La lluvia caía a cántaros en la ciudad japonesa, exactamente Yokohama, mientras un muchacho alto de cabello castaño y lleno de vendajes caminaba con la vista pegada al suelo, hasta que fue detenido por una mano que se posó en su hombro derecho.
"Te vas a enfermar sino te cubres."
El castaño observó con curiosidad al portador de aquella voz y se encontró con un atractivo joven pelirrojo... Por un momento pensó que era chica por sus facciones tan delicadas, pero por su voz descartó la idea. Supuso que tenían más o menos la misma edad pues al igual que él, ese chico portaba un uniforme escolar. Inspeccionándolo rápido notó sus ojos azules como el océano, sus labios delgados y rosados, su cabello naranja como el atardecer, ondulado y largo sujetado en una coleta baja. Sí, demasiado lindo.
"¿Disculpa?" Contestó en un tono ligeramente molesto, alejando sin ser brusco la mano ajena, el más bajo suspiró, pero aun así se acercó al otro para cubrirlo con el paraguas que portaba.
"Soy Chuuya. Nakahara Chuuya ¿y tú?" Habló con una leve sonrisa en sus labios, esperando a que el contrario se presentara.
Él no entendía del todo la razón por la que el extraño le hablaba, pero no tenía nada mejor que hacer y a decir verdad estaba intrigado por esa persona. Su vida no era nada interesante y quizás aquel chico podría darle una mínima diversión por un tiempo, así que relajó su expresión para continuar la conversación.
"Dazai Osamu." Dijo notando que el pelirrojo debía casi extender todo su brazo para que el paraguas le cubriera. Esbozó una ladina sonrisa y tomó el objeto para llevarlo él. "Gracias."
"No agradezcas, todos en algún momento hemos olvidado el paraguas. ¿Vives lejos?" Cuestionó arqueando una ceja.
"En realidad, iba camino a la parada del bus."
"Oh, yo voy hacia allá también. Podemos ir juntos si quieres." Ofreció con amabilidad y Dazai analizó la situación.
Acababa de conocerle y se portaba demasiado gentil con él. ¿Por qué? ¿Acaso sería homosexual y pretendía ligarlo? Quién sabe, pero ¿por qué rechazar la oferta? No perdía nada.
"Me parece perfecto. La llevaré yo para que no te canses de tener el brazo estirado." En su voz se notó la burla y el otro frunció el ceño.
"Tomas confianza demasiado rápido." Rodó los ojos y comenzó a caminar junto con el otro.
"Me lo dicen seguido. Y por eso mismo me mandan por un tubo."
"¿Y esperas que yo haga lo mismo?"
"La verdad, sí."
"Pff, ya veremos si eres capaz de desesperarme." En su tono se notaba que le estaba desafiando.
"¿Eso es un reto?" Preguntó con una media sonrisa, él estaría encantado de fastidiar al pelirrojo.
"Tómalo como quieras, momia." Dijo devolviendo la sonrisa y de paso el insulto.
"Acabas de declararme la guerra, enano." Habló en tono cantarín y justo llegaron a su destino, cerró el paraguas y se lo entregó al dueño.
"Que el mejor gane entonces." Amigablemente le dio un golpe en el hombro con el puño y sacó su móvil. "Dame tu número."
"Oye, primero deberías invitarme un café." Bromeó sobándose el hombro, para ser honesto le había dolido un poco.
"Ya, imbécil, dame tu número para que sigamos hablando. ¿Te parece?"
"Hm, bueno. Apunta."
Luego de intercambiar sus números, guardaron sus móviles y el ojiazul notó que su medio de transporte se acercaba.
"Debo irme, Dazai. Te envío un mensaje después." Se despidió animado esperando a que el autobús se detuviera.
"¡Hasta luego, Chuuya!" Exclamó mientras veía al contrario subir al vehículo y movió una mano conforme éste se perdía de su vista.
Suspiró viendo el cielo, lo que había iniciado como otro día asqueroso, había mejorado un poco con aquel encuentro.
Presentía que Nakahara Chuuya le daría cierta chispa a su existencia de alguna forma, aunque desconocía por completo la verdadera razón de que ese sujeto le hablara y eso despertaba su intriga. Lo descubriría con el paso del tiempo.
ESTÁS LEYENDO
Mundos {SOUKOKU}
FanfictionDiferentes mundos llenos de millones de posibilidades. ¿Serás capaz de descubrir cuál es la realidad? Inicio: 24 de julio de 2018. Final: 7 de diciembre de 2018. Editado 30 de octubre de 2022.