Grape Boy ๑ 𝘀𝘂𝗻𝗸𝗶

‣ 011

Sunoo fue el primero en despertar, encontrándose con la cabeza apoyada en el hombro de Riki y el brazo del chico rodeando su cintura, mientras una manta los abrazaba. Su corazón latía con fuerza en su pecho, y una mezcla de sorpresa y nerviosismo lo invadió. ¿Cómo habían llegado a esta situación?

Incapaz de resistirse, Sunoo apartó la vista del punto fijo en la habitación en el que solía concentrarse y se encontró mirando el perfil de Riki. Un suspiro apenas audible escapó de sus labios mientras sus ojos se detenían en los rasgos de Riki, iluminados por la tenue luz de la mañana. Riki parecía tan sereno mientras dormía, y Sunoo no podía evitar pensar en lo cercanos que estaban en ese momento.

La proximidad del rostro de Riki encendió un fuego en las mejillas de Sunoo, quien ansiaba separarse, pero Riki lo sostenía con un peso y una fuerza que lo dejaban atrapado. Cada latido de su corazón resonaba en sus oídos, y se sentía como si el tiempo se hubiera detenido en ese momento compartido. Sunoo se preguntaba si Riki podía escuchar su corazón acelerado.

Finalmente, suspiró derrotado y optó por esperar a que Riki se despertara. Pero mientras tanto, los otros...

¡Los otros no estaban en la habitación, y Sunoo acababa de darse cuenta! Un escalofrío de temor recorrió su espalda mientras anticipaba las incómodas preguntas que sus amigos harían sobre su situación. La ansiedad se apoderó de él. «¿Qué pensaran de nosotros?», se preguntó en silencio.

Estuvo a punto de despertar a Riki cuando notó que este ya había abierto los ojos y lo miraba fijamente. Los ojos de Riki, llenos de curiosidad y una chispa de complicidad, se encontraron con los suyos. Sunoo no podía evitar preguntarse qué estaba pasando por la mente de Riki en ese momento.

El rubor se apoderó de las mejillas de Sunoo al sentirse descubierto. No sabía qué decir ni cómo reaccionar en ese momento, y su corazón latía aún más fuerte. «¿Qué está pasando entre nosotros?» pensó mientras el silencio llenaba la habitación.

—¿Qué estabas haciendo, pequeño? —una de las cejas de Riki se elevó en señal de interrogación. Sunoo se sintió atrapado y sus ojos destellaron con nerviosismo al enfrentar la mirada inquisitiva de Riki.

—Yo... No es lo que parece... —tartamudeó Sunoo, sus palabras salieron entrecortadas.

—¿Vas a negar y decirme que estabas durmiendo? —Riki esbozó una sonrisa pícara, y sus ojos brillaron con diversión.

—Yo no te estaba mira... ¿Eh? —Sunoo se interrumpió al darse cuenta de que Riki lo había descubierto, su voz tembló ligeramente.

—¿Acaso crees que no me di cuenta? —Riki soltó una carcajada, sus labios curvándose con complicidad.

Sunoo no entendía nada, su mente estaba confundida. Riki continuó:

—¿No estabas durmiendo, pequeño Sunoo?