🍀 Capítulo 7 🍀

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–El que vayas al desierto es una estupidez enorme, Al-Haitham

Pensándolo en el sentido racional de toda la situación, Kaveh estaba diciendo algo bastante coherente, ir al desierto no es buena idea en ninguna situación en general, especialmente él como miembro de la academia, la única razón por la que podría ir allí y no se viera como algo raro es que hubiera sido exiliado a la aldea, pero como es muy obvio ese no era su caso, así que la reacción de Kaveh al enterarse de lo que pensaba hacer estaba justificada y no tenía razones para negárselo.

Aún así, aunque fuera dando los peores argumentos debía ir allí y ya había hablado con el viajero para llegar juntos a la Aldea Aaru, no podía cancelarlo de último momento porque además era necesario que fuera allí, pero al mismo tiempo estaba el hecho de que dejaría preocupado a Kaveh luego de avisarle tan de golpe de su ida al desierto, y tenerlo preocupado no es algo que le gustara, más que nada porque era de las personas que actuaba al instante a sus emociones.

Además de que estaba el hecho de que se sentiría culpable si por un simple comentario suyo Kaveh se la pasaba preocupado por su bienestar el tiempo que dure allá, así que, ¿qué podría hacer para encargarse rápidamente de solucionar este problema?

Muy fácil, al menos en su cabeza: ponerse a la defensiva.

–No veo la razón de llamar estupidez a una ida y vuelta rápida–dijo Al-Haitham imponiendo esa idea ante el comentario de Kaveh.

–No lo sé, tal vez porque Cyno te odia, el tío de Cyno de odia, y si él te odia todos los Eremitas te odian, ¿quieres que siga con la lista de personas que te odian en el desierto?–dijo Kaveh en un tono que no podría saber si era o irónico o sarcástico.

–No, gracias, dudo que termines antes de que tenga que salir–dijo Al-Haitham en realidad aceptando que por esa parte de Sumeru no es que fuera muy querido.

–¿Estás bromeando conmigo?–dijo Kaveh afilando la mirada ante aquel comentario.

–En lo absoluto–dijo Al-Haitham agitando suave una de sus manos–Kaveh, no me importa si Cyno no quiere verme o si Seth me odia, pero tengo un asunto que resolver allá, y sinceramente, dudo que haya alguien a quien Seth no odie, ese hombre es imposible de tratar

–El tucán hablando de picos–dijo Kaveh sarcásticamente mientras cruzaba los brazos.

Al-Haitham era terco, demasiado para su propio bien, y él mismo lo sabía, y Kaveh era igualmente terco, también demasiado para su propio bien y también lo sabía perfectamente, la diferencia clara entre ellos dos es que mientras que uno operaba por lo racional, importándole poco la seguridad de es racionalidad, el otro veía perfectamente dónde estaban los clavos en el piso, ser más perspicaz que el menor siempre los había llevado a este tipo de peleas, sin embargo, a la hora de que alguno de los dos la terminara, siempre era el de ojos rojos quien ganaba porque procuraba la seguridad del de cabellos grises aunque voluntariamente quisiera someterse a ese peligro.

Pero sorprendentemente, esta vez no fue así, el menor terminó de tomar unas cosas y dejar otras en orden, acomodar sus papeles y pronto estaría dispuesto a salir al desierto lo quisiera el contrario o no, y tal vez de esto ya se estaba dando cuenta el rubio, cuando calmó un poco su tono antes de volver a hablar.

–¿Al menos podría saber qué estarás haciendo en el desierto?–preguntó más suavemente, esperando al menos recibir una respuesta lógica y sensata de esa pregunta.

Un Amor A La Medida [ Al-Haitham x Kaveh ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora