cuadernos que sus alumnos le habían entregado para qué revisará los trabajos que tenían pendientes, había olvidado que TaeHyung probablemente iba a tener hambre.

De hecho ¿Cuando fue la última vez que comió este hombre?

—¿Tienes mucha hambre?

—Si... —dijo con un pucherito que enternecío a jungkook.

—Bien, toma y compra algo para los dos en la cafetería, ya sabes dónde está. —sacó si billetera y le dió algo de dinero a TaeHyung, suficiente para ambos.

El pelinegro lo tomó algo inseguro.

—¿Que quieres que te traiga?

—Cualquier cosa mientras no tenga nuez.

—¿Eres alérgico? —dijo caminando hacia la puerta listo para salir.