🍀 Capítulo 2 🍀

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–¡Haitham!

Al escribano le tomó por sorpresa el que a penas llegara a casa lo recibiera Kaveh prácticamente tirándose encima suyo, a penas consiguió estabilizarse pisando fuerte y rápidamente llevando sus manos debajo de los muslos del arquitecto para sostenerlo por más que él mismo ya lo estaba apretando con sus piernas. De cualquier modo, era mejor así ya que tenía más estabilidad y no se arriesgaba a que el rubio se cayera.

En fin, luego de estabilizar el agarre que tenía sobre su compañero de cuarto se acomodó para poder ponerlo frente a frente, notando entonces la expresión tan alegre que tenía en su rostro, sus ojos estaban más brillantes que de costumbre y su sonrisa cualquier persona por más lejos que esté podría haberla notado a kilómetros de distancia, tonto sería no suponer que quería contarle algo bueno...el problema aquí es que al momento en que el rubio que tenía cargado empezó a mover los labios no escuchó nada, literalmente, no escuchaba nada, y debió mostrar alguna cara de desconcierto ya que Kaveh cortó su palabras para a los segundos poder procesar lo que pasaba, así que moviendo las manos frente a su rostro, formó en lenguaje de señas un "lo siento"

Kaveh llevó las manos a dónde reposaban los dispositivos de sus oídos, y moviéndolos mientras hacia una leve presión en ellos, siendo cuando estuvo seguro de lo que había hecho que los soltó y volvió a hablarle.

–¿Me escuchas ahora?–le preguntó Kaveh para asegurarse.

–Hmph, solo se habían movido un poco

Normalmente eran dispositivos bastante asegurados, pero ese repentino movimiento fue suficiente para desprenderlos, Kaveh mismo dijo que cuando tuviera tiempo los modificaría de nuevo para mejorar la fijación.

Hay una pregunta que ronda a lo largo y ancho de Sumeru, y esa es el por qué el Gran Escriba utiliza esos extraños dispositivos en sus oídos, muchos decían que era una forma que encontró de "combinar" con su padre, que por su problema de sordera usaba unos dispositivos con formas de estrellas para poder oír, pero no, no era por eso, sino porque tenía el mismo problema que su padre adoptivo, era sordo y necesitaba de esos mismos dispositivos para poder escuchar, al principio su propio padre le proporcionó unos, y posteriormente, o sea, cuando conoció a Kaveh y este se enteró de ese problemita se ofreció a crear esos aparatos para él.

Los que creó eran los que portaba ahora, y constantemente eran modificados si había algún problema, aunque fuera una insignificancia, aún si lo fuera Kaveh arreglaría esa insignificancia.

Otra de las razones por mantener a este conejito problemático a su lado supone, por más que discutieran siempre se preocupaban el uno por el otro, y sabía que Kaveh era muy capaz de pelearse contra un ejército por él.

Y la cosa es que los vencería seguramente, lo cual también es razón pero para tenerle algo de miedo a veces.

–¿Y qué te tiene tan feliz como para que vengas y te lances así sobre mí?–le preguntó Al-Haitham manteniendo la mirada alzada ante la persona que estaba cargando.

No lo admitiría ni internamente, pero hasta cómodo le parecía, en un modo extraño, estar sosteniendo a Kaveh de esa forma, con las manos en sus muslos, con el rostro cerca de la abertura delantera de la camisa, era...

–Ah...es que las construcciones de la bases terminaron, ¡y Saint-Germain aceptó uno de mis diseños! Empezaremos con eso luego del fin de semana–dijo notablemente emocionada por la propia noticia de comienzo de obra.

Un Amor A La Medida [ Al-Haitham x Kaveh ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora