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-RÁPIDO LLEVÁTELOS SATORU, NO LOS DEJES DESPROTEGIDOS.
-¡Pero Maki no puedo dejarte aquí!.
-¡Ellos importan más, no desobedezcas y sácalos de aquí!.
¿Dónde rayos estaba su madre?.
-¡Mamá, mamá!.
Todo era tan confuso, había heridos por todas partes, muertos y calamidad.
Pain.
En la mañana todo comenzó normal y ahora todo estaba vuelto arriba. Una de las invocaciones de Tsunade se encontraba en su hombro, llegó por la misma orden de la Hokage.
Evacuó y trato de poner a salvo a todo el clan Ma, poniendo cómo prioridad a los pequeños. Puso a su padre y a Satoru a cargo de todos en lo que ella buscaba a su madre.
-¡Naoya!.
-Maki-sama.
-¡Busca a mi madre ahora!.
-Cómo órdenes.
Busco a su madre con desesperación, ponía a los Shinobis con disposición a buscarla.
-¡BUSQUEN DE INMEDIATO, LA QUIERO VIVA!.
-¡HAI!.
La ansiedad, la desesperación, el miedo, la incertidumbre, le carcomía el alma.
-¡Mamá, mamá, mamá!.
Su vida se le va si no encuentra a su madre, ella se muere si a su madre le pasa algo, su madre es lo más sagrado que ella tiene.
-No, no, no, no pienses en eso, ella está bien.
A lo lejos pudo observar la torre Hokage, Tsunade y los anbu parecían perplejos, una figura más estaba con ellos.
Era Pain.
Ese desgraciado hijo de puta.
No tuvo más tiempo de maldecirlo, el líder de Akatsuki se alzó en lo más alto.
Estaba horrorizada, los ojos de Pain parecían verla directamente por más lejos que esté se encontraba.
-¡Maki, Maki!.
La voz de su madre la saco de su trance.
-¡Mamá!.
ShinraTensei.
O no, no, no, no, no.
Rápidamente quitó aquella babosa de su hombro y se la paso a su madre y la cubrió con todo su cuerpo.
-Mierda.
Y el impacto llegó.
(...)
-Mamá, ¿Por qué ellos me mirantan despectivos?- sus ojos se posaron en aquel grupo de ancianos del clan.
