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Yo: Creo que sí, pero iba a buscar un lugar para quedarnos los dos.

alfonso: entiendo. - él salió. ¡No creí lo que dije! ¡Era como decir que él no está en mis planes cuando todo lo que hace es ponerme en los suyos! ¡Necesito arreglar esto! ¡Ahora! Fui a la bodega, tomé un poco de vino, un cubo de hielo y dos copas. Subí las escaleras y fui a ver si Amanda estaba dormida y llamé a su puerta.

alfonso: entra! Necesito hablar contigo.

Alfonso: a voluntad- encendió la luz y entonces lo vi parado en la ventana con sus bóxers rojos. yo que haces ahi

Alfonso: mirando los carros...

¿Te das cuenta de que puede?

Si una mujer te ve así... pierde el control del vehículo.

Alfonso: Las ventanas están cerradas y nadie puede ver aquí arriba. - que te diviertas. - ¿Vino? ¿Es tu cumpleaños y no sé?

Vine a hacer las paces

Alfonso: ¿Nos peleamos? Yo no... dije algo que podría haberte lastimado porque

me dolió mucho

Alfonso: Está bien... Entiendo mi lugar.

Yo: Dije eso sin pensar... No me imagino estar sin ti ni un segundo y mucho menos ir a una casa sin ti... Eres el sol en un día lluvioso y la noche que iluminas. ¡Estás en mi vida para siempre! Porque no se puede vivir sin el sol. ¡Yo te amo!

alfonso: te amo! - me dio un beso voraz y nos fuimos a su cama, estaba besando mi cuello y bajando los tirantes de mi vestido.

Cuando finalmente me quitó el vestido, al verme allí frente a él solo en ropa interior, me sonrió. Alfonso: el vino será para otro día…- tomó hielo y lo pasó por mi cuello haciéndome temblar todo y bajó por mis senos, barriga dejándolo en mi ombligo mientras dirigía su atención a mi clítoris su boca fría me dio una sensación de placer muy grande, ¡un placer que nunca hubiera tenido en toda mi vida! Bajó y comenzó a jugar con su lengua, esa boca fría hace cosas inimaginables. Intenté aguantar el orgasmo tanto como pude, pero cuando llegó me ​​tambaleé.

Ni bien me recuperé lo tiré sobre la cama poniéndome encima y dándole muchos besos en su cuerpo. Me quité la ropa interior y su polla ansiaba atención. No iba a darte lo que quería así.

Así que estaba masajeando con mi pulgar la parte interna de su muslo haciéndolo enloquecer de placer cuando vi que ya estaba mucho más cachondo me preparé para hacer lo que tanto esperaba y enloqueció. Mi boca fría haciendo contacto con su piel caliente haciéndolo gemir. Contuvo el orgasmo, pero no por mucho tiempo. Me senté en su regazo brincando y haciendo los ejercicios de pompoarismo que había pagado muy caro en la adolescencia ¡ahora me valen los orgasmos múltiples! Me puso a cuatro patas tirando de mi cabello y palmeando mi trasero casi grito pero me contuve. Me penetró y empezó a correrse y a irse rápido volviéndome loca de tanto placer. Llega otro orgasmo y me paro frente a él poniendo mis piernas sobre sus hombros mientras me penetra. Llega otro orgasmo y se acuesta a mi lado.

Yo: rompiste conmigo... - digo exhausto.

Alfonso: tú provocaste. ¿Yo?, yo no.

Alfonso: ¿Entonces por qué estaba sin sostén?

Yo bien. Vine con malas intenciones.

Alfonso: ¿Ves?-Dame un besito en el cuello.

haciéndote temblar. - ¿Vamos a tomar un baño?

Yo: vamos. - durante el baño nos cambiamos de nuevo

caricias Hasta que me arme de valor.-Tienes uno

¿lubricante?

Alfonso: devo ter. Pq?

Me gustaría probar el sexo anal contigo.

alfonso: nunca lo hiciste?

Siempre fui inseguro y pensé que dolería, pero me das la confianza de que me siento seguro de intentarlo.

Alfonso: ok - tomó el lubricante. -Si tu sientes

molestia o algo avisar ok?

Yo bien. - lo fue poniendo poco a poco y mds! Logré sentir placer! Estimuló mi clítoris y nos corrimos Alfonso: ¿algo más?

Yo: ¿duermes conmigo con una cuchara? Alfonso: Claro que sí. Me abrazó por la cintura y me acarició el pelo y me dormí. El sábado me desperté y las huellas de la noche anterior estaban por todas partes... Mis bragas rotas en una esquina, mi vestido en el otro lado de la habitación, su ropa interior en un sillón y el lubricante en la mesita de noche. Me levanté y sentí un poco de molestia en ese lugar, pero pronto pasó. Me duché, me puse un vestido azul marino y unas sandalias planas y bajé, pero primero ordené la habitación.

Gal: Buenos días Sra. Herrera. ¿Qué te gustaría para el café?

Yo: tostadas y ese té por favor. Ver

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El watpadd de la chica de qe es dueña de esta historias.

Guaranaticasponny

Para que sigan esta historias la version en portugués no esta pero pronto la pondra pero tiene mas historia.

Quedan pocos capítulos

Por otro ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora