Overlord: World of Gown

Capítulo 4: Aventureros

Unas ruidosas pisadas metálicas recorrían el camino de tierra, acompañadas de pasos silenciosos. No parecían intentar ocultar su presencia. Sin embargo, estas eran rutas peligrosas, especialmente en los alrededores del Bosque de Tob.

"Primero, nos detenemos en la aldea y les decimos que somos compañeros de Ainz Ooal Gown, llamado Momon el Negro, y Nabe, su compañera". Le dijo Ainz a Narberal, que escuchó con atención. Nunca se perdió una palabra que saliera de su boca, nunca.

"Como desee, Señor Ainz". Contestó ella sin saberlo.

"No es Señor Ainz. Sólo Momon". Le dijo de nuevo.

"Sí, Se-Momon".

Por fin lo dijo, a medias. Pero era especialmente difícil cambiar el comportamiento de los NPCs, más aún si se trataba de uno de los Seres Supremos. Eso fue algo que Ainz notó hace mucho tiempo. Pero esto ya no era Yggdrasil, donde podía cambiar la vida de los NPCs a su antojo. Era la vida real, y los NPCs seres reales.

"Es importante que mantengamos oculta nuestra verdadera identidad. Nada de acciones precipitadas sin mi aprobación, ¿de acuerdo?"

"Sí, S-S- Momong- Momon".

"Uhh... Sólo espero que no se comporte así en la aldea. Bueno, entonces".

Entraron en una nueva región llena de hierba alta. Todavía se podía caminar, pero la vista sobre los alrededores disminuyó. Continuaron el camino que llevaría a Carne, justo para notar una especie de criaturas escondidas ante ellos.

"Podemos verlos allí. Acercarse". dijo Ainz a las misteriosas entidades. Sean quienes sean, estaban vigilando esta posición con cuidado.

"¡Ahora no se muevan!" dijo uno, y a su alrededor aparecieron duendes, también ligeramente armados. Pero eran capaces de hablar, una buena señal. "¿Por qué han venido aquí?" Preguntó uno.

"Venimos a ver la aldea. Somos compañeros de Ainz Ooal Gown". Mientras decía esas palabras, una chica se acercó a ellos desde la aldea. Era la misma que Ainz salvó en el ataque, pero por supuesto eliminó todo recuerdo de que fuera un no-muerto.

"¿Eres amigo de Ainz Ooal Gown?" Pregunta enérgicamente.

"Uh- sí lo somos. Soy Momon el Negro, y esta es Nabe, mi compañera". Le dijo, pero esperaba que no lo reconociera por su voz.

"Déjenlos pasar, chicos. Los amigos del Señor Ainz también son amigos nuestros". Al oír eso, los goblins cesaron su comportamiento hostil hacia el hombre con armadura. Incluso les abrieron espacio para entrar en la aldea. Pero sus miradas seguían firmes.

"Ah, ya veo. Así que estos son los goblins invocados por el cuerno. Me sorprendió por un segundo. Pero si la aldea hubiera sido atacada, me habrían avisado hace tiempo. Todo está a salvo".

Entró en la aldea y vio muchas cosas nuevas construidas. Un pequeño muro era lo más obvio de detectar. Probablemente los aldeanos se hartaron de cualquier ataque y decidieron defenderse al final.

"Ainz me dijo que había salvado esta aldea. ¿Estoy en lo cierto?" Preguntó, como si quisiera la confirmación de la chica, aunque lo supiera desde el principio.

"¡Así es! ¡Fue increíble! ¡Gracias a él, todos vivimos! Qué cosa tan fantástica!" Dijo inesperadamente con humor, sin lamentarse en absoluto por los caídos, sino alabando el hecho de que algunos hayan sobrevivido.

"Debería haberlo seguido, pero me quedé atrás. Sin embargo, no nos quedaremos mucho tiempo. Queremos visitar la ciudad, E-Rantel".

"¿La ciudad? Es un lugar bastante ruidoso, para ser honesta. Pero si tuviera que adivinar, ¿querrán convertirse en aventureros?"