HAPPY THAT YOU EXIST

Extra 1

Harry y Louis estaban tan felices porque sus hijas cumplían su primer mes de vida.

Louis aún no regresaba a trabajar y rogaba por no volver pronto, le gustaba estar con sus hijas y verlas crecer o ver cada cambio que han tenido.

Son tranquilas y calladas o bueno tan vez no lo sean cuando tienen hambre o cuando quieren llamar la atención de sus papás.

Ellas ya se mantenían un poco mas despiertas pero aún seguan teniendo sus largas siestas en el día pero despertaban y volvían a dormir casi toda la noche.

No les gustaba estar lejos de sus padres, a Stevie le gustaba estar en el nido donde dos de sus olores favoritos estaban mezclados y a Summer le gustaba estar en los brazos de alguno de sus padres.

Louis era muy cariñoso con las niñas, le daba besitos en sus mejillas e incluso hacia una estúpida voz para "hablar con ellas", el mismo sabía que se escuchaba ridículo pero no le daba mucha importancia.

Harry simplemente estaba embobado con sus dos hijas, era difícil atender a dos bebés pero el y su alfa lo habían sabido manejar, se habían vuelto más unidos no sabían como si ya lo eran pero lo hicieron más.

Tener una familia siempre fue una gran sueño para Harry, desde que conoció al alfa quiso simplemente casarse con el y vivir juntos para siempre.

En ese entonces no controlaba muy bien a su omeguita y mayormente hacia lo que este le pedía, cuando este le dijo que el lindo alfa de ojos azules era su alfa casi salta encima de el, sus mejillas de tornaban rojas cada vez que recuerda eso.

Ahora estaban en el sofá, estaban recostados mientras veían una película, Summer estaba durmiendo en el pecho de Harry mientras que Stevie dormía en el sillón pero pegada al brazo del alfa.

Cada vez que Louis veía a una de sus hijas dormir queria apretarle las mejillas regordetas, se apretaba los labios para evitar hacerlo, sabía que si lo hacia tal vez despertaria y lloraria solo para después hacer llorar a su hermana a su que se privaba de poder estrujar las mejillas de sus hijas.

Su omega le dijo que también había tenido ganas de apretar las mejillas de sus hijos y eso a Louis lo hacia sentir menos culpable ya que si lo hizo una vez.

Es que no lo puede evitar, sus hijas son tan lindas, sólo verlas dormir tan tranquilamente y con sus mejillas tan lindas.

Al parecer tiene algún tipo de obsesión con las mejillas de sus hijas y realmente Harry no lo culpaba porque el había querido estrujar las mejillas de sus hijas más de una vez.

Mientras Harry ha estado esperando para que sus hijas sean más mayores para poder hacerles lindos peinados o ponerles lindas diademas.

Ambos se quedaban mucho tiempo observando a sus hijas, viendo su lindo cabello, sus pieles tan suaves y blancas, viendo sus pequeños labios rojos o observando cada gesto que hacían al dormir.

Harry no sabía como habían hecho algo tan hermoso como ellas pero era una de las mejores obras de arte que había visto en su vida.

-Será mejor que las llevemos al nido para que estén más comodas- dijo Harry en un susurro, a levantó con cuidado para no despertar a su hija.

Louis sostuvo con cuidado a la omeguita, no queria que despertara y después llorara, porque si lloraba una rápidamente la otra comenzaba a hacerlo.

Subieron con cuidado a la habitación y las recostaron con cuidado en el nido, llenaron de su olor la habitación para que no estuvieran inquietas y después salieron otra vez a la sala.

No habían tenido momentos para ellos solos pero aún no estaban listos para dejar a las niñas con alguien para hacerlo.

Se conformaban con pasar juntos un tiempo en lo que las niñas despertaban, donde aprovechaban para hablar y besarse, bueno que aprovechan para que Harry besé a Louis todo el tiempo.